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sábado, 21 de septiembre de 2019

Otra muestra de mediocridad.


Peñarol disputaba un partido histórico porque enfrentaba por primera vez a Juventud en la ciudad de Las Piedras, pero además porque por primera vez era arbitrado en forma oficial por una jueza. Es verdad que ya nos arbitró la señora Claudia Umpiérrez pero fue en un encuentro por una copa amistosa. Esta era la primera vez en forma oficial.

López no contaba de nuevo con el capitán Cristian Rodríguez, tampoco con Lores que tiene para 3 semanas más y se sumó el argentino Rojas que tampoco pudo ser de la partida. Con el regreso de Giovanni González al lateral derecho en lugar de Trindade, Rojo en el lateral izquierdo por el argentino y Canobbio por izquierda saliendo Estoyanoff.

Enfrente un Juventud gran candidato al descenso, pero al que Peñarol no había podido superar en el CDS apenas unas semanas atrás. Con apenas un ex aurinegro en sus filas: Diego Rodríguez.

Arrancó mejor Peñarol sobre todo por izquierda, pero sin llevar demasiado peligro al arco rival.

Una tímida a los 14´ con una pelota de Giovanni por derecha, toque atrás para Gargano que mete el centro pasado y cabecea muy alto Viatri por encima del horizontal.

Pero un minuto después pegó Juventud. Una pelota larga sin ningún peligro por izquierda, falla increíblemente Formiliano solo, que deja pasar la pelota, se la lleva Varela, va hasta el fondo, intenta meter el centro al medio, rebota en Martínez y le vuelve a quedar a Varela que remata fuerte, arriba, para que la pelota supere a Dawson y se meta contra el palo derecho.

Y de ahí en más, asistimos a una debacle aurinegra, porque desde ese momento, Peñarol fue sencillamente un desastre.

Formiliano intentó redimirse de su error a los 19´cuando un tiro libre de Rojo desde la izquierda llega como centro al área y el zaguero cabecea cruzado pero el arquero Rodríguez se estira bien abajo contra el palo derecho para atrapar la pelota sin dar rebote.

Un minuto después un remate de Gastón Rodríguez desde la derecha y atrapa bien el arquero otra vez sin dar rebote.

A los 21´ debió ser el segundo gol de Juventud. Una pelota larga, otra vez falla Formiliano y se va solo Varela por el medio y cuando enfrenta al arquero y tenía todo para convertir, alcanza a puntearla de atrás Giovanni González salvando lo que era una caída segura.

De ahí hasta los 41´ Peñarol no tuvo otra y esa del minuto 41 fue muy tibia. Una pelota desde la derecha, Canobbio la mete al área de cabeza y apenas consigue tocarla Gastón Rodríguez y de nuevo el arquero se hace del balón yendo abajo.

Un primer tiempo desastroso del equipo. Un tembladeral en defensa, sin generación en el medio ni peso arriba. Un desconocido Formiliano que jugó un primer tiempo espantoso, propiciando el gol de Juventud, casi dando otro y perdiendo cada pelota que disputó. Rodeado Gargano, con Viatri lejos del arco, la intrascendencia habitual de Canobbio, lo poco que aporta Gastón Rodríguez, Peñarol quedó atado a lo que pudo hacer Pellistri, el único que se salvó en ese primer tiempo. Demasiado colocar como salvador a un chico de 17 años que está haciendo sus primeros partidos en primera.

Pero lo peor es que Peñarol no tuvo respuesta anímica, se cayó después del gol y jugo como un equipo nervioso ante el murmullo de la tribuna.

Para el inicio del segundo tiempo, López hace dos cambios Xisco y Estoyanoff por Gastón Rodríguez y Canobbio.

Peñarol empata al minuto. Despeje de la defensa, toma Gargano de frente, abre a la derecha para Estoyanoff que mete el centro y Formiliano de tijera conecta para mandar la pelota contra el palo izquierdo y empatar el partido.

A los 3´ pudo marcar el segundo Juventud. Centro desde la derecha y cabecea solo Ceballos y la pelota se pierde apenas afuera contra el palo derecho.

Un minuto después debió marcar el segundo Peñarol, porque tuvo 3 chances en la misma jugada. Pelota de Estoyanoff por derecha, engancha hacia el medio y saca el remate fuerte que rechaza el arquero. Le queda el rebote a Viatri dentro del área quien remata, pega en un zaguero y le queda a Xisco que saca el remate que pega en el palo izquierdo.

A los 20´ una jugada capital. Centro al área de Juventud, va a buscarla Xisco y lo empujan dentro del área, claro penal que Umpiérrez no cobra. Parece que no importa de qué sexo sean los árbitros, el error que perjudica a Peñarol no falta nunca.

Y no fue el único porque a los 32´un toque largo para Xisco que entra solo contra el arquero y el línea sanciona un offside que no existe cuando entraba perfectamente habilitado el delantero español. Dos jugadas trascendentes donde Peñarol es perjudicado.

Antes, a los 24´ pudo marcar Juventud cuando luego de un tiro libre desde la derecha mandando en forma de centro lo toma Graví de chilena en el segundo palo y la pelota se va por encima del horizontal.

En eso se lesiona Viatri y Peñarol se queda sin futbol. Porque Estoyanoff, que había entrado bien por derecha, se viene hacia el medio y pierde gravitación. Porque el colombiano Riascos que entra por Viatri no mostró nada y el aurinegro se quedó sin ideas.

Apenas si a los 35´ luego un tiro libre desde la izquierda, donde era roja y no amarilla como sacó Umpiérrez, hay un cabezazo de Xisco que pasa cerca del palo izquierdo.

Peñarol vuelve a perder dos puntos contra un equipo que se va a ir al descenso, demostrando que luego de las salidas del período de pases, este es por lejos el equipo más mediocre del aurinegro en los últimos años. Se siguen lesionando jugadores, hoy fue Viatri y Peñarol va quedando cada vez mas relegado en la tabla. Le ganó apenas a un Defensor que también muestra una de sus peores equipos en años. Sufrió para ganarle a Rampla que pelea el descenso. Y empató con Juventud que se va a ir al descenso.

Fue un tembladeral atrás y arriba otro partido donde los delanteros no convierten. Desde que Viatri le marcó a Defensor en el intermedio pasaron Juventud, River, Nacional, de nuevo Defensor, Rampla y de nuevo Juventud, 6 partidos sin que nuestros delanteros conviertan un miserable tanto. Un Peñarol que se muestra cada vez más mediocre en la cancha, que no juega bien, al que el técnico no le encuentra la vuelta, pero que tiene en los dirigentes a los grandes culpables de este descenso de rendimiento.

Ahora será Liverpool en Belvedere y cada vez parece más complicado salir de este momento donde se está hipotecando todo. Este equipo dió otra muestra de sus carencias y esa mediocridad parte de la cabeza de nuestros dirigentes y su falta de visión.

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