Por tercera
vez en la historia el clásico del futbol uruguayo se disputaba en tierras
extrañas. Esta vez en el estadio FAU de la ciudad de Boca Ratón, estado de
Florida, Estados Unidos, por la llamada “Copa Gigantes de América”.
En el
equipo titular, además de las ausencias de los 4 jugadores que ya fueron
transferidos (Lucas Hernández, Giovanni González, Cristian Lema y Gabriel
Fernández) se sumaban las de Fabricio Formiliano en la zaga, Brian Rodríguez en
el extremo y la del capitán Cristian “cebolla” Rodríguez en el medio. El equipo
salió a la cancha con Kevin Dawson en el arco. Línea de cuatro con Enzo
Martínez, Juan Izquierdo, Ezequiel Busquets y Jesús Trindade. En el medio
Walter Gargano, Guzmán Pereira, Ignacio Lores y Agustín Canobbio. En la
delantera Gastón Rodríguez y Lucas Viatri.
Finalmente,
después de mucho atraso por una tormenta el partido comenzó casi una hora y
media después de lo previsto.
La primera
fue para Nacional a los 7´ a través de un tiro libre de Castro desde la
izquierda, el centro al área y el cabezazo de Corujo que se pierde afuera
contra el palo izquierdo.
Responde
Peñarol por la misma vía a los 10´. Tiro libre desde la derecha de Lores que
remata al arco, cruzado y se pierde afuera contra el palo derecho.
Por el
mismo recurso llega Nacional a los 13´. Otro tiro libre de Castro (que fue el
principal argumento ofensivo del tricolor), esta vez frontal al arco y Dawson
contiene sin problemas bien parado bajo los tres palos.
Sobre los
21´ un contragolpe rápido del tricolor por izquierda que culmina con pase
profundo de Viña para Castro que remata cruzado y Dawson consigue despejar al
córner contra el palo derecho en notable atajada.
De nuevo se
acerca el tricolor a los 36´ con un remate desde fuera del área de García que
se pierde por encima del horizontal.
A los 40´
un lateral ofensivo desde la derecha manda la pelota al área tricolor y le queda
a Canobbio que remata fuerte y Mejía consigue rechazar con el pie en muy buena
atajada. El rebote le queda a Canobbio que remata nuevamente y la pelota da en
la mano de Viña pero el juez no cobra nada.
La más
clara para el tricolor fue a los 43´ otra vez comenzada en un tiro libre de
Castro, esta vez desde la derecha, en forma de centro y el cabezazo de
Bergessio en el área chica que consigue despejar Dawson al córner con ambas
manos contra el palo derecho.
Ya dos
minutos pasada la hora, llega la apertura. Una jugada por derecha de Busquets con
pase a Canobbio que recibe dentro del área de espaldas al arco, gira para
sacarse a un marcador, engancha hacia afuera para sacarse otro y mete ele buscapié
cruzado que supera a Mejía y permite que entre por el segundo palo Gastón
Rodríguez para tocar con arco libre marcando la apertura.
De esos
goles marcados en los momentos más acertados porque galvanizan la confianza del
equipo que los convierte y mina la del adversario. Peñarol se fue ganando el
primer tiempo y quizás no fue justo, porque en un partido parejo, creó algo más
Nacional, pero el tanto de Gastón le dio la ventaja al aurinegro.
Pero el
segundo tiempo arrancó mal para el carbonero. Primero porque fue notoriamente
perjudicado por el árbitro cuando a los 2´ hay una patada descalificadora de
Zunino sobre Trindade que era roja directa y el juez Rosano saca amarilla.
A los 3´
recibe un gol que no puede conceder nunca, perdiendo la pelota en salida,
ganando 1 a 0, roba García y logra tocar para Ramirez que va por derecha,
consigue meter el pase al medio y entra solo Bergesio para definir de primera,
cacheteando la pelota para vencer el esfuerzo de Dawson y marcar el empate.
A los 6´
otra vez es perjudicado Peñarol, cuando salta con el codo arriba García que ya
tenía amarilla y debió ser expulsado. Se tiró al suelo, fingió una lesión e
inteligente el técnico Gutiérrez lo sustituyó de inmediato con la complacencia
del árbitro que debió sacar segunda amarilla y expulsar al defensor tricolor.
De ahí en
más, fue más Peñarol que fue metiendo a Nacional en su arco y tuvo chances
claras para convertir. Una doble clarísima a los 27´. La primer jugada es un
centro desde la izquierda de Brian Rodríguez que había ingresado y entra solo
Canobbio por el segundo palo para sacar el remate fuerte y cruzado y Mejía
consigue despejar con el pie al córner contra el palo derecho cuando se metía
en notable atajada del arquero tricolor.
Pero de ese
córner, debió venir el tanto aurinegro. Porque el centro cae pasado y otra vez
Canobbio mete un muy buen cabezazo cruzado y otra vez Mejía se manda una
atajada impresionante volando con una mano para despejarla contra el palo
derecho.
Peñarol no
convirtió esas dos chances muy claras y parecía que el partido se iba con
empate. Pero con dos minutos de descuento ya, un despeje largo del cebolla
Rodríguez y la pelota queda para la carrera de Darwin Núñez que le gana en
velocidad a Carvalho, elude la salida de Mejía y define con arco libre para
marcar el tanto del triunfo mirasol.
Peñarol
ganó esta copa que pomposamente dieron en llamar “Gigantes de América” y está
bien, porque todos sabemos quién es el campeón sudamericano del siglo XX. Pero
más allá de eso, gana esta copa porque fue superior en ambos encuentros. Fue bastante
más que Millonarios en el primer encuentro y hoy, en el segundo tiempo, también
fue superior al tradicional adversario y terminó venciendo con justicia.
Por
supuesto que hay mucho que corregir. Nos falta mucho en orden defensivo. Allí
Peñarol debe incorporar jugadores (se da como cerrada ya la incorporación de un
lateral izquierdo argentino proveniente de San Lorenzo) y afianzar el
rendimiento de una zona crucial para el equipo. También extraña la presencia de
un 9 típico de área por la salida del toro Gabriel Fernández, a pesar de que
Gastón Rodríguez ha marcado 4 tantos en estos 3 partidos.
Se ganó un
nuevo clásico. El primero que se gana en el exterior porque los anteriores dos
que se jugaron (en La Plata en 1960 y en La Coruña en el 2005) habían sido
victorias tricolores. La nota negativa que parece que para que el clásico se
pareciera lo más posible a los que se juegan en Uruguay le pidieron al juez que
arbitrara parecido a como se hace acá. El resultado que Nacional terminó con 11
jugadores en cancha cuando debió terminar con 9.
Peñarol
ganó el clásico y siempre es buena cosa. Se trajo un par de copas más para las
vitrinas y ahora deberá abocarse necesariamente a llenar los huecos que han
dejado en el plantel la salida de 4 titulares para enfrentar el Intermedio, el
Clausura y la fase de Sudamericana ante Fluminense.
El gigante de América es Peñarol
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