Antes del encuentro, el merecido homenaje para la desaparición física del verdugo Pedro Virgilio Rocha que más que un minuto de silencio, fue un largo minuto de merecidos aplausos. Pobre homenaje para quien tanto nos dio y a quien tanto le quedó debiendo esta directiva del club.
En
cuanto al partido en sí, dominó Peñarol desde los primeros minutos ante un
equipo negriazul al que le costó una enormidad pasar la mitad de la cancha. El
partido se hizo lento debido a la temperatura reinante y a que rápidamente
Peñarol sacó una ventaja apreciable.
Ya a
los 4´ pudo ser luego de un córner desde América y Ámsterdam que cabecea muy
bien Sandoval colocándola fuerte y a media altura contra el palo derecho
obligando a De Amores a volar para sacar la pelota en gran atajada.
La apertura
llegó diez minutos después con una pelota que trae Jonathan Rodríguez, toca
para Zalayeta, que de espaldas al arco, hace de pivot tocando atrás para la
entrada de Aguiar que saca el remate bajo, ajustado contra el palo derecho para
vencer a De Amores y decretar la apertura.
Y a
Peñarol le bastaron 2 minutos más para marcar el segundo. Salida en largo de
Raguso desde nuestro campo, Jonathan Rodríguez la pelea y se la lleva de “pesado”
ante el zaguero y la coloca abajo contra el palo izquierdo para marcar el 2 a
0.
Con esa
ventaja tan apreciable, Peñarol retrasó sus líneas y le dio espacio y pelota a
Liverpool, quien no supo cómo llevar peligro al arco de Castillo. Apenas si se
arrimó con un par de remates desde lejos sin dirección ni real peligro.
Por su
parte Peñarol tampoco generó más situaciones claras de gol, limitándose a
controlar el juego.
Para el
segundo tiempo dos cambios en Peñarol. La salida de Castillo, que había quedado
sentido al descolgar un centro sobre los 25´, sustituido por Lerda y la entrada
de Mauro Fernández por un japo Rodríguez de actuación decepcionante una vez
más.
El
segundo tiempo comenzó tal como terminó el primero, con Peñarol controlando el
juego y apostando al contragolpe y un Liverpool muy liviano, que no generó
chances claras de gol.
A los
9´ pudo ser, luego de una jugada entre Mauro Fernández y Jonathan Rodríguez que
culmina con remate cruzado de éste último que se va ancho afuera.
Hubo
que esperar hasta los 30´ para ver otra jugada de peligro real. Salida desde
nuestra defensa con pase largo para Jonathan Rodríguez que gana la carrera en
velocidad y remata cruzado a media altura y la pelota se estrella contra el
palo derecho de De Amores que ya estaba vencido.
A los
39´ una gran habilitación de Zalayeta para la entrada de Mauro Fernández que
engancha para sacarse de encima a su marcador y remata bajo. La pelota da
contra la base del palo derecho de De Amores que otra vez no llegaba.
La más
clara de Liverpool (y prácticamente la única de real peligro) llegó pasada la
hora con un remate de aire desde afuera del área de Puglia que Lerda vuela para
sacar al córner con una mano.
Ganó
bien Peñarol, pero no jugó bien. El nivel de juego del equipo fue tan magro
como en todo este campeonato apertura, pero le alcanzó para ganarle a un equipo
que mostró un nulo peso ofensivo. El aurinegro conquistó dos goles en pocos
minutos y se dedicó a administrar el juego, ayudado por la poca capacidad
ofensiva del rival y apostando a un contragolpe que pudo darle algún otro tanto
de no haber mediado la intervención de los palos que hoy jugaron para el negriazul.
Ganó
Peñarol y nada más. Se despidió de Montevideo por este 2013 y cerrará su pésima
campaña del apertura en Melo ante Cerro Largo. Después será momento de pensar
muy bien cómo encarar el Clausura y la Libertadores.
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