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domingo, 2 de noviembre de 2014

Muy lejos de todo.



Peñarol volvía a jugar por el campeonato local casi por cumplir. El casi porque el campeonato ya está perdido pero los puntos cuentan para la tabla anual. Esa misma tabla que el año pasado nos dejó afuera de todo gracias al desastroso desempeño del equipo en el apertura.

Fossati hizo dos cambios con respecto al presunto equipo titular. El ingreso de Aguerre en el arco por el lesionado Migliore y la vuelta de Bizera después de toda una temporada sin jugar, probablemente porque es un “jugador de clásicos” y cuentan con él para “ablandar” a algún jugador rival dentro de una semana, pero para ello necesitaba al menos algunos minutos dentro del campo que lo justifiquen.

Las tribunas estaban prácticamente vacías en un día inhóspito para la práctica de deportes al aire libre, a lo que se sumaba que el encuentro carecía de todo interés dada la ventaja del tradicional adversario y la proximidad del clásico.

Peñarol empezó mejor pero sin crear chances de convertir intentando superar no solo al rival sino al clima y el mal estado de campo. Por su parte Rampla en los primeros minutos se limitó a meter algún pelotazo que fue bien resuelto por la defensa aurinegra.

La primera de peligro para el carbonero fue gol. A los 17´ un lateral desde la derecha, la pelota viene para Pacheco que la acomoda con el pecho y saca el remate desde afuera, bajo, fuerte, contra el palo derecho que vence la estirada del arquero Long y se mete en el arco de la Ámsterdam, marcando la ventaja mirasol.

Rampla no reaccionó, le costaba mucho generar futbol y más aún crear alguna situación, mientras Peñarol mantenía el control del juego.

Sobre los 29´ pudo ser para el carbonero con un toque largo para Jonathan Rodríguez  por izquierda quien se va en velocidad y saca el remate que el arquero consigue rechazar al córner.

Sobre los 34´ una pelota que se lleva Alejandro Silva por derecha, intenta tocar al medio para Pacheco y la pelota rebotada le queda al capitán que recibe de espaldas, gira y saca el remate a media altura que se va rozando el palo derecho.

Respondió Rampla sobre los 37´ con un remate de Vega desde afuera que rechaza Aguerre y termina despejando Macaluso.

Un minuto después la más clara para el equipo picapiedra, centro de Aprile y cabezazo de ex aurinegro Malán que pasa al lado del palo derecho de un Aguerre que nada podía hacer.

A los 39´ debió marcarse el segundo tanto de Peñarol. Una pared entre Jonathan Rodríguez y Pacheco con devolución perfecta del capitán para el juvenil que queda frente al arquero y saca un muy buen remate, alto y fuerte, que supera al arquero y revienta el horizontal cuando se coreaba el gol.

La última fue para Rampla a los 41´ otra vez con un remate de Vega desde afuera que contiene Aguerre en dos tiempos.

Se fue ganando 1 a 0 Peñarol en un partido aburrido y sin demasiada emoción. Pero faltaba el segundo tiempo y las cosas no pudieron ser peores.

Porque a los 7´ lo que no se dio en el primer tiempo se concreta en el segundo, centro de Aprile y entran dos jugadores solos en el área chica, el que cabecea en palomita es Malán que vence a Aguerre marcando el empate.

Y basta que le conviertan un gol para que aparezcan los problemas anímicos que aquejan a los equipos aurinegros en los últimos años. Jugadores que sienten el impacto y manchan la tradición histórica de nuestro club, que puede perder pero jamás por cuestiones anímicas.

Peñarol tuvo dos posibilidades de pasar a ganar, ambas por remates de Jonathan Rodríguez. El primero a los 14´ con un remate fuertísimo desde afuera que el aquero Long vuela para sacar junto al palo derecho al córner. El segundo un minuto después con otro remate desde afuera que contiene el arquero.

Pero un minuto después llega la debacle. Tiro libre de m Jonathan Rodríguez M alán desde 40 metros, un verdadero bombazo, fuerte, arriba, inatajable que se clava en el ángulo superior derecho de un Aguerre que voló en vano. Rampla lo daba vuelta, pero aún faltaba más.

Porque a los 28´ un centro desde la derecha a nuestra área, Aguerre que sale muy mal, Vigneri que apura y la pelota es cabeceada por Bizera para superar a nuestro arquero y marcarse un gol en contra. Lo poco que faltaba a la actuación de un jugador que además de su poco agradecido pasado en la institución ha vivido lesionado y ha sido el causante de algunos goles poco creíbles (recordar el partido ante Santos Laguna de visitante) a los que hoy suma un tanto en contra en complicidad con un arquero que salió desacertadamente.

Y ahí el partido se acabó, porque estos equipos de Peñarol de los últimos años son incapaces de generar las remontadas históricas con las que se ha nutrido nuestra gloria en más de 100 años.

Todavía pudo ser peor, porque a los 34´ un contragolpe rápido generado de un córner a favor de Peñarol pone a Vigneri solo en carrera contra Aguerre, elude al arquero y remata con el arco vacio y Macaluso consigue despejar sobre la línea en notable esfuerzo.

A los 36´ descuenta Peñarol con un centro de Macaluso desde la derecha que cabecea Nuñez en el área chica para ponerla abajo contra el palo derecho del arquero que nada puede hacer, marcando en 2 a 3.

A los 41´ aún pudo empatar el carbonero con un tiro libre magníficamente ejecutado por Jonathan Rodríguez que pasó lamiendo el palo derecho y parecía que llevaba destino de red.

Pero un minuto después faltaba la última perla en el collar de desaciertos que fue hoy el equipo de Fossati. La pasa mal Valdez y propicia el contragolpe de tres hombres solos contra nuestro arco, la pelota la lleva Malán, elude al arquero y Aguerre le comete falta fuera del área. Tiro libre de medio gol y expulsión para el arquero.

El tiro libre lo remata el propio Malán, fuerte, abajo y provoca una notable atajada de Macaluso que tuvo que ir al arco porque no había más cambios.

Peñarol cayó pero además fue hoy un cúmulo de desaciertos, errores, nervios y falta de enjundia anímica y esto último es lo que más nos molesta y lo que no podemos perdonar.

El equipo queda en un panorama tétrico de cara al encuentro clásico que tenemos la obligación de ganar como siempre, pero que esta vez ni aún ganando nos sirve para algo porque Peñarol ha quedado muy lejos de todo.

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