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domingo, 11 de marzo de 2012

La polìtica, los medios y el estadio de Peñarol.


Cuando allá por el 2009 se comenzó a plantear con más firmeza el tema de la construcción del estadio de Peñarol, a mi no me parecía un tema primordial para la institución.En aquel momento yo defendía que Peñarol debía tener como prioridad absoluta la reconquista del campeonato Uruguayo y la vuelta a la copa Libertadores.Una vez logrado esto, entonces sí podría plantearse la construcción de la casa aurinegra.

Aún considerando esto, me seguía sin parecer un tema trascendente en la vida institucional del club, fundamentalmente por dos razones.La primera, que quienes se han dejado poner nerviosos por el tema de la construcción del estadio, son aquellos que se han comido la pastilla del verso de la “cultura nacional”.Cuando a nuestros hijos se les pincha el globo de fantasía en el que viven y ya se les hace imposible negar que Peñarol tiene más años, más campeonatos, más clásicos ganados, más gente y más prestigio internacional que ellos, te salen con el argumento, a esta altura famoso, de la cancha.Algo que resulta impresentable cuando con una pompa casi ridícula te presentan su canchita como el “gran parque central” cuando no es más que el templo mayor de pare de sufrir.

La segunda razón es que no veo ningún argumento para que Peñarol deba dejar el estadio Centenario.No creo que exista en todo el Uruguay un lugar mejor para un estadio deportivo.Excelentemente ubicado, cómodo, de fácil acceso, ya impuesto en la cultura del aficionado deportivo de este país y que además está muy bien cuidado.

Más allá del deseo lógico de todo carbonero de tener su casa propia habilitada (que cancha ya tenemos y muchos se olvidan), no me parecía un tema de verdad transcendente.Pero ha sido tanta la manija en contra, que han conseguido que muchos hinchas como yo, que en principio no le dábamos importancia al tema, ahora queramos que se concrete simplemente para acallar las voces en contra y vencer los obstáculos que nos quieren colocar.

Este fin de semana lo pasé en la costa de oro y de casualidad llegó a mis manos uno de esos periódicos gratuitos que se imprimen en la zona el cual dedicaba gran parte de su crónica “periodística” básicamente a tres temas.

El primero era la glorificación de la movilización de los vecinos en contra de la construcción del estadio de Peñarol y la “no entrega del Parque Roosevelt”.Resulta cuando menos llamativo ver como ahora los vecinos de la zona se movilizan y convocan manifestaciones que han tenido mucha cobertura mediática últimamente, cuando en el pasado jamás los vimos preocuparse del estado del parque ni de la protección del medio ambiente y mucho menos de la entrega del patrimonio.

Justamente esta mañana me enteraba a través de un informativo radial de un asesinato cometido anoche en el parque, pero seguramente este hecho no generará ninguna movilización ni corte de ruta, porque parece que la idea es oponerse a todo y no proponer nada, dejar todo como está que así está bien, cuando todos sabemos cuál es el estado actual del parque.

Pero pueden quedarse tranquilos los vecinos de la zona que el estadio de Peñarol ya no se construirá en el área del parque sino en el predio del Ministerio de Defensa, donde no será necesario talar ni un solo árbol.Así que aquellos que estaban preocupados por la protección del medio ambiente y la entrega del patrimonio estatal, ya no tienen de qué preocuparse.

El segundo tema de que se ocupaba este periódico era de los desmanes cometidos por vándalos hinchas de Peñarol haciendo pintadas en muros y señales de caminería.Sobre este particular no pueden existir dos opiniones.Es absolutamente condenable esta acción de vándalos urbanos que no son más que eso y no son hinchas de Peñarol en el sentido en que nosotros entendemos

Tan condenable como eso, es el manejo tendencioso de la información, haciendo hincapié en que estos inadaptados sociales son hinchas de Peñarol como si en toda la costa de oro no hubiera vándalos “del otro cuadro” y no se vieran muros y señales pintados con leyendas proclives a nuestro tradicional adversario.

Son este tipo de “medios de prensa” los que generan en muchos vecinos bien intencionados el miedo a la construcción del estadio aurinegro, como si todos los hinchas de Peñarol fuéramos una suerte de horda vikinga que va a saquearle las casas y quemarles los barrios.

Incluso se dice en este periódico que no se descarta hacer responsable judicialmente a Peñarol por las acciones de estos vándalos, como si cualquiera que se coloque una camiseta aurinegra y salga a cometer delitos por ahí generara una responsabilidad institucional de Peñarol.Hace más de 30 años que voy a ver a Peñarol y nunca tuve un incidente con nadie, porqué tengo que soportar ser catalogado como un delincuente?.Estoy cansado de esa forma tendenciosa de medir los hechos.

El tercer tema que trataba este periódico se me hizo francamente ridículo.En una nota se quejaban de que una murga de la zona no incluyó en su repertorio de este año ningún verso en contra de la construcción del estadio de Peñarol.Hasta ese punto llega el absurdo.

Nobleza obliga, el otro tema del que se ocupa esta edición es criticar el aumento de la contribución inmobiliaria en la costa de oro.

Después de leer este periódico, a un montevideano ignorante como yo, le queda la impresión de que los únicos temas importantes en Canelones son el aumento de la contribución inmobiliaria y oponerse a la construcción del estadio de Peñarol.No se habla de los problemas de los productores afectados por la sequía, ni de problemas de circulación de tránsito ni nada de eso.

Se me hace válido preguntarme, estará bien que un medio de comunicación le dé la espalda al anhelo de un enorme porcentaje de la población canaria simpatizante de Peñarol?.Seguramente los editores de estos medios saben mucho mejor que yo la respuesta.

Sé que no habrá muchos que se tomen la molestia de leer estas líneas, pero si alguien lo hace, me podrá acusar de no ser imparcial y estará en lo correcto.Quien escribe es un hincha de Peñarol que no pretende ser más que eso.No pretendo ser periodista puesto que no tendría el valor de mentirle a la gente e intentar venderle una objetividad de la que carezco.

No soy ni más ni menos que un hincha de Peñarol, que siempre defenderá lo que a su entender, favorece los intereses de Peñarol y criticará aquello que se le oponga.Del mismo modo que nunca dije amén a todo lo que viene de Peñarol y el día que no se me permitió expresar libremente mi opinión en el foro oficial del club, me retiré para nunca volver.

Está llegando la hora en que la junta departamental vote afirmativa o negativamente el proyecto de construcción del estadio y todo parece indicar que los votos obedecerán más a cuestiones de política deportiva que de política municipal.Ya se está presionando diciendo que el Intendente Carámbula y el Ministro Huidobro están a favor porque son hinchas de Peñarol.Creo que es hora de que los hinchas carboneros estemos muy atentos a cómo vota cada quien para cuando nos llegue nuestro momento de votar, quizás hagamos lo mismo y prioricemos razones de política deportiva antes que de estado para emitir nuestros votos.


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