Peñarol jugaba un partido especial, no solo porque era el inicio de la fase de grupos de la Sudamericana sino porque era el centésimo partido oficial en el Campeón del Siglo. En aquél primero (victoria ante Danubio 2 a 1) estuvimos presentes en la tribuna, en este no pudimos hacerlo por obvias razones.
Enfrentando al Sport Huancayo de Perú que, pese a su breve existencia, es un equipo con experiencia en estas lides. Es la sexta ocasión en el que el equipo incaico disputa esta copa. Sin ir mas lejos, el año pasado eliminó a Liverpool con quien había empatado en Perú y lo derrotó acá de visitante. Es un equipo que hace mucho tiempo juega junto, que tiene un técnico como Valencia que ha trabajado ya en 3 etapas distintas en el club y que tiene como principales jugadores a dos de sus medios: Valverde y Lliuya.
Larriera arrancó con el mismo equipo que paró ante Cerro Largo en ambos partidos, con una sola excepción y sin ninguno de los refuerzos. Dawson en el arco, Formiliano y Kagelmacher como centrales, Juan Acosta a la derecha y Piquerez a la izquierda. Gargano y Trindade en el medio con Giovanni González y Torres intercambiando las bandas. Terans de enlace y el “canario” Álvarez Martínez como centro delantero.
Peñarol tuvo la primera a los 2` con un remate desde afuera del área de Torres desde la izquierda y vuela el arquero Zamudio para rechazar contra el palo derecho.
Responde el Huancayo un minuto después por la misma vía. Notable remate desde afuera de Valverde y esta vez es Dawson el que vuela contra su palo derecho para mandarla al córner.
A los 8´ otro remate desde afuera de Piquerez desde la izquierda que se pierde apenas afuera contra la base del palo derecho.
La apertura llega a los 16´ con un centro desde la derecha con rosca al área de Trindade e impecable salto del canario Martínez para meter el cabezazo que le vence las mando al arquero Zamudio y se mete contra el palo derecho.
Pero Peñarol no pudo ni disfrutar esa puesta en ventaja, porque movió Huancayo, la jugaron a la derecha, el centro bajo al área y anticipa el brasileño Liliu para ganarle al pobre esfuerzo defensivo de Formiliano y mete el remate que manda la pelota contra la base del palo derecho de Dawson que tampoco ensayó defensa alguna.
Otra vez a remar el partido. Sobre los 24` otra vez el remate desde afuera del área, esta vez de Terans para que contenga Zamudio bien parado en medio de su arco.
Sobre los 31` una pelota que le queda a Kagelmacher en ataque por la izquierda y busca el tanteo al segundo palo que se va al córner contra el palo izquierdo rozada por un defensa.
Un minuto después un córner de Trindade pero desde la izquierda y Torres anticipa en el primer palo para sacar el remate seco, de sobrepique para meter la pelota contra el palo derecho marcando el 2 a 1.
Un par de minutos después el juez ecuatoriano Cajas comete dos errores garrafales en un minuto. El primero a los 34` cuando se come un claro penal contra Giovanni González al que lo bajan dentro el área y no cobra nada.
El segundo en el minuto 35 cuando cobra una falta frontal contra Gargano cuando la pelota derivaba por derecha hacia Torres que se metía solo contra el arco. El juez ecuatoriano no dio la ley de ventaja que correspondía.
A los 43´ un tiro libre desde la derecha de Piquerez que le pega directamente al arco y el arquero se estira para rechazar contra la base del palo izquierdo cuando se metía y la defensa la envía al córner.
De ese córner de la derecha, anticipa Kagelmacher para meter el cabezazo cruzado para mandar la pelota contra el palo derecho marcando el 3 a 1 con el que se cerró el primer tiempo.
Peñarol fue más que su rival en esa etapa. Tuvo el mérito de no desesperarse cuando recibió el empate y seguir buscando el gol. Pero lo pasó mal cuando el equipo peruano manejó la pelota en el medio y la jugó en velocidad. No estuvo firme la retaguardia que no pasó sensación de seguridad.
En el segundo tiempo, Peñarol se replegó y le dejó el campo al Huancayo buscando salir de contragolpe, pero eso no sucedió durante los primeros minutos. De todos modos, la visita no generó peligro alguno sobre el arco de Dawson y el partido cayo en un pozo entre Peñarol que esperaba y el Huancayo que no podía.
A los 7` debió irse expulsado Barreto por una patada a destiempo sobre Piquerez, pero el pésimo arbitro ecuatoriano le sacó amarilla.
Sobre los 21´ un pase notable de Terans, filtrado al área para la entrada por izquierda de Giovanni González al que lo bajan claramente dentro el área y esta vez si lo cobra el juez Cajas. Lo remata Terans para colocarla abajo contra la base del palo izquierdo, el arquero al otro palo y Peñarol 4 a 1.
Y ahí se acabó la resistencia del Huancayo que bajó los brazos y solo cabía esperar más goles aurinegros.
Pudo marcar el aurinegro a los 24´ con una jugada por el medio de Terans que culmina con un remate desde la puerta del área que se pierde apenas afuera contra el palo izquierdo.
Otra chance a los 31´ cuando desborda Acosta por derecha, mete el centro atrás y Terans domina y saca el remate que se pierde apenas ancho contra el palo izquierdo.
A los 35´ notable pared entre Canobbio y Cepellini (dos de los que vinieron desde el banco) con devolución del segundo para que el primero entre al área por derecha y meta el pase bajo al corazón del área donde aparece el canario Álvarez para definir y mandar la pelota contra el palo izquierdo poniendo la lotería aurinegra. 5 a 1.
Y pudo aumentar el mirasol a los 41´ cuando mandan la pelota para que entre al área Schiappacasse por derecha, saque el remate cruzado que rechaza el arquero y Nahuelpán no puede meterla en el rebote. Otra vez casi gol con jugada de otros dos que vinieron del banco.
Peñarol ganó 5 a 1 en su partido 100 en el Campeón del Siglo. Una buena victoria también por el saldo de goles que puede llegar a ser determinante para la clasificación porque solo clasifica el primero del grupo y el rival directo que es Corinthians seguramente hará muchos puntos.
En una semana habrá que viajar a Brasil para enfrentar a ese Corinthians que aparece como el gran rival a vencer y Peñarol deberá traerse un buen resultado y quebrar por fin la maldición de sacar puntos fuera de casa.
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