Buscar este blog

miércoles, 26 de octubre de 2016

Los giles de la película



Peñarol volverá a jugar sin público como consecuencia de lo acontecido hace una semana en lo que ya de por si resulta una sanción previa a la que vendrá (una especie de “prisión preventiva” para que se entienda). Es indudable que Peñarol será sancionado en virtud del nuevo código aprobado por la AUF bajo presión de una de las instituciones más corruptas del planeta (la que ahora preside el peladito Infantino) que es más proclive a hacer buena letra con las acciones ajenas que con las propias (algo así como un capo mafioso exigiendo honestidad a los demás).

Ahora bien, el primer y principal perjudicado por esta sanción es Sudamérica, que pierde una de sus recaudaciones más importantes en el año. Una institución que no tiene nada que ver con el tema del otro día. Pero además Peñarol acaba de jugar un partido sin público y eso no solucionó nada. Bastó un nuevo partido con hinchada para que se registrara el problema. Es absurdo que a esta altura alguien siga sosteniendo el criterio que esto se arregla con sanciones a las instituciones, porque esta gente no es hincha de nadie, son delincuentes que se escudan detrás de los colores de un club. Pero los dirigentes de la AUF (o los de la Fifa desde sus despachos en otro continente) siguen apostando a las sanciones. Cualquier similitud con una estructura organizada de nuestro futbol es, evidentemente, una gran casualidad.

Pero además, quedó muy claro para todos (incluso en declaraciones de los propios jerarcas del Ministerio del Interior) que lo del otro día no tuvo nada que ver con el aspecto deportivo. No fue un hincha fanático que reaccionó mal ante una derrota, un gol anulado o un penal mal cobrado (lo cual hubiera sido igual de detestable, pero al menos tendría alguna remota relación con el fútbol). Esto se trató de la pelea de dos delincuentes por obtener la exclusividad de un territorio de venta de estupefacientes y la policía no entró a la tribuna. Qué es lo que se pretende que haga Peñarol? Que sus dirigentes se pongan una placa de sheriff y vayan a tirotearse con los narcotraficantes como en el viejo oeste? Seguramente ahora Peñarol es el responsable de controlar las zonas rojas, atrapar a los narcotraficantes y detener a los asesinos mientras la policía se dedica a……. Alguien me puede decir a que se dedica la policía?

Claro, si escuchamos las declaraciones de los implicados, no tienen nada que ver, ni siquiera sabían que la droga existe porque son todos unos angelitos. También hay que dejar claramente establecido que CUALQUIER DIRIGENTE DE PEÑAROL QUE ESTÉ EN CONNIVENCIA CON ESTOS DELINCUENTES, DEBE SER SANCIONADO CON EL MÁXIMO RIGOR LEGAL. Acá no se trata de negar ninguna responsabilidad sino de pedir que las responsabilidades asignadas sean coherentes. Una cosa es que si hay dirigentes de Peñarol implicados vayan presos y otra que se les exija ser los responsables de parar esta locura que hace rato se les fue de las manos.

En estos días se han reunido con el Ministerio del Interior los representantes de la AUF, los sindicatos de los jugadores, entrenadores, boleteros pero nadie parece interesado en el principal perjudicado por todo esto: el hincha de fútbol. El hincha real, el sano, el que puede venirse con una bronca bárbara por perder un partido pero jamás le pasaría por la cabeza disparar sobre otra persona. Esa que es la inmensa mayoría de la gente, la que cada vez va menos a la cancha, esa gente parece ser la que menos importa y a la que hay que sancionar. Porque es esa gente la que pierde con estas sanciones. A esa gente si le importa la pérdida de puntos y los partidos a puertas cerradas. Pero esos, que somos casi todos, seguimos siendo los giles de la película.

Yo empecé a ir a ver a Peñarol de la mano de mi viejo y pude compartir con él momentos gloriosos y otros no tanto. No tengo hijos, pero lo que quiero es que todos los padres tengan la misma oportunidad de compartir con sus hijos lo que yo compartí con él. Pero de una vez por todas, alguien debe pensar en la gente de bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario