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sábado, 4 de diciembre de 2021

A lo Peñarol, como siempre. Peñarol 3 Sudamerica 1

 

En el último partido del Clausura Peñarol se jugaba toda su chance de ganar este campeonato, la tabla anual y acceder a la definición del campeonato uruguayo ante Plaza Colonia. Para eso debía simplemente ganar. Tarea que entre los errores arbitrales y propios se había hecho complicada en los tres encuentros anteriores.

Larriera no contaba con ninguno de los laterales titulares porque por derecha estaba suspendido Giovanni González y por izquierda estaban lesionados Ramos (titular después de la transferencia de Piquerez que era el titular original y que hoy estaba en el CDS como espectador) y Valentín Rodríguez que sufrió fractura de rotula ante Progreso. El técnico escogió colocar al “mono” Pereira por derecha e improvisar a Elizalde como lateral izquierdo. No contaba tampoco con el capitán del equipo, el “mota” Gargano y para ese lugar, el técnico eligió al argentino Musto. Recuperaba en cambio los concursos de Kagelmacher en el fondo y el “canario” Álvarez en ofensiva. Sumó además el cambio de Laquintana como titular en lugar de Cepellini.

Enfrente un Sudamérica que ni siquiera ganando se aseguraba la permanencia en primera división, puesto que dependía de los resultados de Progreso y Boston River.

Peñarol no jugó bien en el primer tiempo y no generó grandes chances. La primera recién a los 17´ cuando se va Canobbio por la izquierda, engancha hacia adentro y saca el remate que despeja el arquero González arriba con una mano.

Una para Sudamérica a los 22´con un córner corto desde la derecha y Andrade saca el remate bajo, cruzado que Dawson despeja contra su palo izquierdo en buena reacción.

Sobre los 25´ un tiro libre desde la derecha en forma de centro y le cabezazo de Musto que pasa apenas por encina del horizontal.

Una jugada capital a los 31´. Una patada de Morales contra Torres que era roja y el juez Tejera saca amarilla. Esta vez el VAR actúa bien, para variar y le marca al juez que era expulsión que debe decretar Tejera.

Pero Peñarol no aprovechó el hombre demás, Siguió siendo lento, generando poco y casi sin crear situaciones para convertir.

Recién sobre los 45´ otro córner desde la derecha y de nuevo cabecea Musto, abajo, pero muy al medio y atrapa el arquero González.

Ya pasada la hora, un remate desde afuera del área del “canario” Álvarez que contiene sin problemas el arquero González.

Un mal primer tiempo de Peñarol que generó muy poco y nunca puso en aprietos serios a la defensa buzona.

En el segundo tiempo Peñarol iba a tener muchas más chances para convertir. La primera a los 4´ cuando Canobbio toma una pelota por el medio, se mete a al área, va hasta el fondo y toca atrás para el remate de Pereira que contiene el arquero González.

La apertura va a llegar a los 11´ cuando Peñarol sale en contra golpe rápido que inicia Bentancourt (que entró muy bien en el segundo tiempo) metiendo un pase notable para que corra Torres por derecha, se mete al medio y abre a la izquierda donde entraba Canobbio que dentro del área define notable, cruzado, abajo, superando la estirada del arquero y clava la pelota abajo contra la base del palo izquierdo. Peñarol ganaba y era campeón del Clausura y la tabla anual.

Gol que debía dar tranquilidad y que había que tratar de asegurar con un segundo tanto, pero parece que eso es demasiado fácil y Peñarol tiene que complicarse. Siempre ha sido así en la historia aurinegra y esta vez no iba a ser la excepción.

Porque a los 25´, en una jugada aislada donde nos parece que el primer jugador de Sudamérica pica adelantado, la pelota bien a la izquierda para Acosta, que la aguanta y la filtra entre tres defensores para Andrade que le gana el cierre a Musto y define ante la salida de Dawson para meter la pelota en el arco y marcar el empate.

