Sabor amargo

 

Se jugaba un nuevo clásico del futbol uruguayo y era un clásico especial. Porque después de 92 años se volvía a jugar en un lugar histórico como el Parque Central. Histórico porque en ese campo Peñarol ganó el primer clásico de la historia el 15 de julio de 1900 por 2 a 0, con dos goles de Aniceto Camacho. Por supuesto que en aquella época aún no se consideraba clásico. Durante nuestros primeros años de historia, nuestro clásico adversario era Albion, con quien nos veníamos enfrentando desde 1892 en forma asidua.

Por aquel entonces, el Parque Central pertenecía a otro de los clubes fundadores de la AUF, el Detuscher Fussball Klub, equipo de la colectividad alemana que le prestaba el campo a Nacional que no tenía cancha propia. Nacional jugaba en la cancha auxiliar y se le permitía jugar en la principal cuando el Deutscher jugaba de visitante, hasta 1909 cuando el Deutscher (rebautizado como Atlético Montevideo) dejó de existir. Deutscher disputó en ese campo el primer campeonato uruguayo en 1900 junto a los demás fundadores de la AUF: Albion, Uruguay Athletic y Peñarol, coronando al equipo aurinegro como primer campeón uruguayo de la historia.

El Parque Central se había inaugurado el 25 de mayo de 1900, con un encuentro entre Deutscher y Peñarol, donde el aurinegro también se impuso por 2 a 0. Por tanto, el Parque Central fue, desde su inauguración, un estadio histórico para Peñarol, no en vano el partido de hoy era el numero 73 ante el clásico rival en ese campo. El propietario original del terreno del Parque Central fue la empresa de tranvías “La Transatlántica” que curiosamente era propietaria también del terreno donde hoy se encuentra el estadio “Las Acacias” y que Peñarol compró en 1912 e inauguró como estadio principal el 19 de abril de 1916 y hoy oficia como estadio para las divisiones formativas.

Después de esta quizás extensa, pero necesaria introducción, el clásico de hoy se empezó a jugar en Brasil. Donde sorpresivamente y sin avisar a las autoridades de la AUF, dirigentes de Nacional se presentaron en la concentración de la selección luego de la eliminación de esta trasnochada Copa América, para que sus jugadores viajaran de inmediato para disputar el encuentro. Nacional tiene todo su derecho a hacerlo y nos parece muy bien, lo que no está bien es que no se avisara a nadie para intentar sacar ventaja. Peñarol se movió rápido para traer también a sus jugadores que llegaron apenas unas 3 horas antes del encuentro.

Conocida es nuestra posición acerca de que no queremos jugadores aurinegros en la selección, precisamente por este tipo de cosas. Peñarol debe contar con sus jugadores en todos los partidos que dispute y así se trate de un amistoso, para nosotros es más importante que la final del campeonato del mundo con la selección.

A diferencia del técnico de Nacional, Larriera no colocó como titulares a los jugadores que vinieron de la selección. Así Peñarol salió a la cancha con Dawson en el arco, Carlos Rodríguez, Kagelmacher, Maximiliano Pereira y Piquerez en defensa. EL medio con Trindade y Gargano. Abiertos Canobbio y Olivera. Como enganche Cepellini y en ofensiva el “canario” Álvarez Martínez.

Emulando a aquellos 11 titulares que hace casi 121 años jugaron y ganaron el primer clásico de la historia: F. Fabre, R. Ríos, J. Buchanan, C. Ward, L. Mazzucco, F. G. Jackson, G. Davies, E. Acevedo, T. Lewis, A. Camacho y C. Lindenblat. Para quienes hablan del “club inglés”, en ese primer once clásico había 7 jugadores nacidos en estas tierras.

En la primera jugada del partido quedó en evidencia cuál iba a ser la tónica del encuentro. Porque antes del minuto, en la mitad de la cancha, Corujo le mete una patada de atrás al “canario” Álvarez. De esas típicas patadas de “ablande” y el juez Tejera, no saca la amarilla que debía sacar. Desde ese momento Nacional supo que iba a poder pegar sin consecuencias, como sucedió más adelante en el juego.

Sobre los 5´ la primera para el local. Tiro libre desde la derecha en forma de centro al área, la peina Bergessio en el primer palo y toque de Laborda para que Dawson se arroje abajo contra la base de su palo derecho para quedarse con una pelota que era muy difícil.

