Lo bueno, lo malo y lo feo

A horas de el inicio de un nuevo campeonato Uruguayo,  se impone el análisis de la pretemporada y para eso, parafraseando a aquel viejo western de fines de los 60 hablaremos de lo bueno, lo malo y lo feo de este período.

LO BUENO: Se hizo una pretemporada como hacía años que no se realizaba en Peñarol. Se comenzó prácticamente dos meses antes del inicio del campeonato lo que esperamos nos dé ciertas ventajas, empezando por el estado físico del equipo, el ritmo de juego al inicio (que debería ser bastante superior al normal) y la repentización y automatismo de los movimientos, unidos al mayor conocimiento de los compañeros.

A esto se suma que, a diferencia de como ocurría casi todos los años, la mayoría de las incorporaciones llegaron en las dos primeras semanas de la pretemporada, lo que les va a permitir una mejor inserción en el equipo y mayor conocimiento de los compañeros.

Es destacable también que se hayan realizado contratos más ventajosos para el club de los que estábamos acostumbrados. En todos los casos se hicieron contratos de al menos un año de duración (y en algunos por dos) y no ya por 6 meses y para medio campeonato. Resulta emblemático el caso del contrato de Olivera, al que se le hizo un contrato por dos años y con expresa traba que impida rescindirlo antes del año y en ese caso, aun el club recibe una compensación. Remarcable también que se lograra acortar los plazos para la firma, siendo esta vez el club quien fijó el momento de cerrar la negociación.

Llegaron jugadores importantes en su mayoría. Se produjo la vuelta de Pacheco, cuya salida de Peñarol fue absolutamente desafortunada y desprolija y es importante no solo por la vuelta del ídolo sino porque ya demostró con su juego en los amistosos todo lo que le puede aportar futbolísticamente al equipo. Volvió un goleador de raza como Juan Manuel Olivera. Llegó Aureliano Torres, titular de la selección paraguaya y mundialista con esa selección. Jugadores importantes que esperamos nos den otra presencia.

Se renovó rápidamente con Zalayeta, evitando el peligro de alguna oferta que le pudiera llegar para un jugador que fue fundamental en la temporada pasada y al que cada vez que no lo tuvimos, lo extrañamos sobremanera y fue el primer “refuerzo” del año.

La venta de MacEachen, nos parece un buen negocio, quizás muchos no compartan y están en todo su derecho de no hacerlo, pero nos parece que fue un buen dinero por un jugador que apenas si jugó en primera división y que, por lo menos en lo personal, no me llenó el ojo.

En suma, mucho de bueno para destacar (bastante más de lo que estábamos acostumbrados en los últimos tiempos).

LO MALO: Que se dejara ir un jugador como Freitas por una suma que en el mundo del fútbol de hoy resulta irrisoria. Peñarol no tiene un jugador de esas características en su plantel y se agrava por tratarse de un jugador ya consolidado en el club, con dos años en el equipo y protagonista de hechos importantes como la campaña de la Libertadores 2011. Pero además un jugador hincha del club y que quería quedarse.

No es posible que un equipo como Rosario Central (que con el respeto que nos merece, está completamente fundido) pueda quedarse con un jugador titular de Peñarol y vice campeón de América. Freitas estuvo dos años a préstamo sin cargo en el carbonero, que pretendían los dirigentes?  Que el Everton lo prestara eternamente sin cargo? Una inversión en un jugador ya consolidado y de su categoría, se justificaba plenamente y no era tan alta.

Por otro lado en nuestra opinión, Peñarol carece de un plantel balanceado. Nos falta el 5 clásico (repetimos, era Freitas), no tenemos laterales con subida y nos faltan jugadores rápidos que puedan ocupar los extremos y asistir a los dos goleadores de la delantera. Al igual que en la temporada pasada, nos parece que Peñarol tiene un buen equipo (buen equipo no gran equipo) pero no parecen haber demasiadas variantes a la hora de mirar el banco de suplentes.

El préstamo de Albín no nos convence, no porque sea un jugador imprescindible ni mucho menos sino porque la cifra no nos parece compensatoria para dejar ir un jugador que siempre dio una mano. Por más que la opción de compra sea alta, no nos termina de convencer.

LO FEO: La forma en que se manejó la situación de Fabián Carini. Nos parece completamente desprolija la forma en que una vez más esta dirigencia trata a un empleado del club (como lo hizo en su momento con Pacheco o con Gregorio Pérez). Coincidimos en que Carini no demostró las buenas condiciones que tiene y que en este momento no justificaba ser titular en Peñarol. Pero de ahí a ser tratado de esa forma, hay un enorme trecho. No es la forma adecuada de tratar a un jugador que sabemos hincha del club y que se ha comportado siempre como un profesional serio y responsable.

Por otra parte toda la situación de la llegada de un nuevo arquero se manejo de una forma cuasi payasesca. La danza de nombre fue interminable y mezclo arqueros de edades, condiciones y características completamente diferentes y hasta a veces opuestas como si la dirigencia y cuerpo técnico estuvieran completamente desorientados acerca de lo que querían y buscaban.

En suma y como siempre, cosas buenas y malas en el balance final de la pretemporada. De todos modos, en nuestra opinión, esta vez lo bueno supera a lo malo y sin ser perfecta, estamos conformes con lo que se hizo. A partir de ahora llega la hora de la verdad, donde habla la cancha y todo lo que se hizo se empieza a capitalizar o pagar.