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domingo, 17 de noviembre de 2013

Otro pésimo desempeño. Peñarol 2 Fénix 1

Al día siguiente de las contradicciones acerca de la noticia del fallecimiento de Pedro Rocha (lo cual no hace que cambiemos ni una coma de lo expresado en el día de ayer), Peñarol salía a la cancha en el encuentro previo al clásico, con la verdadera revolución que generó el técnico Gonçalves en la formación inicial.
El regreso de Baltazar Silva por el lateral derecho en sustitución de Albín, en la zaga Bizera por Viera (quien, de haber jugado todos los minutos en este campeonato, pasó a no estar ni el banco de suplentes), el ingreso de Novick por el japo Rodríguez y el más significativo: la salida de Pacheco para dejar lugar a Carlos Nuñez.
Enfrente, un equipo al que nos ha costado ganarle en los últimos tiempos y nos ha amargado más de una tarde. Y empezó mejor Fénix, tuvo mayor control de la pelota ante un Peñarol que estaba perdido en la cancha, entreverado, sin generación de futbol y lo más preocupante, mal parado en defensa.
Peñarol se paró con 4 en el fondo pero puestos en línea por lo que le resultó muy fácil a los jugadores rivales superar la última línea aurinegra, simplemente colocando pases profundos.
Fue así que Fénix dispuso de dos canches claras de gol, quedando los delanteros del equipo de Capurro, mano a mano con Lerda. La primera fue a los 5´ con un pase profundo de Novick (el hermano del jugador aurinegro) para la entrada del panameño Waterman, que queda frente a frente a Lerda quien cierra el arco con el cuerpo y la pelota le rebota en el pecho, salvando la incidencia.
La segunda fue a los 13´ con otro pase profundo que vuelve a dejar a Waterman frente a Lerda y nuevamente gana el mano a mano el arquero aurinegro, esta vez con el pie.
A los 14´ llega la apertura. Un gran pase profundo de Aguiar para la entrada de Mauro Fernández por derecha, el centro al medio y la llegada de Nuñez definiendo de primera y venciendo la resistencia del arquero panameño Mejía. 1 a 0 Peñarol.
Pero ese gol no hizo que aurinegro se asentara ni jugara mejor. Apenas si tuvo otra chance a los 22´ cuando Jonathan Rodríguez  luchó, ganó y se llevó una pelota por izquierda, fue hasta la raya y con poco ángulo, sacó el remate que despejó al córner el arquero Mejía.
De ahí hasta el final del primer tiempo, Peñarol no volvió  a generar ninguna chance de convertir. Otro mal partido del aurinegro que encontró ese gol y nada más y cerró el primer tiempo con más dudas que certezas.
Para el segundo tiempo, Gonçalves buscó darle minutos a Zalayeta antes de clásico (por la misma razón entró luego Estoyanoff), pero Peñarol siguió haciendo un muy mal encuentro. No generó fútbol y dejo crecer a Fénix que se fue animando cada vez más.
A los 16´ pudo ser para el albivioleta cuando un centro de la derecha es cabeceado por Hernán Novick y la pelota se pierde cerca del palo derecho.
A los 19´ llega el segundo de Peñarol. Una doble pared perfecta entre Aguiar y Jonathan Rodríguez por izquierda, permite el desborde del primero hasta el fondo y el pase al medio para que el mismo Jonathan Rodríguez remate para mandar la pelota al fondo del arco de la Ámsterdam. 2 a 0 pero no tranquilidad.
Porque este Peñarol no ofrece tranquilidad debido a su flaqueza de espíritu y rápidamente tomó un gol en contra. Fue  a los 25´ cuando un centro frontal supera a un Maximiliano Gómez que no salta y a un Lerda que se queda parado en el arco y es cabeceada por el ex aurinegro Maximiliano Pérez para meterla abajo contra el palo derecho.
De ahí en adelante, nuevamente la sensación en la tribuna era que este equipo débil de carácter podía terminar complicando en encuentro.
No obstante eso tuvo un par de chances de conquistar el tercer tanto. La primera fue sobre los 27´ cuando un tiro libre magistralmente ejecutado por Aguiar reventó el ángulo superior derecho de Mejía que estaba vencido.
La otra fue mismo sobre el final, cuando un centro preciso de Estoyanoff desde la izquierda, puesto en la cabeza de Zalayeta, es mal definido por el moreno que la manda afuera cuando estaba solo en el área.
Sobre el final Peñarol terminó arrinconado en su arco, sufriendo los embates de un equipo mediocre como Fénix que estuvo a punto de empatar.
Fue pasada la hora con córner ejecutado por Novick desde el ángulo de Colombes y América que superó el deficiente esfuerzo defensivo de Lerda y se estrelló contra el segundo palo a milímetros de convertirse en el empate.
Peñarol volvió a jugar un pésimo partido, contra un equipo mediocre, la diferencia es que hoy ganó.
Apenas si Aguiar, Mauro Fernández y Jonathan Rodríguez, mostraron un nivel medianamente rescatable. Lerda no dio ninguna seguridad (como siempre), la defensa estuvo muy mal parada y fue superada permanentemente, Píriz y Novick se la dieron con más frecuencia a los rivales que a los compañeros. Bajísimo nivel de Zalayeta, falto de estado físico, de futbol y de distancia. Apenitas algo de Estoyanoff cuando entró.
Como apronte para el clásico, este partido deja más dudas que certezas. Peñarol debe solucionar un cúmulo de problemas si pretende disputar con éxito el encuentro más importante que le queda hasta el año venidero.
Gonçalves tiene muchísimo que trabajar, esperemos que por lo menos hoy no haya visto que Peñarol “jugó un partido perfecto”.

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