Responde Peñarol a los 8` con un tiro libre frontal desde la media luna de Cepellini y Rochet vuela contra su palo izquierdo para sacar la pelota al córner en notable defensa.

Sobre los 16´ debió irse expulsado Neves que comete una falta de amarilla, como ya tenía una, debió terminarse el partido para el mediocampista tricolor. Pero Tejera no la saca y el técnico Capuccio lo deja aun mas evidencia quitando a Neves del campo apenas 4´ después.

Pero no fue la única, porque a los 29´ debió irse expulsado Bergessio por un codazo intencional contra Kagelmacher. Un jugador que ya tiene antecedentes por malintencionado, no es la primera vez que usa los codos para lesionar a un rival. Pero Tejera no pitó ni falta.

Poco fútbol en el primer tiempo. Peñarol volvió a carecer de generación de juego y salteó la mitad de la cancha. Nacional también jugó poquito, apenas si intención de Ocampo a quien no lo acompañaron bien. Párrafo aparte para el hecho de que con un juez que hiciera respetar el reglamento, Nacional debió terminar ese primer tiempo con 9 jugadores.

Para el inicio del segundo tiempo, Larriera da ingreso a Torres en lugar de Olivera para darle más potencia al ataque mirasol. Y en pocos minutos Torres demuestra todo lo que puede. Ya en el primer minuto Piriz lo levanta de una patada y de nuevo Tejera no saca amarilla.

A los 4´ Un toque de Torres para Piquerez que levanta el centro desde la izquierda y el cabezazo de Álvarez se va por encima del horizontal.

Responde Nacional un minuto después con un centro desde la izquierda y queda solo para definir Cantera, pero se demora y la zaga consigue trabar el remate y mandarla al córner.

A los 8´ otra vez Torres por izquierda el toque al área para Canobbio que la juega atrás para el remate frontal de Álvarez que, trabado se va apenas afuera al córner contra el caño izquierdo.

A los 13´ le sacan amarilla a Corujo que era la segunda si Tejera hubiera sacado la que debió antes del minuto de juego. Otro hombre de Nacional que no debió terminar el juego.

Dos minutos después, otra jugada por izquierda el toque al área de Piquerez y el remate de Canobbio que pega en un defensa y se va al córner contra el palo derecho.

Era más Peñarol, pero como tantas veces en estos últimos años, no lo plasmaba en el marcador y lo terminaría pagando carísimo.

Porque a los 25´ un cruce de derecha a izquierda supera a Acosta, permite que reciba a su espalda Ocampo, que le gane en velocidad y defina cruzado para batir a Dawson al que la pelota le pasa entre las piernas y se meta contra el palo izquierdo.

Pudo empatar Peñarol a los 29´ otra vez por izquierda con pase de Canobbio para Torres que define cruzado y contiene Rochet.

Y el mazazo llega a los 38´ cuando Cándido le gana una pelota a Trindade, sale muy mal Carlos Rodríguez que queda pagando y permite que se vaya solo el volante tricolor que remata cruzado ante la salida de Dawson para colocarla contra el palo izquierdo.

Justo es decir que antes del final debió irse expulsado Acosta por una falta como último hombre, pero Tejera no lo expulsa, consciente de que antes debió haber expulsado a tres jugadores tricolores.

Pasada la hora, Peñarol tuvo dos chances para descontar, pero en la primera el remate de Torres se fue por encima del horizontal y en la segunda el tiro de Trindade pegó en el palo derecho cuando estaba vencido Rochet.

Peñarol cae y queda a 6 puntos del tradicional rival y se despide del apertura. Pero además, compromete ya la tabla anual porque va a quedar debajo de un montón de equipos en la tabla.

En el horizonte aparecen los dos clásicos por Copa Sudamericana donde, con este antecedente, Peñarol estará más que obligado a ganar, en un clima que no es el mejor y donde Larriera comienza a caminar en la cuerda floja.

Sabor amargo nos queda  a los hinchas carboneros con un equipo que luego de una buena primer fase de Sudamericana (los primeros 4 partidos en realidad) se ha venido abajo y ha extrañado enormemente la pérdida de Terans.