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sábado, 30 de julio de 2016

Antonio Pacheco. Nosotros también te extrañamos.



En la tarde de hoy se despedía el último gran ídolo y capitán de nuestra institución: Antonio Pacheco o simplemente “el Tony”. Ese jugador que se ha identificado como pocos con nuestra institución. Producto genuino de nuestras divisiones formativas. 8 veces campeón uruguayo, parte integrante del quinquenio y decisivo en varias de esas conquistas. Goleador clásico (12 goles), el jugador que ha participado más veces en esta instancia con nuestros colores en la era profesional (59 partidos) con mas victorias en su haber (28) y el ídolo máximo desde el retiro de Pablo Bengoechea.

Decir gracias es muy poco para una figura de tal magnitud. Pasarán muchos años para que podamos ver otra figura tan identificada con nuestros colores. Una carrera de tantos logros con una misma camiseta requiere necesariamente de muchos años de permanencia en ese club. La dinámica de futbol actual torna muy difícil la permanencia de tantos años de un futbolista en un club como el nuestro, esencialmente vendedor. La despedida del Tony nos pone en perpectiva de los logros que consiguió.

Y el Tony se despidió como debía: jugando su partido en el Campeón del Siglo, siendo él uno de los artífices de esa historia. El último gran jugador que hacía que el hincha de Peñarol fuera a la cancha no solo para ver al equipo sino para verlo a él. Que esperara sus actuaciones y sus goles con una expectativa especial y diferente simplemente por ser él. Y que para mayor leyenda de su figura, tuviera que pasar por una salida traumática del club y que en el día de su regreso, cuando todo era fiesta, sufriera la lesión más grave de su carrera que hacía pensar en su retiro. Pero no solo regresó sino que fue fundamental con nuevos goles ante Nacional y tres goles en la final para consagrarnos campeones una vez más.

Es verdad que pudo retirarse allí y hubiera entrado directo al panteón de los dioses aurinegros pero  el no haberlo hecho no le quita ese lugar, porque la memoria del hincha es sabia y se queda con lo mejor de esos jugadores que alcanzan la categoría de ídolos y nadie puede dudar que Pacheco lo es.

Un jugador que siempre nos representó como hinchas dentro de la cancha. Que vistió nuestros colores con amor, con respeto y con profesionalismo. Que fue un ejemplo dentro y fuera de la cancha de lo que pretendemos que sea un jugador de Peñarol. Por eso nadie puede discutir su condición de ídolo.

Basta mirar las tribunas llenas hoy para comprobarlo porque con la excusa de un partido y a pesar del valor de las entradas, la nación carbonera se dio cita hoy para aplaudir y acompañar a ese enorme jugador.

Acompañado de tantos otros que fueron parte de nuestra historia: Fernando Morena, Pablo Bengoechea, Eduardo Pereyra, Oscar y Mathías Aguirregaray, Nicolás Rotundo, Darío Rodríguez, Eduardo Da Silva, Gabriel Cedrés, Sebastián Flores, Cafú, Joe Bizera, Nelson Olveira, Fabián Estoyanoff, Marcelo Zalayeta, Juan Manuel Olivera, Carlos Bueno, Martín Rodríguez, Gustavo Rehermann, Gonzalo, Marcelo y José Enrique De los Santos, José María Franco, Federico Magallanes, Sergio Orteman, Richard Nuñez, Fernando Correa, Ruben Paz, Damián Macaluso, Oscar Ferro, Walter Surraco, Omar Pérez, Ruben Pereira, Andrés Martínez

También algunos del plantel actual de Peñarol como Gastón Guruceaga, Guzmán Pereira, Diego Rossi, Carlos Valdez, Naitan Nandez, Maximiliano Olivera.

Jugadores divididos en dos equipos “dirigidos” por otras dos glorias, Mario Saraleguy y Gregorio Pérez, “ayudados” por Néstor Gonçalves, Carlos Aguilera, Martin García, Daniel Gutiérrez y Walter Olivera.

Una fiesta íntima de Peñarol porque en todos los ámbitos fueron figuras de nuestro club los que acompañaron la despedida del ídolo.

El “ole ole ole Tony Tony” fue el grito más repetido en la tarde del Campeón del Siglo. Pero fueron muchas las ovaciones para las distintas glorias de nuestra historia que hoy se asociaron al homenaje.

El partido fue una excusa y el Tony hizo los primeros goles como correspondía al homenajeado.

En el entretiempo los momentos emotivos divididos en 8 partes como el número de su camiseta.

Y el segundo tiempo ya con el Tony con la camiseta aurinegra con un par de goles más y los últimos de Benjamín Pacheco para el disfrute de la gente y la despedida de nuevo al grito de la tribuna.

El final con las palabras emocionadas de Pacheco y una frase que lo resume todo: “los extrañe tanto, uds no se imaginan cuanto”. Quedate tranquilo Tony que nosotros también.

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