Peñarol
debutando internacionalmente en el Centenario en este 2014 ante el Santos
Laguna Mexicano. Para ello el equipo de Fossati con varios cambios, la salida
de ambos laterales y la entrega de Albín por derecha bajando el japo Rodríguez
para jugar en el lateral izquierdo y la entrada de Mauro Fernández en la
ofensiva. Honestamente no entendimos porque no entró jugando Jonathan Rodríguez
que fue decisivo en el rato que entró en Venezuela.
Un
equipo que en principio aparecía como con poca contención en el medio por la
presencia de Aguiar y Orteman lo cual podría agravar la labor defensiva ya de
por si deficitaria.
Con la
necesidad de ganar porque dejar dos puntos en casa equivalía a la eliminación
ya en el segundo encuentro.
En los
primeros minutos pareció que Peñarol podría exponer un juego con algo más de
dinámica y precisión que lo expuesto ante el Anzoátegui, con la apertura de
Mauro Fernández y el japo, pero el espejismo duró apenas unos minutos.
El
equipo mexicano se fue haciendo de la pelota y del campo, moviendo el balón con
precisión y eficacia y se fue acercando al arco mirasol, sobre todo con la
habilidad de Cejas (a quien atendieron Darío, Macaluso, Valdez y compañía) y la
velocidad del colombiano Quintero.
Sin
embargo el equipo de Santos no generó gran peligro porque solamente llegó con
algunos remates, uno que se fue desviado, otro que contuvo Castillo volando
contra el palo izquierdo y un tercero que paso cerca de palo derecho.
Luego
de la media hora, fue Peñarol el que con poco futbol y muchas ganas fue
apretando un poco más a la visita contra su arco. Sin embargo tampoco generó
situaciones de peligro real y solo llegó a través de sendos remates de Aguiar a
los 31´ que le salió débil y a las manos del arquero y otro del japo a los 40´
que se fue desviado.
Otro
mal primer tiempo aurinegro (no tan malo como en Venezuela) con jugadores muy
por debajo de lo esperado. Superado Darío en el fondo (fue Valdez el que bancó
la parada), Orteman pasando siempre mal la pelota, Aguiar sin gravitar y
Zalayeta y Mauro muy perdidos arriba sin que les llegara la pelota bien jugada.
El
segundo tiempo empezó de la peor manera. Porque a los 9´ abrió el marcador el
equipo visitante. Quintero recibe la pelota por derecha, nadie lo estorba y le
permiten levantar cómodamente el centro al corazón del área. Entra Lacerda por
el medio ganándole la posición a Albín y con corto remate vence a Castillo.
De ahí
en más es difícil analizar tácticamente a Peñarol, porque se fue arriba con más
ganas que futbol y dejó enormes huecos atrás que no fueron aprovechados hasta
los últimos minutos.
Por su
parte el equipo mexicano pudo hacer lo que mejor sabe: tocar la pelota,
esconderla, hacerla rotar y manejar el ritmo del partido.
A los
18´ debió ser el empate aurinegro. Lucha, gana y desborda Albín por derecha.
Mete la pelota al medio, recibe Zalayeta como pivot y descarga atrás para la
entrada de Pacheco que saca el remate que pasa apenas contra el pelo izquierdo.
Ahí Fossati
hace entrar a Jonathan Rodríguez, quien con su actuación en los minutos que
estuvo en el campo, demostró que debió ser titular.
A los
27´ Zalayeta gana por arriba un saque de Castillo y Jonathan Rodríguez busca el
rebote, le gana la posición al defensa y cuando enfrenta al arquero, levante el
remate y la manda afuera.
Un minuto
después otra vez gana Jonathan Rodríguez por izquierda, engancha hacia adentro
y abre notablemente el pase al medio por donde entraba solo y sin marca
Hurtado. Pero el peruano no para bien la pelota, la adelanta y permite que el
arquero despeje con las piernas. Es la tercera vez que Hurtado queda en
inmejorable posición para convertir y volvió a fallar como ante Nacional y
Velez en las copas de verano.
A los
31´ gana otra vez Jonathan y cuando enfrenta al arquero remata de zurda, mal y
afuera.
Sobre
la hora lo liquidó el equipo mexicano cuando Albín juega mal una pelota con
todo nuestro equipo al ataque y se la regala a Rentería que la lleva por
izquierda y la cruza para dejar solo a Abella que entra cara a cara ante
Castillo y saca el remate cruzado para marcar el segundo.
Una caída
que prácticamente nos deja afuera de la copa apenas empezada y corrobora que lo
del otro día en Venezuela, lejos de ser un punto ganado como muchos creían, fue
el principio del fin.
Se
equivocó hoy Fossati dejando afuera a Jonathan Rodríguez, el único jugador que
hoy por hoy puede crear algo de peligro en velocidad para los rivales. Pero fuera
de eso no le podemos echar la culpa al flaco. Este es un equipo mediocre que
viene de hacer una de las peores campañas en la historia del club y que no se
reforzó adecuadamente.
Ahora
nos quedará transitar por el decrépito campeonato doméstico donde prácticamente
tampoco tenemos chance. Negro panorama para la institución de las once
estrellas.
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