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sábado, 23 de marzo de 2013

Se nos escapan las "prioridades"

Desde estas páginas hemos criticado la decisión de la directiva de priorizar el campeonato Uruguayo antes que la Libertadores. Esta decisión revela la mediocridad de quienes hoy nos dirigen pero además se ha transformado en una muestra de soberana estupidez. Porque el obligar al técnico a colocar siempre a todo el equipo ha llevado a una inusitada cantidad de lesiones y a que el equipo se arrastre en la cancha.

Hoy se perdió ante un Danubio mediocre que nos ganó simplemente corriendo. Muestra de esa diferencia física fue que todas las pelotas divididas fueron ganadas siempre por jugadores franjeados.
Ya desde la integración fue un Peñarol de emergencia con ausencias de Darío, Torres y Novick entre los considerados titulares por Da Silva, a los que se suman también los lesionados Macaluso, Amado y Fernández (que apenas si pudo jugar unos minutos con Iquique).

Una defensa improvisada donde el mejor fue Valdez, que jugó casi todo el partido en una pierna y habrá que ver si no lo perdemos para próximos encuentros, pero además se lesionó Estoyanoff.
Todo esto habla muy mal de la directiva (por la orden de colocar a todos los titulares en todos los partidos del Uruguayo), del técnico (por dejarse imponer decisiones que le competen a él), de los preparadores físicos (porque el equipo se cae a pedazos) y del cuerpo médico (porque las lesiones son constantes y demandan un tiempo increíblemente largo de recuperación).
Es difícil hablar del encuentro de hoy cuando Peñarol fue un verdadero desastre. Sin orden táctico (mucho menos después de estar en desventaja) fueron 11 tipos que corrieron detrás de una pelota sin ninguna intención específica. Es inconcebible que un equipo profesional muestre los nervios que mostró el equipo aurinegro después del gol de Danubio.
Desde los primeros minutos se vió la superioridad física de los jugadores de la franja, que además manejaron mejor la pelota que los nuestros aunque sin crear situaciones reales de peligro. Peñarol logró prevalecer con la pelota desde los 15 del primer tiempo hasta casi el final del mismo y hasta llegó a convertir un tanto MAL ANULADO POR EL ARBITRO.
Fue a los 15 luego de un centro pasado al segundo palo que cabecea solo Olivera y deriva para Estoyanoff que también de cabeza la mete en el arco de la Colombes. Pero el árbitro ve una falta inexistente de Olivera que salta solo y limpio y anula la jugada.
Debimos irnos ganando el primer tiempo con esa sola jugada (porque Danubio no tuvo una sola de peligro) pero una vez más los jueces nos meten la mano en el bolsillo.
Tuvo dos más Peñarol en el primer tiempo. A los 28 otro centro pasado al segundo palo es rematado por Píriz y la pelota se va apenas por encima del arco contra el ángulo superior izquierdo.
A los 40 una jugada entre Zalayeta, Baltasar Silva y Estoyanoff no puede ser definida por éste último porque el arquero llega antes.
Se va el primer tiempo 0 a 0 por exclusiva responsabilidad del error arbitral.
Para el segundo tiempo Da Silva hace entrar a Nuñez y Zambrana por Olivera y Píriz, respectivamente. A los 5 se lesiona Estoyanoff, sustituido por Pacheco y otra vez como hace una semana nos quedamos sin recambio al inicio del segundo tiempo.
Para peor dos minutos después una falta sobre el vértice derecho de nuestra área es rematada por el ex aurinegro Canobbio muy al medio del arco, pero una deficiente reacción de Bologna que da mal los pasos hace que lo tome a contrapié y se le vaya por arriba. Gol mucho más error del arquero que mérito del ejecutante.
Y de ahí en más es imposible analizar el partido tácticamente porque Peñarol entro en un completo desconcierto, mostró un desorden táctico absoluto y no fue capaz de generar el fútbol necesario para llegar al empate y no perdió por más porque Danubio demostró ser un equipo mediocre que no lo supo liquidar.
Hasta tuvo un penal a los 12 (en el peor momento de desconcierto aurinegro). Un centro al segundo palo y el mismo juez que inventó una falta de Olivera en el salto para el gol, ahora ve agarrón de Grossmüller en el área. Lo remata Carboni y Bologna lo ataja yendo contra su palo izquierdo. Bien Bologna en esa pero no salva que se pierden 3 puntos por un gol que se come el arquero.
Peñarol tuvo una sola para empatar y fue recién sobre los 42 minutos. Un desborde de Zambrana por derecha (lo único digno de mención del ex River Plate) y un buen centro que toma solo a Grossmüller que cabecea hacia abajo y el arquero logra agarrarla sobre la línea.
Un partido desastroso de Peñarol, con nulo aporte táctico desde el banco y un equipo que se puso nervioso como si fuera un cuadro de barrio en lugar del equipo representativo de la institución más veces campeona de este país. Un equipo además fundido físicamente que perdió siempre en el mano a mano con los rivales.
Mal Bologna que se come el gol y no lo redime el haber contenido el penal. Mal Alejandro González para los que decían que no puede jugar de lateral, estamos de acuerdo, tampoco puede jugar como zaguero, malo en todos lados. Nulo aporte de Raguso y muy poquito de Baltazar Silva. El mejor Valdez, que en una pierna es más jugador que todos los anteriores. Cristóforo y Píriz muy desordenados en el medio, una zona donde se extrañó a Novick que, con todas sus limitaciones, en este equipo que dejó ir a Freitas, es insustituible. Grossmüller, parece que cuando le cambiaron el apellido le cambiaron también las condiciones. Olivera asistió un gol mal anulado, pero después hizo muy poco. Mal Zalayeta, no gravitó hoy, seguro acusando la seguidilla de partidos, se le puede perdonar una mala tarde al mejor de Peñarol en todo el año. El lolo era de lo mejorcito hasta que se lesionó y los tres que entraron no aportaron nada. Nuñez se vivió tirando, Zambrana perdió siempre con su marcador, achicado hasta psicológicamente. Pacheco ya no está para estos trotes, infelizmente creo que asistimos al declive del mejor jugador que tuvimos desde el retiro del profesor Bengoechea.
Da silva volvió a cometer los mismos errores del partido en el Cerro. Se quedó sin cambios a los 5 minutos del segundo tiempo y desde la banda no aportó ninguna solución ni encontró la forma de calmar a un equipo que se descontroló completamente después del gol de Danubio.
Se priorizó este campeonato, hasta el punto de pensar que podíamos dejar de lado la Libertadores. Se ha quedado a 4 puntos de los líderes del clausura y hasta peligra la buena ubicación en la tabla anual. Que pensaran nuestros dirigentes?. Abandonamos los dos campeonatos, para prepararnos bien para las finales?.

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