No hay espacio para mas errores.

Peñarol iba a Jardines con más responsabilidad que nunca.Porque en la semana se quedó sin chances en la Libertadores, porque ayer nacional dejó tres puntos en Cerro Largo y esta mañana también perdió Liverpool.Por eso Peñarol tenía todo el peso de tener que ganar para quedar primero en ambas tablas con un juego menos.

Un primer tiempo donde fue más Peñarol ante una pálida expresión danubiana.Dominó la pelota y el campo el aurinegro, intentó cuidar la pelota, jugarla siempre segura, abrir la cancha jugando por las bandas y con eso le alcanzó para dejar la sensación de ser más que su rival.

Sin embargo careció de peso ofensivo y certeza en la definición.En ocasiones se abusó del pase lateral que, podrá impresionar mucho a los periodistas, pero a los hinchas de Peñarol no nos gusta.Se equivocó culminando casi todos los desbordes con centros al área en busca de un Zalayeta que hoy no estaba y haciéndolo más difícil para los delanteros bajos conque hoy contamos.

La primera llegó sobre los 13 minutos y fue una triple jugada de Mora (figura excluyente del ataque mirasol) .La primera es una pelota que recibe de espaldas al arco, la lucha con dos defensas, liga con el rebote y remata justo cuando un zaguero coloca la pierna y se pierde al córner.De ese córner que tira el propio Mora, se cierra la pelota y obliga a Goicoechea a mandarla de nuevo al tiro de esquina.Y de ese remate viene la tercera de Mora con un cabezazo que se pierde por arriba.

Sobre los 20 tuvo un tanteo Freitas que contuvo Goicoechea.A esto Danubio apenas opuso un remate desviado de Fernández y un tiro libre que embolsó Carini.

Tuvo dos más Mora.En la primera se la boba a Piriz y mete un tanteo desde la mitad de la cancha  que Goicoechea tuvo que esforzarse mucho para contener sobre la línea.En la segunda,  una carambola que, de cabeza, casi consigue meterla en el arco de la franja.

Jugaba mejor Peñarol, casi no sufría zozobras, pero no lograba concretar.Hasta el minuto 43, donde una doble pared entre Darío Rodríguez y Maxi Pérez, culmina con un pase del primero de “chucharita” para que el ex-Fénix   acomode con la cabeza dentro del área y de sobrepique remate cruzado.La pelota se metió entre el arquero y el palo en el arco de Danubio y así se fue en ventaja el carbonero.

Para el segundo tiempo, Sánchez colocó a Melassi y el cambio le dio resultado.Un desborde de éste por el lado de Darío Rodríguez que no lo pudo parar nunca, y el cabezazo de Martiñones para el primero.

Y de ahí en más, jugó siempre mejor Danubio.A pesar de que Peñarol volvió a ponerse en ventaja con un gol poco creible.Una pelota que el lolo jugó sobre la banda izquierda, Aguiar que controló sobre la raya y remató al arco.Un tiro débil, sin pretensiones que, inexplicablemente el arquero dejó pasar entre sus manos y se le fue entre las piernas para meterse en el arco de Danubio.

Pero no lo disfrutó Peñarol, porque se quedó dormido.Un centro llovido, frontal, anunciado y la defensa que se queda dormida y le permite cabecear solo al jugador de Danubio para marcar el empate.

De ahí en más, lo de Peñarol fue sencillamente nulo.No pudo parar nunca a Melassi sin falta.Darío Rodríguez debió irse expulsado por una patada descalificadora al jugador de Danubio y siguió en la cancha y Peñarol tuvo que terminar jugando con Poncet y Zambrana en ofensiva, porque Mora y Estoyanoff no pudieron aguantar hasta el final, resignando toda chance de victoria.

Igual y todo lo tuvo primero Darío y después Santiago Silva (que había entrado por Maxi Pérez) con sendos cabezazos, pero no los convirtieron y una vez más los goles que no concretamos se nos vuelven en contra.

La peleo Mello, se la llevó, remató, atajó Carini y el rebote lo tomó Martiñones con el arco libre.3 a 2.

Peñarol desperdició una chance enorme de quedar solo en ambas tablas y sacar diferencias.Una vez más no gana un partido en el que hizo los méritos para llevarse la victoria y los propios errores en definición y en defensa lo impidieron.Historia repetida en esta temporada (Godoy Cruz, la U de Chile acá) nos quedamos con las manos vacías en partidos que eran nuestros.

Ahora viene Defensor el jueves, entonado por sus dos victorias de la semana y Peñarol no puede darse el lujo de resignar ni una sola unidad.

El Sr Da Silva que llegó con muy poco crédito, tiene que empezar a demostrar que merece ser el técnico de Peñarol.Los dirigentes que echaron a Gregorio Pérez en un momento completamente inapropiado, tienen que empezar a dar cuenta de sus malas decisiones.Los jugadores tienen que empezar a concretar las chances que generan y obtener una solidez defensiva de la que hemos carecido en todo el año, porque en Peñarol  ya no hay espacio para más errores.