En este fin de semana pasada se produjeron dos hechos importantes en la vida institucional y deportiva del Club Atlètico Peñarol y ambas se producen en un ámbito diferente a aquel del cual solemos ocuparnos desde estás páginas.
Generalmente nos ocupamos de la participacion del equipo de futbol aurinegro (error que asumimos y prontamente habremos de reparar haciendo alguna nota sobre triunfos importantes conseguidos por la institución en otros deportes), pero esta semana debemos referirnos a dos deportes "hermanos".
Por un lado al Futsal, donde el equipo de Peñarol se consagró campeón invicto del torneo metropolitano, lo cual no puede parecer extraño si se toma en cuenta que Peñarol es el actual bi-campeon Uruguayo de Futsal. Pero por si solo este hecho no bastase para destacarse, lo remarcable de esta consagracion es que Peñarol no solo se coronó campeon invicto sino que también lo hizo CONQUISTANDO TODOS LOS PUNTOS QUE DISPUTÓ. Fueron 13 partidos y otras tantas victorias (goleada clásica incluída) para obtener los 39 puntos que disputó.
De esta manera Peñarol se prepara para buscar el logro de ser tri-campeón Uruguayo y continuar con una tradición en este deporte y en el que puede considerarse como su antecesor, el futbol de salón.
Bueno es repasar el palmarés del equipo aurinegro en futbol de salon donde conquistó los campeonatos uruguayos de la especialidad en 1977, 1979, 1981, 1982, 1985 y 1986.
Con la modernización de aquel deporte y su transformación en lo que hoy conocemos como Futsal, Peñarol continuó con su tradición de campeón obteniendo los campeonatos uruguayos en 1995, 1996, 1997, 1999, 2004, 2010 y 2011.
Pero no fué esta la única noticia destacable para el deporte aurinegro en este fin de semana que acaba de culminar. Se produjo también la presentación del equipo de fútbol femenino que desde el próximo fin de semana defenderá los colores de la institución en el campeonato Uruguayo. Es una rama donde Peñarol debía estar presente y finalmente contaremos con un equipo. Arrancamos de atrás, dando a los rivales algunos años de ventaja y seguramente los primeros pasos no serán fáciles y habrá que pagar el precio de la inexperiencia, pero saludamos y damos la bienvenida a las futbolistas aurinegras que defenderán nuestra casaca y les deseamos el mayor de los éxitos.
Existen antecedentes que datan de la década del 40 con equipos femeninos aurinegros, incluso logrando triunfos clásicos. Esperamos vuelvan a repetirse y como en todos los deportes, la mística aurinegra se haga presente para perpetuar nuestra eterna y mas saludable costumbre: ser campeones.
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