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miércoles, 2 de mayo de 2018

Casi afuera


Peñarol se jugaba la chance de continuar en la Libertadores justamente donde hace un año quedó sin chances de continuar. En el estadio José Fierro de Tucumán ante el Atlético local. Peñarol necesitaba al menos un punto para llegar a definir en Montevideo. Con problemas de último momento por las lesiones de Estoyanoff y Lucas Hernández, subrogados por Rojo y Corujo (que también se fue lesionado promediando la media hora de juego).

Durante todo el primer tiempo fue más el local aunque sin crear tantas chances como cabía esperar. Peñarol nuevamente fue un equipo sin peso ofensivo, no remató al arco en todo el primer tiempo sin aprovechar que el arquero rival estuvo varios minutos en el campo visiblemente disminuido por una lesión en el tobillo.

Así las cosas, las dos únicas chances dignas de ser llamadas tales fueron para Atlético Tucumán. La primera a los 25´ con un tiro libre desde la derecha de Rodríguez y entra solo Cabral ante una remisa defensa mirasol, pero llega exigido a la pelota y la manda por encima del horizontal.

La otra ya pasado la hora con una muy buena jugada de Leandro Díaz por derecha, que engancha para sacarse al marcador y remata al arco para que contenga Dawson abajo sin dar rebote.

Pobrísimo primer tiempo (por suerte para Peñarol de los dos) con un aurinegro preocupante por su falta de opciones en ataque.

Peñarol tuvo la única al inicio del segundo tiempo. A los 3´ en la única jugada de Canobbio (que otra vez defeccionó en un partido importante) va hasta el fondo por derecha y toca atrás para Maxi Rodríguez que le pega muy de abajo a la pelota y la manda por encima del horizontal.

En un partido tan malo el que hacía el gol ganaba y lo hizo Tucumán, fue a los 13´ cuando Leandro Díaz hace la misma del primer tiempo, va por derecha engancha para sacarse al marcador y esta vez la pone abajo contra la base del palo izquierdo de Dawson que nada puede hacer. 1 a 0 y sensación de partido que se termina confirmando al final.

Peñarol sintió el golpe y de ahí en más domino cómodamente el local que hasta tuvo alguna chance más para aumentar.

La primera a los 16´ cuando Peñarol desperdicia un tiro libre a favor y queda mal parado para el contragolpe y se vienen 4 jugadores de Tucumán contra solo un aurinegro y finalmente es Risso quien define mal entrando por izquierda y mandando afuera.

Otra a los 24´ cuando luego de una jugada por derecha, la pelota le queda a Aliendro dentro del área y se arroja Dawson para evitar el tiro y el tanto.

Y de ahí no paso más nada, pero más nada. La pelota la tuvo siempre Atlético, incluyendo 8 minutos seguidos contra la banda izquierda forzando laterales y corners sin que Peñarol pudiera agarrar la pelota.

Tres partidos en el exterior y tres derrotas y una sensación encontrada. Porque Peñarol no fue menos en ninguno de los tres partidos y los perdió los tres, pero tuvo tan pocas ideas que termina siendo irritante.

Una vez más, estamos casi afuera. Se tendría que dar el milagro de que un Libertad ya clasificado le gane a Atlético y nosotros vender a The Strongest (esto último mucho más posible)

Ahora será Defensor el sábado, otra vez corriendo de atrás y dependiendo de otros. Un triste panorama.

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