Peñarol
enfrentaba a Danubio en el CDS con la confirmación de que sería el último
encuentro en nuestro estadio para Brian Rodríguez, vendido a la MLS. Ya hemos
hecho referencia a la falta de ambición de nuestros directivos para apostar a
reforzar el equipo, pero, además la irresponsabilidad de no haber contratado
jugadores para suplir las salidas. Entendemos que la institución necesite
vender jugadores, que nos los pueda retener ante las ofertas exteriores, pero
sabiendo los jugadores que se iban a perder resulta inadmisible que no se hayan
contratado los jugadores para suplirlos. Se fue Cristian Lema, puntal en la
defensa, no vino nadie a la altura para suplantarlo. Se fue Lucas Hernández, un
jugador muy regular en el lateral, pasó lo mismo. Se fue el goleador Gabriel
Fernández, no vino ningún jugador para suplirlo. Se va Brian Rodríguez, no
podemos contratar a nadie para suplirlo.
Esto hace
que no tengamos ninguna chance a nivel internacional y que veamos sensiblemente
reducidas nuestras posibilidades a nivel local. Y sinceramente así es muy
difícil. Así se le quita la ilusión al hincha carbonero que no encuentra ningún
aliciente para creer en que se pueda lograr alguno de los objetivos a los que
debe aspirar un equipo como Peñarol. Entendemos la necesidad de recibir
recursos frescos, pero no se le puede hacer un daño tan grande a las
posibilidades deportivas del equipo.
Dicho esto,
López mandó a la cancha a un equipo de emergencia. Considerando la lesión de
Guzmán Pereira (que no estará tampoco en la revancha del martes contra
Fluminense) se agregaban las no convocatorias del capitán Cristian Rodríguez,
de Gargano, de Enzo Martínez, de Giovanni González y de Viatri. Se daba el
debut de las dos únicas incorporaciones que tiene el equipo: Rodrigo Abascal en
la zaga y el argentino Gabriel Rojas. A esto se sumaba el debut del juvenil
Matías De los Santos en el medio. Sin opciones en ataque para el recambio
puesto que tampoco estaba Darwin Núñez paseando con la selección uruguaya
mientras Peñarol le paga el sueldo.
El equipo
iba entonces con Dawson en el arco, Formiliano y Abascal como zagueros,
Busquets y Rojas en los laterales (dos debuts y un jugador que no es habitual
titular en el fondo), el medio para Tindade, De Los Santos, Lores y Brian y
adelante Gastón Rodríguez y Acevedo. Un equipo que no había jugado juntos y que
difícilmente volverá a hacerlo.
Enfrente
Danubio que siempre es rival directo y que no presentaba ex aurinegros en su
formación inicial, aunque si uno en el banco: Carlos Grossmuller.
La primera
fue para el aurinegro a los 3´. Un tiro
libre desde la derecha, toque al medio para Lores que domina y saca el remate
casi pisando el área y el arquero Cristóforo saca con una mano por encima del
horizontal en notable atajada.
En esos
primeros minutos, manejaba mejor la pelota la visita, rondando el área aurinegra,
pero sin crear peligro real. En cambio, el aurinegro, que tenía menos el balón,
era más incisivo y generaba mejores chances.
Así tuvo
dos en dos minutos. La primera a los 11´ con un centro de Rojas desde la
izquierda y el cabezazo de Lores en el área chica, cruzado, que supera al
arquero Cristóforo y pega en el palo derecho cuando estaba la apertura.
Un minuto
después una pelota en profundidad por izquierda para la entrada de Gastón
Rodríguez que define de nuevo al bulto y permite que el arquero Cristóforo
rechace con el cuerpo.
Otra vez a
los 20´ pelota al área que le queda a Gastón Rodríguez en el segundo palo,
define cruzado y otra vez Cristóforo consigue mandar al córner con el pie. En
la jugada se lesiona Gastón Rodríguez (que seguramente no estará ante
Fluminense) y como no había delanteros en el banco, ingresa Canobbio.