Y Peñarol se fue arriba, buscando el gol que necesitaba y acumulando chances para convertir.

A los 30´ Canobbio por derecha, se mete hacia el medio y el remate cruzado que se pierde afuera contra la base del palo izquierdo sin que Álvarez la pudiera tocar sobre la línea con arco libre.

Un minuto después la pelota a la derecha para Busquets (que ingresó en el segundo tiempo cuando ya Pereira, cansado, no paraba a nadie) y el remate que pega en el travesaño y se va afuera.

Sobre los 35´ un córner desde la izquierda y el cabezazo de Bentancourt que González vuela para atrapar contra su caño derecho.

Otra vez a los 38´ Busquets por derecha, toque atrás al área y llega solo Canobbio que le pega muy de abajo a la pelota y la manda por arriba del horizontal cuando estaba el tanto.

Dos minutos después dos jugadas claves. Una pelota jugada desde el medio para la entrada de Torres por derecha el remate cruzado, pega en el brazo de un defensor y se pierde apenas afuera contra la base del palo izquierdo. Pudo haber entrado, no lo hizo, pero era penal y penal claro. Tejera no lo cobra y el VAR, bien, gracias.

De ese córner (porque el juez vio que pego en el defensor, pero no vio la mano y el VAR tampoco) ensaya una chilena Álvarez y vuelve a pegar en el brazo de otro defensor. ¿Tejera? No cobra nada. ¿El VAR? Manejado por ciegos. Otra vez Peñarol perjudicado con dos penales no cobrados en un minuto y con VAR incluido.

Ya pasada la hora otra pelota para Torres por izquierda, ingreso al área, remate cruzado y la pelota de nuevo se pierde rozando la base del palo izquierdo. No había suerte. No quería entrar. El partido se iba y Peñarol debía pensar en un clásico contra Nacional para ganar el Clausura y forzar otros dos clásicos más para ganarlos y enfrentar recién ahí a Plaza por el Uruguayo.

Pero existe una forma de ganar que es patrimonio particular del equipo aurinegro desde hace 130 años. La que ha sido bautizada como “ganar a lo Peñarol”. Ganar cuando es imposible. Ganar cuando ya nadie cree. Ganar cuando no queda nada. Ganar contra toda la adversidad. Quienes somos manyas no necesitamos que nos expliquen que significa ganar a lo Peñarol.

Cuatro minutos pasada la hora. Pelota para Bentancourt por derecha, el centro al medio, rebota, cruza el área, la toma Canobbio por izquierda, toque atrás a Cepellini, abre al medio……… Y aparece Trindade, que no tiene miedo de pegarle, que hace lo que debe hacerse cuando el rival se te cierra, le pega al arco, rebota en el cuerpo de un defensor, descoloca al arquero y se mete por el medio del arco. Peñarol 2 a 1, en los descuentos, como siempre.

Pero no quedaría ahí, porque dos minutos después un intento de salida de Sudamérica por derecha, pelota luchada, el queda larga a un jugador buzón y otra vez Trindade que ve adelantado al arquero y casi desde la mitad de la cancha saca el zapatazo que hace que la pelota pase por encima del guardameta y se meta en el arco de la Cataldi, donde estaba el sector más fanático de la hinchada carbonera. Peñarol 3 Sudamérica 1. Peñarol campeón del clausura, ganador de la tabla anual y a un partido de reconquistar el torneo Uruguayo.

Peñarol fue sin dudas el mejor equipo del Clausura y debió ganarlo con luz de no mediar los errores arbitrales y los fallos oscuros de los tribunales de la Auf. Pero no se ganó nada. Ahora todas las baterías deben estar puestas en Plaza para el martes, para ir por todo, para quedarse con el Uruguayo y recuperar el sitial que merece el equipo más veces campeón de este país.


 El héroe inesperado. Jesús Trindade

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