Pirro
fue rey de Epiro, un pequeño reino griego de la antigüedad que se alzó contra
Roma allá por el 280 A.C. Inicialmente obtuvo un par de victorias ante el ejército
romano pero a costas de tales pérdidas que en un momento expresó “otra victoria
como esta y estoy perdido”. Desde entonces cuando una victoria cuesta tanto que
se parece a una derrota, se habla de “victoria pírrica”. Así fue la victoria
aurinegra de hoy.
Peñarol
salió al campo con la misma formación que goleó a Juventud y era la encargada de
comenzar el encuentro ante Liverpool buscando, primero que nada, lo que
dependía de nosotros mismos: ganar la tabla anual y esperar que pasaba en el
Troccoli con Defensor.
Una
tabla del clausura que a esta altura, ya debería haber sido nuestra de no
mediar la perdida poco creíble de puntos como los que se tenía seguros ante
Cerro y Racing.
Enfrente,
Liverpool, un equipo que no ha hecho un buen Clausura, pero que en los últimos
tiempos ha sabido amargarnos varias tardes.
El
encuentro empezó de la peor manera para el aurinegro. Porque al minuto Valdez
va a buscar una pelota en defensa, pisa mal y queda tirado en el campo. Solo,
sin que nadie lo toque, el mejor zaguero del campeonato (recién ahora lo vio
Tabarez) se rompió el tendón de aquiles y obviamente queda descartado para la definición
del campeonato.
Desde
el comienzo, Peñarol intentó imponer su mejor juego y, sin jugar tan
vistosamente como ante Juventud, fue claramente superior a su rival en el
primer tiempo.
A los 5
tuvo la primera cuando un centro desde la derecha de Estoyanoff genera un
entrevero en el área y la pelota le queda para Pacheco, que remata y la pelota
da en la base del caño derecho del arquero Castro.
Hubo
que esperar hasta los 16 para la segunda oportunidad de gol carbonero. Una
pelota que toca Pacheco para Nuñez, que le hace un sombrero a su marcador y
remata de sobre pique y la pelota pasa al lado del palo derecho.
A los
22 una pelota que pelea Novick por derecha permite que Pacheco se la lleve y
meta el centro que cabecea Nuñez, solo en el área chica, pero la pelota se va
por encima del travesaño.
A los
24 lo mejor de Liverpool, un remate de Rodales desde afuera que Bologna saca
por encima del travesaño al córner. De ese córner la pelota le queda a Arias
que saca un remate fuertísimo que otra vez Bologna manda al córner.Sobre los 36 pudo ser de nuevo para el carbonero. Un toque de Zalayeta para Estoyanoff que avanza y la mete para Nuñez quien ingresa al área, se saca al arquero de encima y remata con el arco libre, pero un zaguero negriazul llega justo para despejar sobre la línea al córner, cuando ya se gritaba la apertura mirasol.
De ese
mismo córner levantado por Pacheco, la pelota le queda a Novcick que vuelve a
mandar el centro y Alejandro González (ingresó por la lesión de Valdez), solo
en el área chica, define mal levantando la pelota por encima del arquero Castro
y se va afuera.
A los
41, córner de Pacheco y cabezazo de Zalayeta que obliga a una atajada
impresionante de Castro, volando para sacarla contra el palo izquierdo.
Parecía
que se iba el primer tiempo con el 0 a 0, cuando Peñarol había hecho méritos más
que suficientes para ponerse en ventaja y había tenido no menos de 4 chances
clarísimas de convertir.
Pero
sobre los 45 mismos, un desborde de Aguirregaray por derecha que va hasta el
fondo y saca el centro atrás, Zalayeta la baja de cabeza en el área y el toque
justo de Nuñez vence a Castro para marcar la apertura que merecía largamente
Peñarol.
A esa
altura ganaba River y perdía Defensor, lo que nos ponía en una definición por
el Clausura con el equipo darsenero, pero faltaban todos los segundos tiempos
en las 3 canchas.
El
segundo tiempo empezó igual de mal que el primero, porque otra vez al minuto,
desborde de Nuñez por izquierda y en el momento de llegar al fondo sufre un
tirón en su pierna, que desde la tribuna, tiene toda la pinta de un nuevo
desgarro.
Peñarol
lo liquidó rápido, porque a los 9 marcó el segundo. Gran pase en profundidad de
Pacheco para el ingreso por izquierda de Mauro Férnandez (que había entrado por
Juñez), el enganche del argentino para sacarse de encima a su marcador y el
remate fuerte, arriba para vencer a Castro y marcar el 2 a 0.
Liquidado
ya el partido, Peñarol se limitó a manejar la pelota y el tiempo y buscar más tantos,
los cuales habrían de llegar. Le dejó la pelota y el campo a Liverpool que no
generó grandes chances para convertir. Si quizás apenas una del ex aurinegro
Pezzolano a los 15 cuando invadió por izquierda y sacó el remate fuerte que
Bologna rechazó en gran atajada yendo abajo.
A los
18 llegó el tercero de Peñarol. Una jugada que inicia Zalayeta, toca para Estoyanoff
y la devolución perfecta del lolo, deja al moreno frente al arquero. Zalayeta
define en forma exquisita, tocando apenas la pelota para meterla justa contra
la base del palo izquierdo de Castro. Un golazo, por la jugada, por el armado y
por la definición perfecta.
De ahí
en más no pasó nada hasta el final. Cuando ya todos teníamos la mente puesta en
la definición del martes contra Defensor (ya se sabía del empate en el
Troccoli) y lamentándonos por la grave lesión de Valdez con quien no contaremos
más por esta temporada.
Apenas
si dio tiempo para un cuarto gol, sobre el cierre mismo del partido. Enorme
pelota profunda de Pacheco para Estoyanoff que entra por el medio, aguanta la presión
de dos zagueros y define cruzado ante el achique del arquero para que la pelota
entre justa abajo contra el palo derecho.
Liverpool
ni siquiera llegó a sacar del medio después de este tanto porque Silvera pitó
el final.
Peñarol
es el ganador de la tabla anual y eso le da ventaja en la definición del
campeonato. Ahora habrá semi final ante Defensor y si la sorteamos seremos
campeones. De lo contrario, tendremos dos partidos más para conseguir el
objetivo.
Lamentaremos
la baja de Valdez, a la que se suma la de Nuñez, sin contar con aquellos otros
lesionados que ya teníamos (Macaluso, Grossmüller).
Hoy obtuvimos
una victoria pírrica (en referencia al antiguo rey de Epiro), que es aquella
donde se pierde tanto que es casi una derrota.
El
martes será una batalla, contra un equipo que siempre es durísimo pero además
tiene jugadores jóvenes y rápidos, de los que más complican a nuestra defensa
que pierde a su pilar fundamental y tendrá que enfrentarlos con un Darío
Rodríguez que tiene una clase enorme, pero ya siente el paso de los años y un
Alejando González que nunca ha terminado de convencer.
En 3
días se juega el primer round de esta definición y todos los manyas esperamos
que sea el último.
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