En el
equipo regresaba Castillo al arco, el ingreso de Nicolini (que apenas si había
jugado en el Apertura) por Novick, Mauro Fernández por el japo Rodríguez y la
vuelta de Pacheco por Zalayeta lesionado (otro más).
El
primer tiempo fue de lo peor que he visto en mi vida. Peñarol no generó
absolutamente nada ante un equipo que pelea el descenso y que no hizo otra cosa
que esperar e intentar contragolpear dejando 3 delanteros arriba.
Peñarol
tuvo una sola chance clara de gol en todo el primer tiempo. Fue a los 33´ con
un enganche de Jonathan Rodríguez sacando un remate fuerte que es despejado al
córner por el arquero García.
Cerro
Largo tuvo la suya a los 42´ con un remate de Adolfo Lima que se fue por encima
del travesaño de arco de Castillo.
Para el
segundo tiempo Peñarol se fue más arriba pero quedó más expuesto al ataque
arachán.
A los
3´ una entrada de Mauro Fernández por derecha, termina con un remate desviado.
A los
6´ una subida de Raguso que se cierra hacia el medio y saca un poderoso remate
que es desviado por García al córner.
A los
10´ avisó Cerro Largo con una pelota que le quedó a Lucas en el área después de
un fallo de Viera y su remate salió muy alto.
Pero un
minuto después no perdonó el local. Una pelota enviada por alto al área, la
recibe Lucas y saca el remate de media vuelta colocando la pelota contra el
palo izquierdo de Castillo para marcar el 1 a 0.
Y se
acabó el partido, porque todos los que hemos visto a Peñarol en este apertura
sabemos que este Peñarol es un equipo frágil anímicamente, que se pone nervioso
cuando recibe un gol y que es incapaz de generar futbol en el medio y asumir el
protagonismo que por historia le corresponde a cualquier equipo aurinegro.
Después
del gol, Peñarol no generó nada, absolutamente nada y no perdió por más porque
Cerro Largo se preocupó más de hacer tiempo y de retener la pelota contra la
raya que de intentar marcar un segundo tanto.
Para
peor a los 28´ Sandoval se hace expulsar estúpidamente por una falta grosera
que mereció segunda amarilla. Gonçalves saca a Pacheco (que tampoco había hecho
mucho pero en este paupérrimo plantel es uno de los pocos que puede generar
algo) para colocar a Albín en un partido que estábamos perdiendo.
Ha
terminado este espeluznante Apertura, que ha sido una pesadilla para cualquier
hincha aurinegro. Peñarol ha ganado apenas 5 partidos, empato 4 y perdió 6 en
lo que es SU PEOR CAMPAÑA EN 122 AÑOS DE EXISTENCIA. Ni siquiera la victoria
clásica puede suavizar semejante fracaso.
Lo
hemos dicho reiteradamente, este equipo es indigno de la historia de Peñarol.
Es un grupo de mediocres futbolistas y peores profesionales. Un equipo que no
genera futbol, no tiene variantes, no genera sorpresa, no desborda, no remata
bien de afuera, no aprovecha las pelotas quietas y lo peor de todo: no tiene la
fuerza anímica, la actitud, la rebeldía, el temperamento y el temple que tiene
que tener un equipo aurinegro.
Este
equipo representa una vergüenza para la historia del club y una falta de
respeto a los hinchas y a todos los jugadores que han ganado tanto con esta
camiseta.
Un
equipo que además ha sido mal conducido desde afuera, primero por Alonso y
ahora por Gonçalves y mal conducido desde lo dirigencial.
Ahora
será tiempo de analizar quienes son los culpables de esta debacle pero TODOS
los responsables.
El peor
error ya lo vamos a cometer dejando a Gonçalves en la dirección técnica del
equipo, pero ganó el clásico y estos pésimos dirigentes no tienen la
personalidad para empezar por donde deben: trayendo un conductor con
experiencia y capacidad para sacarnos de esta debacle.Tampoco se cambiará la gerencia deportiva que ha dado sobradas muestras de incapacidad a la hora de traer jugadores.
Se desperdició también la oportunidad que se tuvo de renovar el área sanitaria del club, dejandola en manos de directos colaboradores de quienes la han detentado desde hace muchos años con conocida ineficiencia.
El
panorama es hondamente preocupante.
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