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martes, 12 de marzo de 2013

Entre nuestros dirigentes y la suerte en contra, dejamos 3 puntos.


Peñarol de vuelta en Liniers como en el 2011 pero esta vez para enfrentar un partido completamente diferente. Porque esta vez era sin público por una decisión de la CSF que poco entendemos. Si había que sancionar a Vélez, que los dejaran sin público a ellos, pero quien compró su pasaje y su entrada debía poder concurrir. Nos preguntamos qué habría pasado si las empresas que vendieron pasajes y entrada hubieran decidido demandar a la CSF por lucro cesante. Seguramente 2 o 3 demandas de esas y se les hubieran acabado las pavadas a los tribunales. Pero esa es otra historia y lo que importa es el partido.
Peñarol con la vuelta de Alejandro González al lateral derecho subiendo Aguirregaray como volante. Con sensibles bajas en cada una de sus líneas, Valdez en defensa, Novick en el medio campo y de Olivera en la ofensiva, subrogados por Macaluso, Píriz y Nicolini, respectivamente. Primera consecuencia nefasta de la absurda decisión de la directiva de priorizar el Uruguayo sobre la copa. Con la necesidad de traerse el menos un punto para clasificar (contando con ganarle a Iquique de local).

Hizo un buen primer tiempo el aurinegro con la misma premisa del juego del Centenario. Sin meterse atrás, presionado y cortando los circuitos de Vélez, con una exigencia física que nos volvía a dejar dudas si podría mantenerse en el segundo tiempo, del mismo modo que paso en el primer juego.

A Vélez le molestó este juego aurinegro porque le complicó el suyo propio y todavía le quedó tiempo al aurinegro para conseguir un par de ocasiones en esos primeros minutos ambas desperdiciadas por Estoyanoff, la primera por levantar un remate (después de un gran pase cruzado de Darío) y la segunda por demorarse en la definición.
Vélez no encontraba la pelota y golpeaba mucho ante la pasividad del árbitro brasileño Vuaden, muy tacaño a la hora de amonestar jugadores de blanco.

Sobre los 20 comenzó a manejar mejor la pelota el equipo argentino, pero fue entonces cuando vino el gol aurinegro. Una pelota alta que peina Agruirregaray y cuando se la llevaba Zalayeta de cabeza, mete la mano el defensor. El brasileño cobró penal, que no fue porque la mano fue afuera. Así se encargaron de demostrarlo los parciales periodistas de Fox, que habría que preguntarse si habrían estado tan celosos de mostrar de haber sido a la inversa.

Lo remató Estoyanoff, fuerte, abajo, contra el palo derecho de Sosa que se tiró notablemente pero no llegó. 1 a 0 y satisfacción en todos los hinchas carboneros.
Pero no duró mucho la ventaja, porque a los 28 un tiro libre frontal por falta al colombiano de Vélez, lo remata Domínguez (el mismo que nos hizo un gol de tiro libre en el amistoso de enero) fuerte al palo de Bologna y la mala suerte se ensaño con el aurinegro. Porque la pelota dio en la base del palo, pegó en la espalda del arquero y se metió por el medio del arco. 1 a 1 que era justo, pero demasiada mala suerte para el carbonero.

De ahí en más la tuvo más Vélez y Peñarol salió más de contragolpe. Hubo una para cada equipo. La de Vélez a los 37 luego de un pase largo para Ferreyra que le gana la espalda a Macaluso y define por arriba ante la salida de Bologna por encima del travesaño.
A los 43 fue la oportunidad de Peñarol en una salida rápida que pasa por Zalayeta con pase a la izquierda para Aguirregaray, el pase profundo al área de éste que toma el lolo y luego de eludir a Sosa se queda sin ángulo para definir.

Se fue el primer tiempo 1 a 1 con un resultado que hasta ahí nos servía, pero con la incertidumbre si el equipo podría aguantar físicamente hasta el final teniendo en cuenta lo que sucedió hace 15 días en el Centenario.
Segunda consecuencia de priorizar el Uruguayo, el equipo se cayó en el segundo tiempo. Fue todo de Vélez, tocando la pelota, sin apurarse, rotando y llegando a hacer más de 20 toques seguidos buscando la posibilidad.

Ya a lo 4 pudo ser para Vélez con una pelota por izquierda que le queda para el colombiano Copete que remata y Bologna saca abajo y el rebote lo revienta la defensa.
A los 23 se lesiona Darío, producto de que ya no está para jugar tantos partidos en forma continuada y por la decisión de la directiva de dar importancia al Uruguayo, tuvo que jugar el otro día contra Bella Vista.

5 minutos después, a los 28 Vuaden tuvo que compensar que había cobrado un penal para Peñarol y cobró penal para Vélez, luego de que una pelota metida desde la punta derecha hacia el área pega en el cuerpo de Macaluso.

Lo remata Insúa y de nuevo la suerte estuvo del lado de los argentinos, porque adivina bien Bologna, que la llega a tocar pero se le va por debajo del cuerpo poniendo el 2 a 1 para el local.
Y el encuentro se liquidó en seguida, porque tres minutos después llego el tercero, otra vez de la mano de la buena fortuna del equipo argentino. Se filtra Copete por el medio, remata fuerte y Bologna se manda flor de atajada, pero el rebote le queda al mismo colombiano, que de cabeza la manda por encima del arquero. 3 a 1 y fin de la historia.

De ahí en más se sumaron opciones de gol para Vélez, que como todo equipo argentino o brasileño lo que mejor saben hacer es pizarrear.
Cayó Peñarol en un partido que empezaron a perder los dirigentes cuando obligaron a Da Silva a colocar todos los titulares contra un equipo semi profesional como Bella Vista.

Buen partido de Peñarol mientras lo pudo aguantar. Buenos trabajos de Darío mientras aguantó, de Macaluso, de Torres, de Píriz en el medio y de Zalayeta arriba. Pero entre la mala fortuna y la estrechez de miras de los dirigentes en priorizar un mediocre campeonato local antes que la Libertadores, se nos privó de un mejor resultado. Seguramente hoy no estarán preocupados por esta derrota puesto que nuestras chances en el “prioritario” campeonato local siguen intactas.

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