Hoy
debería estarme preparando para ir al estadio a ver a Peñarol por la final de
la Copa Bimbo y volver a escribir el comentario como lo hago después de cada
partido del carbonero, pero no puedo.
No puedo porque me dejaron sin partido,
una vez más. Que hice? Porque se me priva de disfrutar de ir a ver a mi
equipo?. No es la primera vez y se que lamentablemente no será la última.
Sin
embargo no puedo ser tan necio de no entender que esto es culpa de todos, de
absolutamente todos a excepción de los verdaderos hinchas de todos los equipos
que somos normales, racionales y que podemos morfarnos una derrota fea,
humillante o la pérdida de las ilusiones de ganar un campeonato y volvernos a
casa masticando bronca pero sin meternos con nadie.
Menos se
nos ocurriría andar por ahí con un arma de fuego y dispararle antes del partido y
lejos del estadio a alguien por el simple hecho de llevar una camiseta de otro
equipo.
Esta vez
la violencia vino desde los hinchas, técnicos y jugadores del Club
Nacional de Football, pero creer que por eso nosotros estamos fuera del asunto,
es una idiotez. Nadie está vacunado contra la violencia y nosotros vaya que si
sabemos de eso.
Soy el
primero en condenar a la banda de 300 idiotas que van a una cancha enfundados
en nuestros colores y que nos han hecho perder más puntos que todos los rivales
juntos, que a la postre nos han hecho perder campeonatos. Yo soy hincha de
Peñarol, la mayoría de los que vamos a la cancha somos hinchas de Peñarol,
estos tipos no.
Se perdió el humor en el fútbol, la cargada ingeniosa que bien hecha, hace sonreir hasta al que la recibe. Ahora toda broma es un ataque, una ofensa al honor y menoscabo de lo que amamos. Ahora vivimos entre teorias conspirativas. Todos conspiran para privarnos de nuestro legítimo derecho de ser
campeones y casi siempre, cuando no conseguimos ese objetivo es porque no nos
dejaron y nunca por errores nuestros.
En el
fondo todos los hinchas somos propensos a generalizar y simplificar creyendo
que todos los buenos están de nuestro lado y todos los de la vereda de enfrente
son malos, cuando en realidad la gran mayoría de los hinchas de los dos clubes
somos gente normal y tenemos muchos más parecidos que diferencias. Nos cegamos
en que todos los jueces son corruptos, todos los jugadores rivales son
tramposos, todos los dirigentes contrarios son ventajeros, todos los
periodistas son tendenciosos, todos los milicos son asesinos y una enorme lista
de etcéteras.
Los
dirigentes del tradicional adversario se han equivocado al querer colocarse en
una posición de superioridad, hablando de cultura como si fueran mejores que
los demas, detentores de la verdad revelada e incuestionable e inmaculados
defensores del honor y la honestidad. Eso no existe y ninguna institución puede
arrogarse el patrimonio de ser intachable, nosotros tampoco.
Se
equivocó el arquero de Nacional al golpear un policia, se equivoco el técnico
de Nacional al no querer salir de la cancha, se equivoco el presidente de
Nacional al salir a "defender" lo indefendible y quitarse
responsabilidad, dejando de lado que un joven de 20 años se debate entre la
vida y la muerte en un hospital de nuestra ciudad por el único pecado de llevar
puesta una camiseta de fútbol.
Pero
también se equivocan los dirigentes de Peñarol al salir con un comunicado
demagógico que no aporta nada y que pretende colocarse en una posición de
altura moral que no nos corresponde.
Pero
además la Auf y el Ministerio del Interior deciden que lo mejor que pueden
hacer es suspender el fútbol, otra vez por su propia incapacidad de detener y
condenar a 500 delincuentes de cada lado. Por eso nos quedamos sin fútbol todo
el resto de las personas normales.
Hace ya
bastante tiempo escribí una nota en el blog que titulé “incapaces”
(http://manyahistoriasdenuestrahistoria.blogspot.com/2012/05/incapaces.html)
porque si los profesionales de la seguridad, cuya función es garantizar el
orden e impedir los desbordes no son capaces de garantizar nuestra seguridad,
no están cumpliendo la función para la cual les pagamos todos con fondos
públicos. Por la incompetencia de estos Señores, yo no pude asistir ni ver por
tv los dos últimos partidos de mi equipo en la temporada pasada y ahora me
privan de una copa para la cual conseguimos el derecho a disputar la final
justamente venciendo a nuestro tradicional adversario. Que es una copa de morondanga?
Es verdad, absolutamente, pero eso no importa, teníamos derecho a ganarla
igual.
Yo no
sigo el básquet, pero la señal que se quiso dar fue la misma. De qué sirve
suspender una actividad por unos días y después seguir jugando como si nada?.
Qué van a arreglar en 10 días?. Cuánto va a cambiar la situación social y de
violencia en ese lapso?. Se dan 10 días para reflexionar cuando se sabe
perfectamente que las personas capaces de ese tipo de actos no son de las que
se sientan a reflexionar. La gran mayoría de seres humanos normales que nos
gusta el deporte, no necesitamos “10 días de reflexión” porque no cometemos ese
tipo de actos.
Pero
ahora se intenta reflotar la copa Antel (por supuesto, ya se ha perdido mucho
económicamente por no jugar la Bimbo) entonces de que sirvió todo esto?. Para que me quedé sin fútbol? Lo
mismo pasó en el básquet, ya se esta jugando de nuevo y alguien se acuerda de
la chica que murió sin tener nada que ver, por el solo hecho de tener la mala
idea de salir a ver porqué alguien le estaba apedreando el auto?.
Con esta
medida una vez mas demuestran su incompetencia y su incapacidad para cumplir la
función para la cuál les pagamos, pero además pagamos dos veces, les pagamos el
sueldo y pagamos con no poder ir al fútbol por su incompetencia.
Sinceramente,
me tienen podrido, todos. Soy fanático de Peñarol y en toda mi vida nunca me
agarré a trompadas con nadie por eso. Porqué me siguen privando de mi derecho
de ver a mi equipo?. Quien dá cuentas de eso?. A quien le importa?.
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