Responde la
franja a los 23’ con un tiro libre desde el vértice izquierdo del área que
remata Montes y Dawson se estira con ambas manos para mandar al córner contra
el palo derecho.
Otra para
el aurinegro a los 28´. Va Brian Rodríguez por el medio, engancha para sacarse
2 de encima y saca el remate en la puerta del área que se va afuera contra el
palo izquierdo.
Sobre los
31´ otra vez llega Danubio por la vía del tiro libre, esta vez frontal de
Chacón y la pelota se va cerca del palo izquierdo.
Pudo ser
para el aurinegro a los 35´ luego de otro tiro libre desde la derecha en forma
de centro, sale mal Cristóforo y le queda a Abascal que remata y la pelota da
en la base del palo derecho y la saca un zaguero de la línea. Debió ser gol
para el carbonero.
La última
es a los 40´ cuando otra vez va en velocidad Brian Rodríguez por derecha, entra
al área y saca el remate forzado que se va afuera contra el pelo izquierdo.
Peñarol
debió ganar el primer tiempo porque fue más que su rival, pero falló en la
definición y quedó claro que extrañó la presencia de un 9 de área como era el
toro Fernández.
El segundo
tiempo traía la misma tónica, pero Peñarol arrancó muy impreciso. Sin embargo,
consiguió la apertura del marcador en la primera chance que tuvo. Fue a los 12´
con una pelota que manda larga Abascal desde nuestro campo, la baja
notablemente Canobbio por derecha y mete el toque sutil para Acevedo que define
de primera ante la salida de Cristóforo para hacer pasar la pelota y mandarla
al fondo del arco.
Y se
tranquilizó el equipo con ese tanto, porque luego controló el juego en todo
momento. Más aún cuando convierte el segundo a los 18´. Una pelota el área, el
despeje de la defensa danubiana y la vuelve a meter llovida Abascal para el cabezazo
de Formiliano, llovido para que la pelota se eleve, supere al arquero y se meta
arriba contra el ángulo superior izquierdo poniendo el 2 a 0.
Y ahí se
terminó el encuentro, porque dominó siempre Peñarol que hasta debió haber
convertido otro tanto. Pudo ser a los 23´ con un notable pase de Canobbio para
Lores que recibe por derecha, se mete al medio y saca el zapatazo que supera a
Cristóforo y revienta el travesaño. Tercera pelota en el palo durante el juego.
Pudo otra
vez ser a los 32´ con una jugada por el medio y el pase de Acevedo para la
entrada de Canobbio por derecha que saca el remate a la carrera y otra vez el
arquero Cristóforo consigue mandar al córner con el cuerpo.
Tuvo un par
Danubio ya sobre el fin del juego. La primera a los 38´ con un tiro libre
frontal a la puerta del área de Gossmuller y vuela Dawson contra el palo
izquierdo para rechazar al córner con ambas manos en notable atajada.
La última
tímida de Danubio fue a los 44´ con un remate débil desde afuera de Chacón que
contiene sin problemas Dawson.
Con lo que
nos va quedando ganó Peñarol y ganó bien. Porque fue mucho más que su rival,
porque le hizo precio, porque transformó en figura al arquero rival, porque
metió tres pelotas en el palo, pero además porque no sufrió demasiado en
defensa. Pero cuidado, el equipo mostró como ha sentido la salida de los
jugadores que ya no están y que ha bajado en su calidad y en los recursos con
los que cuenta.
Ahora
vendrá el viaje a Rio de Janeiro, donde la última vez que estuvo le ganó a
Flamengo por 1 a 0, pero esta vez ni siquiera eso alcanzaría, porque por los
goles recibidos de local, Peñarol debe lograr al menos una diferencia de dos
goles. Misión (casi) imposible.
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