Peñarol
volvía al campo del CDS, después de haber perdido el tricampeonato más fácil de
la historia por responsabilidad primaria de sus dirigentes y de su gerente
deportivo (ahora ex gerente) con ayuda de los errores del antiguo cuerpo
técnico, del plantel de jugadores y del pésimo estado físico que presentó el
equipo en el último semestre del año pasado que llevó a reiteradas lesiones que
afectaron las chances deportivas.
El nuevo
equipo, ahora dirigido por Diego Forlán se presentaba ante su gente en su
segundo partido oficial. El primero no lo pudimos ver porque la tv no lo
consideró suficientemente importante como para invertir los recursos necesarios
para transmitirlo. En ese encuentro, Peñarol cayó 2 a 0 ante Los Ángeles F.C.
en la ciudad homónima, jugando en un estadio con un nombre tan pintoresco como
“Bank of América”.
Porque nos
fuimos a hacer pretemporada a Los Ángeles, según las repetidas declaraciones de
nuestro presidente, con el objetivo de “internacionalizar la marca”. Parece que
nuestros directivos no tienen conciencia que la mejor forma de
internacionalizar la marca es ganar campeonatos internacionales, cosa de la
cual Peñarol he estado muy lejos en los últimos 30 años (con honrosa excepción
del 2011). La verdad es que hubiéramos preferido menos acuerdos para
pretemporadas en USA y más dólares por las ventas de Diego Rossi y Brian
Rodríguez.
A Peñarol
llegaron 10 nuevos jugadores y se fueron otros tantos (sin contar el
canibalismo que sufrió el equipo para el segundo semestre con la anuencia de
nuestros dirigentes). Esas 10 incorporaciones (a excepción de Piquerez que está
en el pre-olímpico) fueron presentadas al estilo de las presentaciones de los
equipos europeos. Peñarol presentó a todo el equipo incluyendo a Gargano que no
podrá jugar durante el primer semestre del año por la operación de ligamentos.
En el
primer equipo que paró Forlán en cancha, apenas dos de los “nuevos”. El fondo
fue el mismo del año pasado con Dawson en el arco. Línea de cuatro con
Formiliano, Abascal, Giovanni González y Rojas. En el medio uno de los nuevos,
el húngaro Krisztian Vadocz junto al cebolla Rodríguez. Abiertos Pellistri y el
retornado Urretaviscaya y arriba la presencia del español Xisco y Acevedo.
Enfrente
Belgrano de Córdoba dirigido por el pintoresco Ricardo Caruso Lombardi y que no
pasa un buen presente en la segunda división argentina.
Peñarol
jugó totalmente de gris hoy. Una pena que en la primera presentación ante su
gente no se haya optado por el tradicional oro y carbón.
Apenas a
los 30´´ patada alevosa del ex Nacional Erramuspe sobre Pellistri que mereció
la primera amarilla del encuentro.
La primera
para el carbonero fue a los 8´ con un toque de Pellistri para Acevedo que va
por Izquierda, se saca al marcador con un amague, entra en el área y saca el
remate que rechaza el arquero Rigamonti, que en la primera ya mostraba lo que
sería su actuación en el encuentro.
Nuevamente
a los 11´luego de un córner desde la izquierda, la pelota cae en el área y
remata el cebolla Rodríguez, la saca un defensor sobre la línea y el rebote le
queda a Acevedo que saca el remate alto que Rigamonti consigue sacar con una
mano al córner por encima del horizontal.
Una para
Belgrano a los 21´ con un remate desde afuera del área de Sequeira que se
pierde afuera contra el palo derecho.
En los
siguientes minutos Peñarol tuvo al menos 4 chances claras para marcar. A los
24´ va Giovanni por derecha el toque para Acevedo por el medio quien se saca a
3 marcadores luego de un control notable en velocidad y abre a la izquierda
para el remate cruzado de Xisco que consigue rechazar Rigamonti con una mano a contrapié
en notable atajada.
Un minuto
después un centro de Acevedo desde la derecha y el cabezazo forzado de
Pellistri en el primer palo para que la pelota se vaya afuera contra el palo
izquierdo.
A los 26´
un remate de Urretaviscaya desde afuera del área y de nuevo Rigamonti vuela con
una mano para descolgarla del ángulo derecho.
Otra a los
29´ con Pellistri por izquierda, centro pasado, entra Urreta por derecha, pifia
el remate y le queda a Xisco que remata de media vuelta y contiene Rigamonti
abajo.
La última
del aurinegro (hoy de gris) fue un remate muy fuerte de Urretaviscaya desde
afuera del área que se pierde apenas afuera contra el palo derecho.
Una
peligrosa para Belgrano sobre el cierre del encuentro cuando Lujan se va en
velocidad por derecha, enfrenta a Dawson y saca el remate que se pierde afuera contra
el palo izquierdo.
Fue más
Peñarol en ese primer tiempo y transformó en figura al arquero rival, pero no
pudo convertir. No se mostró tan sólido en defensa como desearíamos y con muy
poco el pirata cordobés creó un par de situaciones de peligro.
El segundo
tiempo sería completamente diferente, porque Peñarol cambió todo el equipo y si
bien no fue claramente superado por su rival, no volvió a crear situaciones
claras para convertir.
Así fueron todas
para Belgrano. La primera a los 2´ con un córner corto atrás y el centro de
Luján que toma un jugador celeste en el segundo palo, baja de pecho y remata
por encima del horizontal.
Sobre los 34´
un tiro libre desde la izquierda en forma de centro y el cabezazo de Erramuspe
que se pierde afuera contra el palo izquierdo.
10´después
otra para la visita. Jugada por izquierda y la pelota que le queda a
Estigarribia que remata y la pelota se pierde apenas afuera contra el palo
derecho luego de rozar en un defensa.
La última a
los 40´ cuando Guzmán Pereira pierde una pelota en salida y viene el centro desde
la derecha para Constantino que solo dentro del área le pega muy de abajo y la
manda por encima del horizontal.
Peñarol
empató un partido que debió ganar por lo hecho en el primer tiempo donde generó
un montón de ocasiones, pero no pudo convertir por defectos de definición y una
notable actuación del arquero Rigamonti. El aurinegro cayó con los cambios del
segundo tiempo y Belgrano estuvo más cerca, pero Dawson no tuvo que hacer ni
siquiera una atajada digna de mención.
Muy buenas
actuaciones de Pellistri, Urretaviscaya y Acevedo en ese primer tiempo.
Preocupante la falta de solidez defensiva y de acierto a la hora de definir.
Quedan 15
días de trabajo para que Forlán trabaje esos detalles y pueda presentar un
equipo más sólido en el arranque de la actividad oficial.
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