Cuando el 28 de setiembre de 1891 un grupo de
hombres se reunió en los talleres de la empresa ferroviaria de un pequeño y
remoto país sudamericano con el propósito de fundar una institución deportiva,
seguramente ninguno de ellos imaginó que estaba escribiendo la primera pagina
de una historia sin igual en el mundo.
Probablemente ninguno pudo imaginar que desde
esos modestos orígenes iba a surgir una institución que daría la vuelta al
mundo cubriéndose de gloria. Seguramente ninguno pudo siquiera soñar que 121
años después, esa institución ostentaría 48 campeonatos de su país, 5 copas
continentales y 3 mundiales.
Seguramente esos pioneros de la época amateur
se sorprenderían que en un mundo tan tecnificado y profesionalizado como el
actual, su modesto club seria consagrado mundialmente como el campeón
sudamericano del siglo XX.
Sin ninguna duda no imaginaron que harían
conocido en el mundo el nombre del modesto barrio donde se ubicaban esos
talleres y que respondía a la nostalgia de un inmigrante piamontés que llegó a
esta tierra resuelto a no olvidar sus orígenes. Fue su añoranza la que creó la
mítica palabra: PEÑAROL.
Como hubieran podido pensar que esa modesta
institución que fundaban sería hoy “el
cuadro del pueblo”?. El de la hinchada más grande y fiel, que ha llenado
estadios no solo en este país sino en el exterior en la intención irrenunciable
de no dejar nunca de alentar a sus colores. El que creo la bandera más grande
del mundo, no para superar a nadie sino para mostrar la grandeza de Peñarol.
No podían intuir que ese club ganaría
corazones y pasiones en otras tierras y muchas instituciones serían fundadas en
su homenaje y ostentarían sus colores. No podían saber que su club sería marca
reconocida de este Uruguay en el mundo entero.
Es así que estos 121 años fundidos en el
bronce de la inmortalidad han hecho de esta, su institución, la más antigua en
actividad, la más veces campeona y la más popular de este país. Pero han hecho
también que sea modelo a ser imitado por otras.
En estos 121 años son muchos los hombres y los
nombres que, desde distintas posiciones, han contribuido a forjar esta historia
que el transcurso de los años ha transformado en mítica. Esa historia plagada
de hechos y actos que se han transformado en leyenda.
Hechos como el clásico del 7 a 3 en 1911, dos
quinquenios uruguayos, la fuga del 49, el 8 contra 11, la remontada de la final
de libertadores del 66, las copas libertadores del 82 y el 87 ganadas en el
ultimo minuto. El campeonato invicto y sin goles en contra en 1905, el record
de imbatibilidad de Mazurkiewicz, el record de 38 goles de Morena en un
campeonato, los 7 goles en un partido del mismo Morena. Victorias ante el
Santos de Pelé en Vila Belmiro, ante Independiente en Avellaneda, ante River
Plate en Núñez, ante Palmeiras y Sao Paulo en Morumbí, ante Flamengo en
Maracaná, ante Boca en la Bombonera, ante el Inter en el Beira Rio, ante Real
Madrid en el viejo Chamartín.
Cientos de nombres que sería injusto destacar
por todos los que quedarían sin mencionar y que hoy resumo en uno solo: Obdulio
Jacinto Varela, el “negro jefe”, capitán de la gloriosa gesta de Maracaná y
jugador declarado símbolo de la institución.
Esta historia épica, teñida en amarillo y
negro, empezó hace 121 años en un modesto taller ferroviario donde 118
visionarios dieron el puntapié inicial de una leyenda imposible de igualar. Porque
fueron 118 esos socios fundadores que, sin saberlo, pusieron en marcha un
gigante deportivo que ha ganado toda competición en la que ha participado.
No hay imaginación, por más frondosa que
fuera, capaz de imaginar todo esto. Y sin embargo, como esos hechos
inexplicables de los que se nutre toda leyenda, alguien lo imaginó.
Alguien del que nada sabemos, ni su nombre, ni
su origen, ni su edad, ni su condición, ni su historia. Alguien que al pie del
acta fundacional escribió de su puño y letra una frase que se tornaría
profética:
“SERÁS ETERNO COMO EL TIEMPO Y FLORECERÁS EN
CADA PRIMAVERA”.
PEÑAROL, el decano, el primero, el más grande,
el cuadro del pueblo, hoy en tu cumpleaños 121, como peñarolense yo te saludo. El
viejo y la vieja, donde quiera que estén, seguro también te saludan.
SALVE PEÑAROL, DECANO DEL FÚTBOL URUGUAYO.
Desde la Villa Peñarol para el mundo.
Me emocionó...
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