Una vez
más Da Silva salió al campo con un equipo con infinidad de cambios, tónica
permanente a lo largo de todo el Clausura. Pero esta vez además desarmando el
equipo y colocando jugadores con perfil cambiado y otros que no estaban en los
planes de nadie.
Pasando
a Baltazar Silva a la izquierda justo cuando se estaba afirmando por derecha,
para no sacar del equipo a Alejandro González, que pasó al lateral derecho. Los
regresos de Valdez y Novick, suspendidos ante Defensor. Otra vez con
Aguirregaray de volante por izquierda. Con Píriz por Cistóforo y Pacheco por
Olivera. Raguso y Zambrana, otra vez ni en el banco de suplentes.
Honestamente
desde la misma formación se transmitía el desorden y la falta de confianza en
sus jugadores por parte del técnico. Pero como los resultados son lo único
absoluto, el técnico terminó teniendo razón. Y sin jugar bien Peñarol sacó
ventajas rápido en el primer tiempo.
Pero lo
primero a lo que hay que hacer referencia antes del gol de Pacheco es la patada
asesina que le mete Díaz a Alejandro González apenas con un minuto de juego.
Parece que ahora los jugadores de Nacional pretenden sacar patente de guapos
pegando a mansalva en cada clásico con la anuencia de los árbitros, en este
caso de Ubríaco que no cobró ni falta en esta incidencia y luego no echó a
Medina por una patada sobre Novick, cuando ya tenía amarilla.
Pero a
los 4 se puso en ventaja Peñarol en su primer ataque. Corrida de Nuñez por
derecha, se la lleva con un sombrero ante su marcador y mete el centro bajo
atrás, que encuentra la entrada de Pacheco que la toca sutilmente entre las piernas
de Bava que achicaba. Golazo de Peñarol, golazo del gran capitán y el mayor
goleador histórico de clásicos que hoy tiene nuestro plantel.
Casi
enseguida pudo empatar Nacional con una pelota que gana Medina y le queda para
Alonso que la pelea y el rebote le queda a Sánchez que, solo y sin arquero,
cabecea afuera.
Entre
el primer y el segundo gol aurinegros, manejó más la pelota Nacional, con el
adelantamiento de sus volantes que ganaban el medio campo y se iban arriba,
pero dejando enormes espacios atrás, espacios que aprovechó Peñarol.
A los
12 sale sentido Alonso, que no estaba para jugar y se produce el ingreso de
Abreu.
A los
14 hay un remate de Prieto desde afuera del área que pasa cerca del palo
izquierdo de Bologna.
A los
17 llega el segundo. Saque desde el arco mal efectuado por Bava, la pelota la
recoge Pacheco, toca para Zalayeta que domina, avanza y saca el remate desde
afuera del área, suave pero perfectamente colocado contra el palo derecho para
vencer a Bava y marcar el 2 a 0.
De ahí en
más, Peñarol le entregó el campo a su rival y apostó a salir de contragolpe
tomando mal parada a la defensa tricolor. Por su parte Nacional intentó pero
sin llevar peligro real y acabó rematando desde lejos sin demasiado peligro, en
su mayor parte a través de Romero.
Por su
parte Peñarol dispuso de un par de ocasiones más de aumentar la ventaja. La primera
fue a los 22 con un toque profundo de Zalayeta para la entrada desde la
izquierda de Nuñez que remata sobre el cuerpo del arquero y la pelota le rebota
en las piernas.
La otra
fue a los 30 y tuvo los mismos protagonistas. Un rechace de la defensa
aurinegra encuentra mal parada a la zaga tricolor que no atina a cerrar,
Zalayeta toca la pelota y entra solo Nuñez por el centro del área y su remate
es nuevamente contenido por Bava.
De ahí
al final del primer tiempo administró el juego Peñarol, cerrando los caminos al
arco de Bologna y buscando el contragolpe. Nacional tuvo terreno y pelota pero
no generó chances.
Sobre
el final del primer tiempo debió irse expulsado Medina (como siempre sacado en
los clásicos igual que Damonte). Le dejó la pierna a Novick en una patada que
era roja directa y no fue ni siquiera segunda amarilla para el criterio de
Ubríaco. Una vez más y van…… los jueces permiten los golpes alevosos de los
jugadores tricolores en los clásicos. Pero en el segundo tiempo ya no pudo
mantener esa tesitura.
El
segundo tiempo arrancó con la misma tónica. Peñarol intentando administrar el
resultado y la pelota y Nacional con más terreno y posesión pero sin generar
chances claras.
Al
minuto pudo ser el tercero para el aurinegro. Un toque de Pacheco para la
entrada de Zalayeta por izquierda. El moreno la baja de pecho y saca el remate fuerte
que Bava, en gran atajada, manda al córner.
A los 7
un cabezazo de Abreu después de un centro desde la izquierda de Sánchez, toma a
contrapié a Bologna y se pierde apenas afuera contra el palo derecho del arco
de la Ámsterdam.
Sobre los
15 tuvo la más clara el tricolor, cuando luego de un córner aurinegro salen
rápido en contragolpe y la jugada termina con un remate por elevación de Bueno
(que había ingresado para abrir la cancha) que se estrella en el travesaño de
un Bologna que no llegaba.
Cuando iban17 hay una falta aterradora de Díaz sobre Pacheco cuando salía en velocidad que
era roja directa y que el juez arregló con una amarilla. Este jugador que debió
ser expulsado al minuto de juego, recibía apenas amarilla en esta jugada que
era roja.
Sin
embargo 5 minutos después (a los 22) otra vez Díaz comete una dura falta sobre
Aguirregaray y esta vez Ubríaco no tuvo más remedio que expulsarlo por segunda
amarilla. Esto terminó de sacar de quicio a los jugadores tricolores que en los
últimos tiempos se han acostumbrado a tener patente de matones para pegar sin
consecuencias. Y esto iba a tener más derivaciones posteriores.
A los
25 un tiro libre desde la derecha mandando en forma de centro al área aurinegra
provoca la arremetida de Abreu que empuja a su marcador sin que se marque la
falta correspondiente y la pelota deriva para Medina que cabecea a bocajarro y
provoca la atajada de Bologna sobre la línea, en una jugada que no debió ser
puesto que Abreu cometió una clara falta.
En esa
misma jugada Damonte se hace sacar la amarilla por protestar (protestar que si
era falta de Abreu?, no se sabe) y no contento con esto luego del córner que
atrapa Bologna toma a Aguiregaray que salía y lo derriba. Segunda amarilla y
roja para el rubio platinado de Nacional.
A los
33 pudo ser para un Peñarol que con dos hombres de más y jugando al contragolpe
tenía todo para aumentar. Otra vez un gran pase de Zalayeta para Nuñez que
remata de sobrepique y se le va afuera contra la base del palo derecho de Bava.
A los
38 llega el tercer tanto carbonero, producto de un penal que nobleza obliga a
reconocer que en el estadio no me pareció. La jugada se da por un centro desde
la izquierda que mete Cristóforo. Nuñez (el de Nacional) intenta cortar y la
pelota le rebota entre la cara y las manos y el árbitro marca penal.
Lo
remata Aguirregaray, fuerte, arriba, contra el palo derecho, imposible para
Bava. 3 a 0 y partido más que liquidado.
Para
peor, dos minutos después, Nuñez, que había quedado sacado después de ese
penal, le mete una plancha terrorífica a Alejandro González (cartón ligador hoy
en Peñarol) y recibe la roja directa bien sacada.
La última
ocasión de Peñarol se dio a los 43 minutos luego de un desborde de Aguirregaray
por izquierda con pase al medio para Nuñez y el remate de este lo contiene una
vez más el arquero Bava.
Ganó
Peñarol, goleó Peñarol, pero, gustó Peñarol?. No se hizo un gran partido, pero
se jugó como se tienen que jugar los clásicos, de dientes apretados, sin dar un
metro de ventaja ni una pelota por perdida. No vamos a cambiar lo que dijimos
hace 24 hs atrás. Este equipo no nos generaba confianza. No había mostrado un
gran volumen de juego y hoy tampoco lo hizo. Las dudas y permanentes cambios en
la alineación por parte del técnico no contribuían a generar estabilidad ni
confianza.
No se
jugó bien, pero se jugó con garra. Peñarol fue sólido, fue compacto pero no
tuvo un nivel de juego superlativo. Minimizó el riesgo en su arco y marcó 3
tantos en el de enfrente. Por supuesto que el triunfo cambia el estado de
ánimo. No pretendemos ser objetivos, no podemos serlo, hoy estamos contentos,
pero no cambiamos una letra de lo que decíamos ayer.
No se
entró en la provocación del rival que jugó como en los últimos clásicos, pasado
de vivo y pegando sin contemplaciones y que con un arbitraje lógico hubiera
terminado ya el primer tiempo con dos hombres de menos (incluso Medina, uno de
los más desequilibrados junto con Damonte, Romero y Nuñez, jugó todo el
partido).
En la
actuación individual, Bologna no tuvo casi trabajo y el que tuvo lo resolvió
correctamente. Mejor Alejandro de lo que esperábamos y gran trabajo de Baltazar
Silva, obligado a jugar por el sector opuesto. Bien Valdez, sobrio, seguro,
ordenado y hoy muy bien acompañado por Macaluso. Buen trabajo de Píriz en el
medio en contención y ganando en juego aéreo. Novick en lo suyo. Aguirregaray
con el desorden de siempre, pero aportando para el equipo. Un trabajo muy
superior al que esperábamos de Pacheco, marcando un gol, poniendo la pausa,
distribuyendo con criterio y asistiendo muy bien. Notable trabajo de Zalayeta,
mucho más liberado al jugar más arriba y no tan pendiente de tener que ir a
buscar la pelota y generar juego. Un gol y buenas asistencias. Buen partido de
Nuñez, gran asistencia para el primer gol y motivo de preocupación permanente
para el fondo tricolor. Le baja la calificación el haber tenido 4 chances
claras para convertir y todas terminaron en el cuerpo de Bava.
Ganó
Peñarol el partido más importante y el que más desea el hincha. Ganó el partido
que le permite aspirar a la recuperación de cara a lo que se viene y le permite
tener tranquilidad para afrontar ese remate. Lamentablemente por nuestros
propios errores ya no dependemos de nosotros mismos en ninguna de las dos
tablas.
Esperemos
que el técnico pueda recuperar el rumbo que había perdido en los últimos tiempos,
ojalá estemos a tiempo.
Hoy estamos
todos contentos, felices, ocultarlo sería de una necedad rayana en la
estupidez. Eso no nos hace cambiar lo que decíamos antes. El objetivo es ser
campeón y de ser posible, llegar con ventaja a esa definición. Falta, todavía
falta.
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