Estamos
en la víspera de lo que para nosotros es (y debe ser) la final del campeonato
Uruguayo. Este campeonato que nuestros dirigentes y cuerpo técnico priorizaron
por encima de la actividad internacional, de espaldas a la historia de nuestro
club y con la única y mezquina preocupación de que el rival de siempre no
obtuviera un trienio. Pero no por eso debe ser menos importante hoy para nosotros.
Al fin y al cabo, de concretarse, sería nuestra cuadragésimo octava estrella en
nuestros 121 años de historia.
Va a
ser una batalla y quien crea que va a ser sencillo se engaña de medio a medio.
Defensor es uno de los equipos que históricamente más nos ha complicado. Pero
además Peñarol no llega con todas a favor.
La baja
de Valdez es fundamental, ha sido el mejor zaguero del campeonato y pieza
fundamental de nuestro sector más complicado. Basta recordar que pasó cuando no
lo tuvimos en cancha: le ganábamos 1 a 0 a Racing cuando fue expulsado y el
equipo cervecero lo terminó dando vuelta. No pudo jugar contra Defensor por esa
expulsión y caímos 1 a 0. Desde que regresó, no perdimos más.
Atrás también
es preocupante la situación de Darío quien no termina 90 minutos desde el
partido contra Bella Vista. A esto se
suma la baja de Nuñez justo cuando venía levantando y había logrado convertir. El
ex Liverpool venía siendo muy importante para ocupar el sector izquierdo del
ataque al cual Peñarol estaba utilizando muy poco y resultaba muy fácil de
contener por ser un equipo rengo.
La lógica parece indicar que se va a mantener el mismo esquema con la
entrada de Mauro Fernández por Nuñez (aunque también cabe la posibilidad de la
entrada de Olivera que es nuestro goleador de la temporada). Alejandro González
irá a la zaga por Valdez y se maneja la posibilidad de que ingrese Píriz por
Cristóforo, como sucedió en el clásico, para dotar al equipo de mayor presencia
y altura, teniendo en cuenta el buen juego aéreo de Defensor.
Peñarol
ha mejorado en los últimos partidos, con un Pacheco que ha sido la manija,
colocando pases como lo vimos ante Liverpool. Aguirregaray ha demostrado que su
posición es el lateral derecho donde rinde muchísimo más. Por su parte Baltazar
Silva sin ser un dechado de virtudes y aun con el perfil cambiado, ha sido la
mejor opción para el lateral izquierdo (mejor que Torres, López y hasta
Raguso).
Ha
levantado mucho el lolo Estoyanoff, sobre todo mostrándose menos egoísta y sin
esa tendencia a querer definir siempre él. Mejoró también Zalayeta (que ya era
el mejor de todos) desde que no ha tenido que repartirse el terreno con
Olivera.
Hay que
hacer la salvedad de que Defensor es un equipo mucho más compacto que los que
hemos venido enfrentando (incluyendo al mismo Nacional). Al último equipo más o
menos compacto que hemos enfrentado (Wanderers) no le pudimos ganar.
Defensor
es un equipo mezcla de jugadores experientes (Fleurquin, Hernández, los
Rodríguez, Risso) y jugadores jóvenes como De Arrascaeta y Laxalt. Tiene un
arquero excepcional como Campaña y la defensa menos vencida del campeonato.
Tiene un muy buen juego aéreo y es un equipo que sabe utilizar las puntas
(recordar el gol en el Franzini).
Seguramente
intentará rodear a Pacheco para cortar nuestros circuitos de futbol y escalonar
la marca de Estoyanoff y Zalayeta. Al mismo tiempo intentará aprovechar las
puntas con la velocidad de sus delanteros y hacerle el juego a Risso, quien nos
convirtió en el Franzini.No
tendrá a Nicolás Olivera quien es su mejor pieza ofensiva y parece que tampoco podrá
jugar Laxalt, lo que constituirán dos bajas importantes en su esquema.
Va a
ser una batalla y Peñarol tiene que ser inteligente en el planteamiento. No
puede salir a lo loco a atacar y dejar desprotegida una retaguardia que no se
ha mostrado firme y que puede tener problemas ante los rápidos violetas.
El
campeonato debe terminar mañana y para eso tenemos que ser mejores y más inteligentes
que los rivales.
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