Seguramente quién repare en esta foto quedará sorprendido.De inmediato se dará cuenta de que algo no es normal.Porque las tradicionales fotos de los equipos de fútbol presentan 11 integrantes y con un rápido vistazo se nota que no aparecen 11 jugadores en este registro.
Al alguien más meticuloso se le ocurrirá contar cuántos jugadores aparecen y llegará a la cifra de 8 y la pregunta que surge naturalmente de inmediato es: ¿Por qué?.
El 23 de abril de 1987 fue noche de clásico.Clásico amistoso si, pero clásico, donde la rivalidad eterna estuvo presente como siempre y donde cada jugador en la cancha y cada hincha en el estadio o donde estuviera, puso todo de sí con el deseo imperecedero de ganar, de derrotar al rival de siempre y sumar una victoria.
Pero ese día quedó marcado como una página única, no solo en la historia de Peñarol, sino en la historia de los clásicos del mundo.PORQUE NUNCA ANTES UN RIVAL CLASICO LE HABÍA GANADO A OTRO CON 3 JUGADORES MENOS EN EL CAMPO.
Lo que hace más grande la hazaña carbonera es que no ganó el partido de la forma que cabría esperar para un equipo con tres jugadores menos.No estaba ganando a la hora de quedarse en inferioridad numérica y aguantó el resultado defendiéndose a ultranza.No, el partido estaba igualado cuando las explusiones y PEÑAROL LO GANÓ YA CON TRES JUGADORES MENOS.
Empezó ganando Peñarol con gol del zurdo Viera a los 33 y empató Cardaccio a los 49.Pero a los 68 el arbitró Cardellino comenzó a gestar la hazaña aurinegra al expulsar a Viera.A los 75 echó también al pepe Herrera y al chueco Perdomo.
Tenía todo Nacional para ganar el partido, debía ganarlo con tres jugadores más, tenía toda la responsabilidad de hacerlo y anotarse otra victoria clásica.Pero enfrente estaba Peñarol, el equipo emparentado con las hazañas más grandes e imposibles.Enfrente estaba Peñarol a punto de inventar una nueva forma de ganar un clásico para que quedara en la historia.
Y el gol de la victoria llegó por la vía más lógica, de contragolpe.Con un Nacional que aplastado por la responsabilidad, no se decidía a atacar y tocaba para el costado haciendo pasar los minutos.Tenía la pelota por el simple motivo de tener tres más en la cancha, pero no sabía que hacer con ella ni hacía daño a la defensa aurinegra.
A los 83 salió la guacha Domínguez por el lateral, la jugó para la fiera Aguirre que aguantó la marca y esperó el momento justo para meter el pase para la entrada de Cabrera y el chico que había llegado esa misma temporada desde Bella Vista, definió ante Velichco y marcó el segundo tanto carbonero.
Se jugaron 7 minutos y descuentos después de eso, pero el partido ya había terminado.Con un Peñarol que se hizo gigante como tantas veces en la adversidad y un Nacional aplastado por la derrota histórica que ya presentía.
Y bien vale recordar los detalles de ese encuentro para que queden grabados indeleblemente los nombres no solo de aquellos que alcanzaron la histórica hazaña sino también para que se vea la dimensión del equipo que enfrentaron que hace aún más valorable la conquista.
Esa noche Peñarol formó con Eduardo Pereyra en el arco, Jorge Gonçalves, Obdulio Trasante (capitán), José Herrera y Alfonso Domínguez en defensa; José Perdomo, Gustavo Matosas, Eduardo Da Silva y Ricardo Viera en el medio y Daniel Vidal (sustituído por Jorge Cabrera a los 65) y Daniel Rodríguez (suplantado por Diego Aguirre a los 65).
El rival alineó a G. Velichco, P. Barrios, R. Villazán, T, Gómez, J. Cardaccio, J. Rodríguez, H. Morán (78´ T. Silva), Didí, Y. Lemos (61, R. Beninca), S. Olivera (86´ E. Vargas) y C. Aguilera.
Ese día se escribió una página única, no solo en la historia del clásico uruguayo sino de todos los clásicos del mundo.ESE DÍA UN EQUIPO LE GANÓ A SU RIVAL CLÁSICO CON 8 JUGADORES CONTRA 11.
Y como no podía ser de otra forma ese equipo fue el del Club Atlético Peñarol.
Para muchos ese fue el germen de la formación del equipo que apenas unos meses después iba a traer la quinta Copa Libertadores para la institución.
Por eso en la foto aparecen 8 jugadores, porque el 23 de abril de 1987, 8 FUERON MÁS QUE 11.
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