Se cumplen
100 años del fallecimiento de Roberto Chery, arquero aurinegro que bien puede
decirse que falleció defendiendo a la selección uruguaya y en cuyo homenaje, un
día la selección de Brasil se vistió con los colores de Peñarol.
Corría el
año 1919, Brasil jugaba su primer sudamericano (hoy Copa América) en casa y
para tal fin, inauguraba el estadio de Laranjeiras, hasta hoy propiedad del
Fluminense carioca (justamente nuestro próximo rival en la Sudamericana). Uruguay
llegaba como bi-campeón sudamericano, habiendo vencido los dos disputados hasta
entonces (1916 en Argentina y 1917 en Uruguay). Rio de Janeiro, capital de
Brasil en aquel entonces, era una fiesta recibiendo el primer campeonato
internacional organizado en tierras brasileñas.
El debut
celeste fue ante Argentina con victoria 3 a 2 y el arquero fue Saporiti. Su
segundo encuentro fue el 17 de mayo y en el arco debutaba Roberto Chery, golero
campeón uruguayo con Peñarol en 1918. El partido era ante Chile y Chery tuvo
una notable actuación. En una jugada, tuvo que realizar un gran esfuerzo, estirándose
para rechazar una pelota que se metía. Inmediatamente sintió un profundo dolor
en la zona de la ingle, pero continuó jugando hasta el final del encuentro. Cabe
recordar que, en aquellas primeras épocas del futbol, no se permitían cambios
durante la disputa de los partidos. Si un jugador se lesionaba, debía
permanecer en el campo o retirarse, pero no podía ser reemplazado por otro.
Uruguay
ganó 2 a 0, pero esa noche, ya en el hotel, el dolor se hizo insoportable.
Chery había sufrido el estrangulamiento de una hernia inguinal. De ahí en más
se sucede una increíble tragedia de 13 días, hasta que finalmente es operado el
30 de mayo no logrando superar la intervención. Algo que hoy nos parece
increíble, que se haya demorado tanto para una operación urgente, era común 100
años atrás. A pesar de haber sido operado en una clínica privada, nada se pudo
hacer para salvar la vida del futbolista.
Chery había
llegado Peñarol en 1915 junto a dos amigos que también serían jugadores
aurinegros: Isabelino Gradín y Antonio Cámpolo. Se ganó el mote de “el poeta”
porque le gustaba componer versos, recordándose especialmente uno que comenzaba
con la frase “Oh Peñarol, yo te saludo…”. Era un arquero alto, de manos
grandes, musculoso, pero de gran agilidad. Salía al campo siempre con su
característica gorra “de visera”, tan popular en aquellos años. Fue campeón con
Peñarol de la Copa Competencia en 1916 ante Rosario Central en Argentina, de la
Copa de Honor de 1918 y del campeonato uruguayo de ese año. Disputó 10 clásicos
ante Nacional, ganó 5, empató 4 y perdió solamente uno, 1 a 0 con gol de penal.
En el momento de su fallecimiento estaba destinado a ser gran figura en el arco
aurinegro y celeste, puesto que contaba solamente con 23 años. Trágicamente, el
día de su debut con la selección sería también el día de su despedida.
El
campeonato lo ganó Brasil, su primer conquista sudamericana, después de jugar
dos veces ante Uruguay. El primer encuentro terminó 0 a 0 y en el desempate,
ganó Brasil 3 a 2 en el alargue. Eso fue el 29 de mayo, un día antes de su
fallecimiento.
Enorme
consternación causó la noticia de su muerte, como lo refleja la prensa carioca
de la época que destacaba la noticia en primera página. Días después debía
disputarse la Copa Rio Branco, entre Brasil y Uruguay. La delegación celeste,
con lógica congoja, decidió no disputar el encuentro. Fue convidada para
hacerlo en su lugar la selección de Argentina y la copa fue rebautizada con el
nombre de Roberto Chery. Ambas naciones hermanas tuvieron ese notable gesto y
ese día (1° de junio de 1919) Argentina jugó vestida de celeste en homenaje a
Uruguay y Brasil vistió de amarillo y negro en homenaje a Peñarol, club del
arquero.
El
encuentro terminó 3 a 3 y es anécdota. Lo destacable es el gesto de las
autoridades brasileñas que donaron la recaudación del encuentro a la familia de
Chery y la copa a las vitrinas de Peñarol donde se encuentra desde entonces.
Hoy, 100
años después del hecho, nuestro humilde homenaje y recuerdo a Roberto Chery,
gallardo arquero aurinegro que no quiso salir del campo y literalmente dejó la
vida en defensa de su arco. En su honor, una selección nacional vistió la
camiseta de un club extranjero, en un hecho inédito hasta ese momento en la
historia del fútbol. Ese día Brasil se vistió de Peñarol.
Curiosamente,
esta no sería la última vez que una selección nacional disputara un encuentro
con la camiseta de Peñarol. Pero esa es otra de las historias de nuestra
historia.
Brasil vistiendo la camiseta de Peñarol