Buscar este blog

jueves, 4 de abril de 2019

El viejo león sacude la melena. Peñarol 1 Flamengo 0


En la “cidade maravilhosa” Peñarol enfrentaba un partido de alto riesgo ante el Flamengo local que gastó 43 millones de dólares para armar un equipo para pelear la Copa. Ni pensar lo que podría hacer Peñarol con la mitad de ese dinero. El presupuesto anual de Peñarol ronda los 10 millones de dólares, el de Flamengo 115.

En el mítico Maracaná que nos trae buenos recuerdos a los uruguayos en general y a los manyas en particular. Porque ahí Uruguay fue campeón del mundo (con 9 jugadores aurinegros de 11 titulares) y porque Peñarol clasificó a la final de la Libertadores del 82, batiendo a este mismo rival 1 a 0 con gol de Jair. Paso previo para conquistar la cuarta de las cinco Libertadores que tiene el club.

Y no era un Flamengo cualquiera, era la base de la selección brasileña que disputó el mundial de ese año. Con jugadores de la talla de Zico, Junior, Leandro, Mozer, Adilio, Lico, Nunes. Era el campeón de la Libertadores y la Intercontinental del 81. Y Peñarol lo venció acá y allá, 1 a 0 en ambas ocasiones.

Pero el presente es muy diferente. De nuevo López tenía problemas para armar el equipo. Porque ni siquiera pudo viajar el toro Férnandez (gracias a Barboza y al árbitro Tejera, los manyas los estamos recordando con mucho cariño). Pero además con un Gargano que hacía un mes que no jugaba.

Flamengo reservó a sus titulares el fin de semana para este partido. Tiene jugadores de la talla de Diego, De Arrascaeta, mundialista con Uruguay, William Arao, Everton Ribeiro; Rodrigo Caio y Gabriel Barboza “Gabigol”, repatriado a precio de oro. Además, está bien dirigido por Abel Braga, que saco miel de las piedras durante dos años en un Fluminense muy limitado y hoy nada en la abundancia en su archirrival. Flamengo está en la semi-final del campeonato carioca (precisamente ante Fluminense) y había ganado ya los dos primeros juegos de la Libertadores (incluida la altura de Bolivia).Ante ese rival iba hoy el viejo Peñarol.
 
El encuentro empezó como cabía esperar. Con Flamengo teniendo la pelota y Peñarol esperando en su campo. Pero el aurinegro estuvo bien plantado en ese primer tiempo, tapó la subida por las bandas y pobló el medio evitando que le llegaran con peligro.

Tanto así que recién a los 13´ el rubro negro tuvo una chance para convertir. Una pelota larga para Barboza que entra al área en velocidad por izquierda y saca el remate cruzado que se pierde afuera contra el palo izquierdo.

Pero Peñarol sorprendió al local porque abroquelado atrás no renunció al ataque. Casi sobre el final, en el minuto 42 tuvo la chance más clara del primer tiempo para convertir. Fue con una corrida de Brian Rodríguez por izquierda y el toque al medio para el remate de Canobbio casi en el área chica y el arquero Diego Alves, hace una atajada impresionante con una mano para mandarla al córner cuando estaba el tanto mirasol.

Flamengo tuvo la suya ya pasado el tiempo reglamentario con un envío desde la derecha de Caio y el cabezazo de Barboza de pique el suelo que Dawson consigue despejar en dos tiempos, evitando el peligro con esa muy buena acción.

Un primer tiempo donde Peñarol se mantuvo firme y sufrió menos de lo esperado ante un Flamengo que se vio sorprendido por el buen planteo del conjunto aurinegro. Quedaba la incertidumbre de si el equipo podría mantener el ritmo y la concentración para el segundo tiempo y en qué momento Abel Braga mandaría a la cancha a De Arrascaeta.

Como era previsible, Flamengo salió a presionar desde el primer momento e intentar meter al aurinegro en su campo. Sin embargo, la primera situación de gol fue para el carbonero a los 4´ con un remate cruzado desde afuera del área de Canobbio que se pierde ancho contra el palo derecho.

Una para Flamengo a los 12, también con remate desde fuera del área de Bruno Henrique y Dawson contiene con seguridad en medio de su arco.

Otra doble para el carbonero a los 23´. Un saque largo de Dawson desde el arco a campo rival, recibe Brian Rodríguez por izquierda, se mete al área y con poco ángulo saca el remate que rechaza al córner el arquero Alves con las piernas. Del despeje defensivo de ese córner, le vuelve a quedar a Brian que saca el remate desde afuera del área que se pierde contra el palo derecho.

A los 29´ una jugada capital. Patada criminal de Barboza que se tira con los dos pies hacia adelante contra Rojo y se va bien expulsado con roja directa mostrada por el árbitro argentino Loustau.

Peñarol tenía una oportunidad soñada para conseguir un buen resultado. Quedaba con un hombre más, controlando el partido y con un Flamengo que no encontraba la vuelta del encuentro y se vio sorprendido por el planteo mirasol.

Muchas veces teniendo esa ventaja, Peñarol no la ha sabido aprovechar, pero esta vez fue diferente. Porque en el minuto 43´ un contra ataque rápido por izquierda, pelota que toma Lucas Hernández y mete el centro perfecto, el que sueña todo delantero para atacar la pelota de frente al arco y Lucas Viatri salta para meter el cabezazo de pique al suelo que supera el esfuerzo del arquero Diego Alves y se clava arriba contra el ángulo superior derecho para marcar el que sería el tanto de la victoria.

Y debo confesar que en el momento de gritar el gol, me acordé de aquella otra noche en Maracaná, cuando con 11 años me abracé con mi padre a gritar ese gol de Jair. Hoy mi padre ya no está. Hace 17 años que pude gritar mi último gol con él, pero en ese grito, en ese elevar los puños al cielo, mi búsqueda de su presencia y recuerdo para volver a festejar como aquella noche, ya tan lejana.

Abel Braga dejo a De Arrascaeta en el banco y creemos que se equivocó. López en cambio, leyó muy bien el partido e hizo los cambios justos. Entró muy bien Rojo y puso a Viatri en el momento justo para aprovechar sus virtudes. Peñarol sorprendió a su rival y anuló sus mayores virtudes al punto que casi no tuvo que soportar jugadas de gol.

Peñarol volvió a ser aquel viejo león de las noches de copa, cuando todo parece imposible y la casaca aurinegra consigue hazañas en las que nadie cree. Era muy difícil este partido. Era mucha la diferncia de recursos. Hacía mucho tiempo que Peñarol no ganaba en el exterior. Hasta el más fanático hincha mirasol hubiera firmado gustoso el empate. Pero Peñarol es enorme, inmenso, un club legendario, capaz de las más grandes hazañas y hoy volvió a escribir una página en esa historia de leyenda.

Aún es muy difícil. Porque ahora habrá que ratificar este triunfo. No hay descanso posible. Porque habrá que ganarle a Liga y a este mismo Flamengo en casa para tener chance de clasificar. No se ha conseguido nada, pero hoy Peñarol volvió a ser ese viejo león que sacude la melena en campo ajeno y ruge seguro de su fuerza.

Estos son los triunfos que hicieron grande a nuestro club, admirado y temido, respetado y conocido en el mundo entero. Que sea el principio de un resurgimiento duradero y ya no una página aislada como fue en los últimos años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario