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martes, 6 de marzo de 2012

Empate con sabor a nada.

Peñarol con la necesidad que nos ha perseguido en los últimos encuentros: ganar. Ganar de cualquier manera, ganar a pesar de las dificultades, ganar por sobre todas las cosas.

Con al enorme baja de Aguiar, el regreso apresurado de Valdez y Marcelo Silva y Albín como volante por izquierda buscando desborde y ayudar a Darío Rodríguez en la contención.

Y salió Peñarol a ganar, como lo hace siempre y ante cualquiera pero mostrando las falencias de siempre, la falta de juego colectivo y de velocidad por momentos.Enfrente un equipo automatizado, que juega en bloque en toda la cancha, asociadamente y generando la impresión de que siempre había más camisetas azules que aurinegras.

Sin embargo fué Peñarol el que tuvo las más claras.Ya al comienzo nomás un precioso cambio de frente de Albín para Estoyanoff que invade el área por derecha y saca un remate bárbaro que sacudió el  ángulo del arco chileno.

Y siguió el encuentro con la misma tónica, jugando más prolijamente el conjunto trasandino y Peñarol con más fuerza y empuje que fútbol asociado.Y la segunda opción de gol fue también aurinegra y un presagio de lo que vendría después.Una pelota que baja Zalayeta y Freitas que la empalma desde la media luna y se pierde desviada junto al palo derecho de Herrera.

Tuvo alguna la U, algún tiro desde afuera desviado y la más peligrosa es una pelota que pierde Carini chocando con un atacante azul cuando ya la tenía dominada.

Y a los 20 llega el golazo de Peñarol.Un lateral de Darío por derecha, el despeje defectuoso y corto de la zaga chilena y la bolea de sobrepique de Freitas que se clava junto al palo izquierdo de Herrera que se estiró pero no alcanzó.

Golazo, uno a cero y alegría de todos los carboneros.Y pareció que lo podía asegurar el manya cuando un par de minutos después, Mora pelea una pelota en el área y saca el remate que rebota en el arquero arrodillado y despeja la defensa.

Pero Peñarol no sacó la diferencia y como nos ha pasado en los últimos encuentros, lo terminamos pagando.
Una jugada por el sector izquierdo de nuestra defensa (lo más flojo de la retaguardia aurinegra)  un cabezazo en medio del área y el ingreso solo por atrás de un delantero chileno, que por suerte no pudo cabecear fuerte y a pesar de que iba bien dirigido le permitió a Carini despejar.

Y por esa misma punta llegó el empate.Una pared que les aseguro que desde la tribuna la imaginé antes de verla, el centro al área, la jugada que se ensucia, un serie de rebotes que no pudimos sacar y le queda para la bolea de Junior Fernández que la mete por el medio del arco.

Uno a uno y otra vez a remar, con Peñarol mucho más nervioso y con la U más calmada, jugando siempre en bloque y haciendo parecer que tenía más hombres en el campo.Y no generó jugadas de peligro el aurinegro, más allá de la lucha de Zalayeta y las ganas de Mora y se fue el primer tiempo.

 En el segundo tiempo pareció acentuarse más la tendencia con la que terminó el primero.Los chilenos tocando, llenando mejor los espacios y dejando siempre la sensación de que eran más de los que eran.Por momentos corrimos atrás de la pelota sin poderla conseguir y nos desgastamos ante un rival que permanecía sereno.

Sin embargo las más claras las tuvo Peñarol y entre la mala definición y la mala suerte, no las pudo concretar.

Una gran jugada de Zalayeta que sale entre tres y le mete un pase en profundidad a Estoyanoff pero que le queda un poco largo y cuando consigue dominar y rematar ya tenía encima al arquero que le tapó el ángulo de tiro.

Un còrner que cabecea un jugador aurinegro (pido perdón pero desde la tribuna me parece que fue Freitas, pero no estoy seguro) y la pelota increíblemente da en la cara del arquero Herrera que ya estaba vencido y el rebote lo manda Zalayeta por encima.

La tercera es otro desborde de Estoyanoff, esta vez por derecha y el centro que cabecea muy débil Albín a las manos del arquero.Y la última una media vuelta de Mora que también le salió a la posición donde estaba Herrera.

Da Silva colocó a Maximiliano Pérez por Albín, Joao Pedro por Zalayeta y por último a Zambrana por el lolo, pero nada dio resultado.

Las dos últimas fueron para la U y para el mismo jugador, el ex-gallina Mathias Rodrìguez que con sendos remates se perdió la posibilidad de marcar.

Un empate que nos deja prácticamente afuera, puesto que es casi imposible que Peñarol haga los 9 puntos que quedan y que nos condena por nuestra falta de definición no solo de este partido (recordar la cantidad de chances que perdimos en Mendoza) y que muestra las falencias que hemos mostrado ante equipos que tocan la pelota y rotan permanentemente (Atletico Nacional, la U y hasta el propio Cerro Largo por momentos).

Dificilisimo y por mucho que el manya nos ha acostumbrado a más de una hazaña en sus 120 años de vida, esta vez no parece posible.

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