Peñarol
encabeza el movimiento de clubes tendiente a pedir que se estudien los balances
de la Conmebol, se determine cuál ha sido el destino de los ingresos recibidos
y se incurra en las responsabilidades civiles o penales que correspondan para
quien sea autor de irregularidades.
A esto
se suma la adjudicación sin licitación de los derechos de televisión del
campeonato a la cadena que desde hace unos años los detenta, negándose siquiera
a considerar otras ofertas más beneficiosas.
Este es
un movimiento que tuvo su origen en una reunión realizada hace unos meses en
Sao Paulo, convocada por el Corinthians, donde asistieron importantes clubes
brasileños y del resto de América, contando a nuestro tradicional adversario.
Sin
embargo, ahora aparece Peñarol a la cabeza de este movimiento, contando con el
respaldo visible de apenas algunos clubes uruguayos de los denominados menores.
No aparecen los brasileños, no aparece nuestro rival de todas las horas,
únicamente figura Peñarol como equipo prestigioso. Por qué?.
Nacional,
que dice estar de acuerdo con el fondo del asunto, no está dispuesto a afirmar
por escrito esta decisión. Prefiere quedar a la espera y ver qué pasa. No es la
primera vez en su historia que la institución tricolor asume esta actitud.
Filosóficamente
no podemos estar más de acuerdo con la actitud asumida por la institución. No
se puede tolerar que por intereses personales, ni siquiera se consideren
ofertas que reportarían mayores beneficios a los clubes. Menos puede tolerarse
aún que la Conmebol no vuelque todos los ingresos que hoy está recibiendo y
exista parte de esos ingresos de los cuales se desconozca el destino.
Sin
embargo, no estamos de acuerdo con que Peñarol haya quedado solo en esta
instancia. Peñarol no puede ser cabeza de lanza, quedando expuesto a ser
degollado por la mafia del futbol sudamericano, sin ser respaldado por sus
pares. Peñarol debió exigir que TODOS aquellos clubes que expresaron su conformidad
en la reunión de Sao Paulo, hicieran punta en esta causa: unidos, sólidos,
monolíticos. Es a todos y cada uno de los clubes que participan en la actividad
internacional sudamericana a quienes se está perjudicando y deben ser TODOS los
que se manifiesten y comprometan con esta lucha.
También
es bueno consignar que esta situación se parece mucho a la de los derechos del
futbol local, detentados por Tenfield desde hace más de una década sin que se
consideren otras ofertas y Peñarol no ha asumido la misma actitud. Del mismo
modo que no estamos de acuerdo con aquello, no podemos dejar pasar este hecho.
Ahora
se dice que Peñarol al asumir esta denuncia, está haciéndole un favor a
Francisco Casal, dueño de Tenfield a contraparte de recursos aportados para la
construcción del estadio mirasol. Este argumento no resiste el menor análisis.
Peñarol (como cualquier otra marca en el mundo) ha negociado derechos con
empresas (en este caso publicidad estática y nombre del estadio) que pagan por
ese derecho a anunciar sus productos o servicios asociándose a la marca
Peñarol. Peñarol no ha recibido dinero de favor para construir nada, ha cerrado
acuerdos comerciales referidos a su nombre e imagen, a los cuales tiene
absoluto derecho a acceder.
Por otra parte, si hay una institución que ha
sido perjudicada sustancialmente en este país por enfrentarse a la prepotencia
del Sr Casal, ha sido justamente Peñarol y el resto de las instituciones de
este país lo permitieron pasiva y calladamente. Mal podría entenderse que
Peñarol ahora le esté haciendo favores a quien tanto nos ha perjudicado.
No tuve
la oportunidad de verlo, pero se dice que en la noche de ayer, la cara más conocida
de la cadena internacional que transmite las competiciones de la Conmebol, esgrimía
precisamente este argumento. Parece que esta persona estaba tan exaltada en la
defensa de los intereses de sus empleadores que hasta llegó a amenazar a
Peñarol ante millones de televidentes y afirmó, entre otras cosas, que esta
cadena continuará transmitiendo la Libertadores “por muchos años más”.
Hasta
dónde llega la prepotencia de estos Señores? Que autoridad tiene para amenazar
públicamente a una institución señera en el futbol del mundo? Cómo sabe que su
cadena tiene asegurados los derechos de transmisión “por muchos años más”? No
bastaron las amenazas de la Conmebol de expulsar a Peñarol de su seno por pedir
las cuentas a las que tiene derecho, que este Señor debe salir a amenazar también?.
No es
la primera vez que Peñarol defiende sus principios aún a costa del perjuicio
deportivo. Si no bastara la ya mencionada situación con Casal que provoco que
durante años Peñarol fuera el equipo más perjudicado por los jueces (dentro de la
cancha) y por quita de puntos (fuera de la cancha), bastaría recordar el cisma
de los años 20. Peñarol, por defender sus principios, fue expulsado de la liga
y volvió aún más fuerte para ser la institución más veces campeona de este país.
No será el miedo a las amenazas lo que nos haga arriar nuestras banderas.
A esta
altura todos tenemos claro que no importa lo que pase de aquí en más. Peñarol
ya ha quedado marcado por la mafia del futbol sudamericano y sin dudas será
perjudicado de una u otra manera. Si no lo expulsan, lo perjudicaran en los
arbitrajes, los desprestigiarán desde las transmisiones televisivas, lo
sancionaran por hechos de fuera del campo o por cualquier otro medio, pero está
clarísima cuál es la intención.
Basta
saber si el resto de los clubes que están siendo perjudicados por este estado
de cosas lo van a permitir calladamente. La experiencia que tuvimos a nivel
local no augura buenos resultados. Esperamos que en el resto de América exista
un poco más de dignidad que entre las instituciones de este país.
En una
fecha tan trascendente como esta, aniversario de la conquista intercontinental
aurinegra de 1982 ante el Aston Villa, una vez más Peñarol marca el camino.
Veremos quién tiene la valentía de seguirlo.
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