Hoy empezamos
por el final: Peñarol está eliminado de la copa Libertadores 2014 en primer
lugar por sus propios errores (o debemos decir horrores?) y en segundo lugar
por la acción del árbitro que hoy nos robó un penal descomunal.
En
principio Fossati pensaba salir con el mismo equipo que derrotó a Wanderers por
el Clausura con la única excepción de Marcel Novick por Nandez que no está en
la lista de buena fe. Pero la lesión de Baltazar Silva en la práctica de anoche
hizo que tuviera que ingresar Albín por el lateral derecho. A esto se sumó la lesión
de Bizera (una más y van….) a los 3´ en ocasión del gol de Arsenal. Fue
suplantado por un resucitado Sandoval.
Peñarol
arrancó perdiendo a los 3´ por otro error impresentable de Castillo. Hacemos
nuestra mea culpa, nosotros lo pedimos para el arco de Peñarol pensando que podía
re editar su anterior pasaje en el club. Nos equivocamos de medio a medio, este
Castillo ha sido el culpable de caídas increíbles de nuestro arco y no merece
la titularidad.
Fue a
los 3´ otra vez (como contra Rentistas en el Apertura) un saque del arquero
rival, una pelota intrascendente, sin pretensión mínima y Castillo que sale y
la pelota le rebota en los brazos. Para peor el arquero atropella a Bizera y
quedan los dos en el suelo y la pelota mansa, a media altura para que el
delantero de Arsenal no tenga más que poner la cabecita y mandarla tranquila al
fondo de un arco vacío. Un gol que no se puede comer ni el más amateur de los
equipos de barrio.
Tuvo
otra el local sobre los 16´ Una pelota larga jugada por derecha para la entrada
de Furch (el autor del tanto) y éste remata fuerte, Castillo contiene a medias
y la pelota se le va por debajo del cuerpo y se rehace justo para tomarla sobre
la línea cuando se metía en el arco. Casi otro gol por un mal cierre de nuestro
arquero.
Peñarol
respondió un minuto después con una pelota que trae el japo Rodríguez por
izquierda, toca para Aguiar dentro del área y el ex Liverpool levanta un centro
perfecto que cabecea Albín y la pelota la saca un defensa con la mano. Penal
tan enorme que lo vieron hasta los tendenciosos periodistas argentinos de Fox,
el único que no lo vio fue el árbitro brasileño Sandro Ricci.
Peñarol
es un equipo mediocre, pero por las dudas la Conmebol no se olvida de pasar la
factura por la denuncia de sus negociados y hoy este brasileño fue el pibe de
los mandados.
A los
31´ pudo ser de nuevo para el aurinegro cuando un centro de Albín desde la
derecha se cerró sobre el arco y rebotó en el travesaño.
Ese
primer tiempo terminó con Peñarol dominando el campo y la pelota y con Arsenal
metido en su propio dominio.
Pero el
segundo tiempo de Peñarol fue decepcionante. Peñarol no creó una sola situación
de gol y remató solamente dos veces al arco, una de Aguiar desviada y otra de
Novick a las manos del arquero.
Arsenal
tuvo 3 chances. Una de movida nomás, con un remate frontal que sacó Castillo a
medias y terminó despejando la defensa.
Otra a
los 5´ con un tiro libre desde la derecha que pasó rozando el travesaño de
Castillo.
La
última a los 31´ con una media vuelta perfecta desde afuera del área que superó
a Castillo y reventó el travesaño cuando otra vez el arquero estaba vencido.
Sobre
el final se hizo expulsar Darío Rodríguez por una patada brutal sobre un rival.
Peñarol
perdió ante un equipo menos que modesto, que no es más que el Wanderers al que
le ganamos el domingo y no será mucho menos El Tanque el próximo fin de semana.
Peñarol perdió con un gol que se comió el arquero y no lo pudo remontar. Y eso
que tuvo la pelota y el campo, cedidos por un Arsenal que fue consciente de sus
limitaciones.
Peñarol
perdió porque el arquero se hizo un gol en contra. Porque el árbitro brasileño
nos robó un penal enorme. Porque no pateó una pelota franca al arco.
Lo
único destacable fue la hinchada de Peñarol que en un número cercano a las
3.000 personas nos hizo jugar de local en tierra ajena. 3.000 personas que
terminaron silbando a un equipo que no merece el esfuerzo que tanta gente hizo
hoy para estar alentándolo.
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