Siempre que comenzamos a escribir una crónica sobre los
encuentros del aurinegro decimos lo mismo, que Peñarol sale con la obligación
de ganar. Pero esta vez más que nunca por todas las situaciones anormales: los
dos partidos sin ganar, la lesión grave de su capitán, el pésimo debut del
arquero Bologna, las expulsiones ante River, las lesiones de Novick y Cristóforo
y la del lolo que todavía no pudo debutar.
Por eso Peñarol salió con varios cambios en su oncena, no
solo de jugadores sino también posicionales. Bologna volviendo al arco, la
entrada de Raguso por el lateral izquierdo (teníamos unas ganas enormes de ver
qué puede dar) pasando Darío a la zaga a cubrir la baja de Macaluso. El debut
de Jim Morrison Varela, sub campeón mundial juvenil y ya negociado al Benfica,
junto con la presencia de Nicolini (de buen ingreso ante River) en el medio. Y
finalmente la vuelta a la titularidad de Zambrana (autor de los dos primeros goles
ante Fénix) para cubrir la baja de Zalayeta por suspensión.
No comenzó bien Peñarol. Fue Bella Vista el que manejó mejor
la pelota y dominó territorialmente en esos primeros minutos. Peñarol, igual
que al inicio de los partidos anteriores, se mostró lento e impreciso. Errando
muchos pases y generando muy poco.
Así la primera fue para Bella Vista, otra vez le ganan de
cabeza a la zaga de Peñarol y Laens (ex aurinegro) mete el cabezazo que hace
que Bologna vuele para mandarla al córner con una mano. Atajada importante para
darle confianza al arquero y también a todos los que estábamos en las tribunas
y alejar los fantasmas del día de su debut.
La primera de Peñarol fue a los 12 minutos. Un desborde de
Zambrana por izquierda que engancha primero hacia adentro y después hacia
afuera para sacarse de encima al marcador y mete el centro al corazón del área.
La pelota lo supera a Olivera, que atorado, cabecea mal y la manda por encima
del travesaño. Fue una situación que se falló por muy poco pero que fue el
preludio de la puesta en ventaja aurinegra.
El gol llegó sobre los 15. Esta vez el centro vino desde la
derecha por parte de Nicolini, que recibió de Grossmüller y Olivera atropelló a
los zagueros para meter el cabezazo fuerte, contra el palo izquierdo para
marcar el primer gol aurinegro.
Un gol que trajo tranquilidad al mirasol y le permitió tener
más la pelota y controlar el juego. Sin ser muy superior a su rival, jugó de la
forma que más le convino y aseguró al resultado que se necesitaba.
Sobre los 24 Grossmüller recibió una pelota dentro del área,
de espaldas al arco la descargó atrás para Torres y éste metió el centro al
área que una vez más cabeceó Olivera y provocó una buena atajada de Nanni.
A los 33 Peñarol conquistó un segundo gol. La recibió
Olivera por el medio, aguantó la entrada de dos defensores papales y la
descargó para la entrada de Zambrana que con sutil toque definió por encima del
cuerpo del arquero para mandarla a guardar. Golazo si, pero que no fue convalidado
porque el línea de la Olímpica levantó mal la bandera marcando un offside
inexistente. Una vez más la horrorosa actuación de los árbitros perjudicó a
Peñarol (van 3 en 3 y no importa que hoy hayamos ganado). Y todavía después
tienen el descaro de enojarse estos Señores cuando se les marca su bajo nivel y
escasísima capacidad para desempeñar la función.
Tuvo una más el carbonero antes de irse al descanso. Sobre
los 37 minutos Raguso sacó fuerte un lateral y la pelota le quedó a Nicolini en medio del área y de
media vuelta la mandó por encima del arco.
Se fue el primer tiempo con Peñarol ganando uno a cero por
culpa y gracia del línea de la Olímpica que anuló un gol perfectamente
convertido.
El segundo tiempo fue raro. Lo dominó completamente Peñarol
pero sin tener casi chances de gol.
Podríamos decir que hubo una para cada uno. La de Bella
Vista apenas al comenzar con un tiro libre que Bologna sacó por encima del
travesaño y en el córner posterior que Laens termina con una chilena que se fue
afuera (recurso que volvió a intentar sobre los 6 minutos).
Y Peñarol también tuvo solo una, la jugada del penal, que
comienza con un pase de Grossmüller para el desborde de Raguso en velocidad por
izquierda y cuando Olivera buscaba el centro por el medio, lo toman de la
camiseta y lo derriban, cometiendo un penal tan claro que ni los jugadores
papales reclamaron por su sanción.
Lo remató el propio Olivera, fuerte, a media altura, sobre
el palo derecho para marcar el 2 a 0 a los 20.
De ahí en más no hubo otras canches de real peligro. Si
acaso un contragolpe que no supo definir bien Grossmüller, pero Peñarol se
limitó a controlar el juego sin generar chances claras de gol.
Hasta dio el tiempo para colocar a Siles y Cristóforo y
hacer debutar a Gallegos. Peñarol terminó jugando con varios jugadores producto
de su cantera, como piden muchos hinchas. Fueron los casos de Siles, Raguso,
Varela, Cristóforo y hasta el propio Alejandro González.
Así se fue le partido, con una victoria que era
impostergable y que no tuvo el brillo de otras tardes. Pero hoy a Peñarol no le
importaba jugar bien, le importaba solamente ganar, consolidarse anímicamente y
arrancar de nuevo una temporada que empezó muy mal.
Importante actuación de Bologna, que le permitirá sumar
confianza e ir borrando la mala imagen que dejó en el debut, al tiempo que le
permite al hincha comenzar a olvidar tarde tan aciaga.
Interesantes apariciones de Raguso y Varela. El primero le
aportó velocidad y desborde por izquierda y el segundo mostró que puede ser una
opción para un medio campo que quedó huérfano por la ida de Freitas y la lesión
de Novick.
Buen trabajo de Zambrana, que aparece mejor que en la
temporada pasada, jugando buenos minutos cuando le ha tocado entrar y mostrando
que puede ser una opción en ataque para el desborde cuando sea necesario.
Buenos minutos también de Siles con rapidez y desborde
aunque algo liviano.
Había que ganar y se ganó. La victoria no deja mucho más que
los tres puntos pero se hace valiosa por permitir un esbozo de recuperación después
de dos partidos tan anormales como los jugados ante River y Fénix.
Ahora viene Cerro y después será Danubio en Jardines y habrá
que mejorar y mucho, pero ya se contará con los jugadores que hoy estaban
suspendidos y con alguno que ha estado lesionado.
Hay que mejorar y mucho, pero hoy se ganó y punto.
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