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martes, 26 de febrero de 2013

Injusta caida que complica.


La vuelta a la “formación de la copa” con Aguirregaray como volante esta vez por derecha, pasando el lolo a jugar por izquierda, Torres por el mismo lateral, Darío en la zaga y Cristóforo en el doble cinco, ante el equipo más fuerte de la zona y el a priori designado para pelear el primer lugar.
Con el recuerdo fresco, en ambas tiendas, de los enfrentamientos del 2011, pero con equipos muy distintos. En lo personal pienso que los dos tienen un poco menos que en aquella Libertadores.
El encuentro empezó tal como se podía prever. Con mejor toque de balón por parte de Vélez, con mayor dinámica y buscando siempre la triangulación para avanzar sin apurarse. Pero parece que Peñarol aprendió la lección del encuentro que jugaron amistosamente al inicio del verano.
Da Silva planteó muy bien ese primer tiempo, con un Peñarol que presionó en ¾ de cancha ajena, apostando al anticipo o al error del rival y que lo maniató y lo tuvo a mal traer. Bien plantado en defensa, buena marca por el medio de Novick y Cristóforo, aporte de dinámica por parte de Aguirregaray, Zalayeta con su toque de clase y el lolo con muchísima movilidad para cruzarse de punta, sumado a lo que obligaba Olivera.
El encuentro se hizo parejo y no tuvo grandes opciones de gol y las pocas que existieron, llegaron siempre por vía de la pelota detenida.
La primera fue a los 9 con un tiro libre de Estoyanoff (que tiró todo menos los córners) desde la derecha que ganó por arriba Olivera y su cabezazo se fue por encima del travesaño.
A los 18 otro tiro libre de Estoyanoff, esta vez más central, que pasó cerca del palo izquierdo de un Sosa que cubría bien.
A los 28 lo más peligroso de Vélez. Un córner tirado en busca del gol olímpico, que fue bien resuelto por Bologna con los puños.
A los 32 otro tiro libre del lolo muy al medio que el arquero ex aurinegro Sebastián Sosa saca por encima del travesaño.
Finalmente a los 42 otro tiro libre de Estoyanoff, esta vez sobre el vértice izquierdo del área velezana, le salió muy suave y a las manos de Sosa.
Se fue así el primer tiempo de un partido equilibrado, donde impresionó algo mejor Peñarol pero sin crear opciones claras de gol. La duda se presentaba en cuánto tiempo podría el aurinegro aguantar un ritmo tan sostenido del cual dependió todo su juego en ese primer tiempo.
Para el segundo intentó hacer lo mismo Peñarol pero no pudo mantener el ritmo y sobre los 10 minutos ya comenzó a dominar Vélez con su toque y rotación.
Antes, a los 2 pudo ser para el aurinegro, un desborde en velocidad del lolo por derecha, el centro al corazón del área y Zalayeta que no pudo apretar el remate y se le fue desviado cuando estaba en inmejorable posición para convertir.
A los 7 un ataque de Vélez por el centro y el remate desde afuera de Pratto es bien rechazado por Bologna.
A los 18 otro centro de Estoyanoff desde la derecha es bajado de cabeza por Olivera dentro del área para Zalayeta y cuando el moreno intenta el remate es trabado por un defensa de Vélez.
A partir de allí el dominio visitante se fue haciendo más evidente y no pudo contrarrestarlo Da Silva con los ingresos de Nuñez, Nicolini y Gallegos.
A los 39 un contragolpe rápido del equipo argentino por izquierda donde se la lleva el colombiano Copete (que había ingresado) la juega en profundidad para la entrada de Insúa y el remate a la carrera de éste lo saca bien Bologna abajo con un mano. Pero fue el anuncio.
Porque un minuto después se da la misma jugada con desborde por izquierda de Copete y el pase atrás para que Pratto fusile a Bologna y la meta contra el palo derecho, marcando el 1 a 0 definitivo.
Tuvo una posibilidad Peñarol sobre el cierre mismo con otro desborde entreverado por derecha donde se la llevan más a prepo que a fútbol y el pase atrás para el remate de Gallegos que la manda por encima del travesaño.
Caída por la mínima en un partido parejo que estaba para el que hiciera el gol, lo hicieron ellos. Caída que complica las posibilidades de futuro en la serie y que obliga a ir nuevamente a rescatar puntos en el exterior.
No por eso debemos dejar de reconocer lo mucho que se hizo y lo bien planteado que estuvo el partido, con un Peñarol que dominó el primer tiempo y en el segundo pagó por no poder concretar las pocas que tuvo.
Ahora el domingo contra River, porque esto no da descanso y hay que pensar también en el clausura.

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