El Campeón
del Siglo se abría para recibir a un Peñarol golpeado por la derrota y casi eliminación
de la Libertadores. Un Peñarol diezmado al que a las lesiones ya conocidas se
sumó la rotura de ligamentos de Corujo y las contracturas de Lucas Hernández y
Kevin Dawson. Asi, debutó Thiago Cardozo en el arco aurinegro, Rojo volvió a
ocupar el lateral y Franco Martínez tomó el medio.
Enfrente el
siempre complicado Defensor, con la cultura de ensuciar los partidos, hacer
tiempo y jugar con la necesidad del rival. Estrategia siempre permitida por los
árbitros de turno. Hoy le tocó al blandito de Leodán González.
Peñarol no
dependía de sí mismo, necesitaba la ayuda de Danubio para frenar a Nacional,
pero todo partía de una única premisa: ganar.
Y las cosas
no empezaron bien para el aurinegro porque la primera fue para el violeta a los
5´ cuando Rojo pierde una pelota en salida y se la lleva Rivero por derecha,
enfila hacia el arco y saca el remate sesgado con poco ángulo, afuera contra el
palo izquierdo.
Sobre los
8´ la ayuda arbitral que recibe siempre Defensor. Tiro libre desde la derecha y
cuando quiere saltar el Toro Fernández, Correa lo toma claramente de la camiseta
al punto que se ve claramente el estirón. Por supuesto el árbitro no cobra nada,
como siempre, ante el mismo equipo de siempre e incluso ante el mismo jugador
de siempre, Correa que comete un par de penales por partido y con suerte alguna
vez le marcan alguno.
Pero se
termina de complicar a los 17´ cuando luego de un despeje en la defensa, Cardaccio
manda la pelota al área, peina el cebolla Rodríguez y le queda a Castro por
derecha que mete el centro pasado, Cardozo se lleva por delante a un defensa en
su intento de salir y solo Cougo por el segundo palo, toca de cabeza con el
arco libre. 1 a 0 Defensor, con Peñarol de nuevo perjudicado por los árbitros.
Peñarol
sintió el golpe. Le costó recobrar el protagonismo. Insinuó apenas a los 30´
con un centro de Varela desde la derecha y cabecea el cebolla apenas
afuera contra la base del palo derecho.
El empate
llega a los 34´. Un tiro libre desde la
izquierda, despeja la defensa violeta y le queda de frente a Estoyanoff que
vuelve a meterla al segundo palo, Maxi Rodríguez cabecea al medio, vuelve a
despejar la defensa y le queda a Rodrigo Rojo que saca la volea fuerte que
supera al ex arquero aurinegro Reyes y se mete contra el palo derecho en un
merecido empate.
Y debió
irse ganando Peñarol, porque a los 40´ hay otro centro de Varela desde la
derecha al segundo palo y entra solo Maxi Rodríguez, cabecea bien, cruzado, contra el
otro palo, a contrapié del arquero y Reyes se manda una impresionante atajada
con una mano hacia atrás salvando su arco.
Y el
segundo tiempo fue todo del aurinegro. Ya a los 2´ el toro Fernández le pelea
una pelota en el área a Correa, se la lleva, pero se apura a definir y lo hace
al bulto permitiendo que rechace el arquero Gastón Rodríguez que había
ingresado por Reyes lesionado.
A los 11´
un tiro libre de Estoyanoff desde el vértice izquierdo del área y la pelota
revienta el travesaño de Rodríguez que había sido superado.
El segundo
llega a los 14´, un notable cruce de Maxi Rodríguez para la entrada de
Estoyanoff solo por derecha, lo atora el arquero, la pelota rebota para
Palacios que primero no puede definir atorado por un zaguero, pero si lo hace en
segunda instancia para ponerla contra el palo derecho marcando el 2 a 1.
El tercero
llega a los 17´ con un Peñarol que arrollaba a su rival. Es un córner desde la
derecha, el cabezazo de Arias y la pelota cae en el segundo palo a los pies de
Palacios que domina y la coloca contra la base del palo izquierdo. 3 a 1,
partido liquidado y a prestar atención en Jardines.
Sobre los
21´ se va expulsado Cardaccion por doble amarilla y como en los últimos partidos
ante Defensor, el violeta que pega mucho, se quedaba con algún jugador menos.
De ahí en
más, fue todo del aurinegro que acumuló chances como pocas veces para aumentar.
La primera
a los 25´ con una preciosa jugada por izquierda, el toque al área para Palacios
que descarga de taco atrás para Maxi Rodríguez que saca el remate que se va por
encima del horizontal.
Otra a los
32´ con un centro desde la derecha del cebolla, volea de Palacios que rechaza
el arquero Rodríguez.
Un minuto
después otra clarísima que merecía ser gol. Jugada donde lucha y se la lleva
Varela por derecha, hace el pase al medio a media altura y entra Palacios a
quien le queda el único recurso de golpear la pelota con el taco y esta se
estrella en la base del palo derecho de Rodríguez que poco podía hacer.
Una nueva
chance a los 36´ con un centro, esta vez desde la izquierda y el toque de
Palacios que contiene el arquero en dos tiempos.
El cuarto
tanto que se estaba demorando, llega a los 39´ en una jugada doble. La primera
es una jugada por derecha que culmina con un remate de Estoyanoff que consigue
tocar el aquero, pasa por el arco libre y consigue despejar un zaguero al
córner sin que ningún aurinegro lograra mandarla al arco libre. De ese córner
la pelota cae en el área y queda a los pies de Formiliano que de derecha, la
manda arriba contra el palo izquierdo, en un gol poco festejado porque a esa
altura ya se sabía que en Jardines ganaba nacional.
Al partido
le quedaba poco más. Una expulsión de Cougo por doble amarilla faltando 2´.
Pasada la
hora una última jugada con un cruce de derecha a izquierda de Estoyanoff para
la entrada de Canobbio de sobrepique que contiene el arquero.
Peñarol ganó
4 a 1, se sobrepuso al golpe de la Copa, fue muy superior a su rival aun cuando
estuvo en desventaja e hizo lo que tenía que hacer. Lamentablemente no alcanzo
y no es culpa de nadie más que el propio Peñarol. Porque este campeonato no se
perdió hoy, se perdió aquella noche negra ante Torque, cuando el equipo que
quedó último y no le ganó a nadie, nos dio un baile de novela.
Ahora viene
un cierre triste de la copa y el intermedio, un campeonato tan innecesario como
inútil.
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