La
vuelta de Bologna al arco luego de la suspensión, Macaluso y Nuñez por los
suspendidos Alejandro González y Olivera. Pero además los ingresos de Torres y
Silva por los laterales, el pasaje de Aguirregaray al medio por Cristóforo.
Pacheco de enlace y el regreso de Estoyanoff como titular, saliendo Gallegos y
Zambrana.
Da
Silva buscaba darle al equipo un mejor funcionamiento dada la pobrísima actuación
ante El Tanque, pero ese mejor funcionamiento apenas si se vió durante el
primer tiempo. Es cierto que Pacheco administró mejor la pelota y sus centros
fueron la mejor opción de llevar peligro al arco cervecero, pero Peñarol
adoleció, una vez más, de centrar todos sus ataques por derecha, con subidas de
Silva en los primeros minutos y los intentos de desborde de Estoyanoff,
después.
Perdió
mucho el medio campo, producto del desorden táctico de Aguirregaray que dejó
muy solo a Novick y no se mostró tampoco firme en defensa cuando Racing salió en
contragolpe con velocidad.
La
primera fue de Racing a los 5 con un remate del ex aurinegro Carlos Díaz
afuera.
A los 10
un centro de Pacheco desde la derecha es cabeceado por Zalayeta y contiene bien
el arquero Contreras.
En esos
minutos dominaba Peñarol pero las más claras fueron de Racing en contragolpe.
Así a los 28 una salida rápida, la pelota es jugada hacia la banda derecha, el
toque atrás y el remate nuevamente de Díaz, colocado contra el palo derecho que
se va apenas afuera.
Dos
minutos después otro contragolpe llevado por derecha deja solo a Quiñonez debajo
del arco y frente a Bologna, pero define mal y la manda afuera contra el palo
izquierdo.
La más
clara del carbonero en el primer tiempo se dio a los 34 con otro centro de
Pacheco, esta vez desde la banda izquierda y Zalayeta consigue tocar de cachetada
tomando a contrapié al arquero, pero con buenos reflejos consigue tocar con una
mano y mandar al córner.
El
primer tiempo se cerró con otro remate de Zalayeta desde la media luna, por
encima del travesaño.
Otra
vez Peñarol hace muy poco en un primer tiempo y dejaba grandes dudas para el
complemento.
Sin
embargo tuvo todo Peñarol para
tranquilizarse y jugar a voluntad, porque a los 6 se puso en ventaja. Tiro
libre desde el medio campo, pelota frontal que recibe Nuñez dentro del área de
espaldas al arco, gira, remata cruzado y la pelota da en la base del palo
derecho. El rebote lo toma Baltazar Silva y con el arco libre y el arquero en
el suelo, convierte la apertura.
Y debió
asegurarlo Peñarol. Porque a los 12, otro desborde de Silva por derecha, con
toque a Estoyanoff y el centro de este lo toma Pacheco por el segundo palo y
remata mal afuera.
A los
15, enorme cambio de frente de Pacheco para Estoyanoff que ingresa solo al área
y define mal al cuerpo de arquero que la manda al córner.
Y cuando
nada parecía presagiarlo, llegó la debacle mirasol. Pelota que pierde Valdez,
el jugador de Racing se lleva el rebote y enfila directo al arco y el propio
Valdez lo derriba de atrás siendo bien expulsado . De ese tiro libre, bien
rematado por Quiñonez contra el palo derecho de un Bologna que lo regaló, vino
el empate de Racing a los 22.
En ese
momento pensé si no pasaría lo mismo que contra Danubio e infelizmente, no me
equivoqué. A Peñarol lo mató ese empate, los nervios le ganaron y no fue capaz
de generar una sola chance más de gol, hasta el final del partido. Para peor,
en la jugada misma de la expulsión y antes del empate, Da Silva saca a Nuñez
para poner a Aguirre.
Pero aún
faltaba más porque a los 24 contragolpe de Racing con pelota que trae Díaz,
toca a la punta para Acosta, que engancha para sacarse a su marcador y se la
devuelve y el remate de Díaz se mete abajo contra el palo derecho. 2 a 1 Racing
y se acabó el partido.
Se acabó
porque Peñarol no generó nada que hiciera pensar siquiera en el empate en los
siguientes 20 minutos. Porque se dejó ganar por los nervios igual que contra
Danubio. Porque no mostró el temple y la fibra que es necesaria en los
representativos de nuestro club.
Se
perdieron más que tres puntos, se perdió la tabla del Clausura, se hipotecó la
ventaja en la anual, se perdió al mejor zaguero de todo el campeonato para el
partido con Defensor.
Ahora
hay que jugar contra el violeta y el tradicional adversario y habrá que
demostrar para qué está este equipo y también cual será el destino de este
técnico. Habrá que ver también que responsabilidad le cabe a esta mediocre
directiva que le dio la espalda a la historia de Peñarol y estaba desesperada por
quedar fuera de la Copa para dedicarse a este miserable campeonato que se acaba
de hipotecar.
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