No hemos
comentados los últimos encuentros del aurinegro por causas de fuerza mayor y es
así que no hay comentarios de las victorias ante Racing (2 a 0) y River (4 a 1)
y el empate ante Wanderers (1 a 1), pero hoy retomamos la tarea de comentar los
encuentros del carbonero.
Peñarol
jugaba en el CDS con la formación que ha venido utilizando en este campeonato a
excepción del cebolla Rodríguez suspendido, suplantado por Guzmán Pereira.
Enfrente el
nuevo Liverpool de un ex Peñarol como Pezzolano en la conducción técnica y otros dos ex aurinegros en
cancha: Sebastián Piriz y Carlos Núñez.
Y fue un
primer tiempo raro, porque Peñarol jugo mejor que su rival pero no se fue
ganando. Desde el primer momento el aurinegro fue superior. Abriendo la cancha,
jugando por las bandas, tocando la pelota, pero careciendo quizás de toda la
profundidad que hubiera requerido.
La primera del
aurinegro fue a los 5´ con un centro de Lucas Hernández desde la izquierda y el
remate de Canobbio dentro de área que contiene bien el arquero Bava abajo, después
del pique.
Siguió siendo
más Peñarol, pero sin jugadas de peligro hasta los 30´ cuando otra vez el
centro de Lucas desde la izquierda lo anticipa Fidel Martínez en el primer palo,
pero lo atora la pelota y remata exigido para mandarla por encima del
horizontal.
La apertura
llega un minuto después, esta vez con centro desde la derecha de Estoyanoff, la
baja de pecho Fidel para dejársela muerta para la entrada de Maxi Rodríguez
que, de tijera en el aire, remata de derecha para clavarla contra el palo
derecho sin que pudiera hacer nada Bava. Y era justo porque era más el aurinegro,
pero duro poco la ventaja.
Porque a
los 40´ un centro frontal donde no está feliz la defensa mirasol, lo gana
Platero de espaldas al arco y la baja a la derecha para la entrada de Núñez que
domina y saca el remate cruzado y fuerte que se clava abajo, contra la base del
palo derecho sin darle opción a Dawson.
Y así, un
encuentro donde fue superior el carbonero, se fue al descanso con un empate a
nuestro juicio, inmerecido.
El segundo
tiempo comenzó con la firme intención del aurinegro de meter a Liverpool en su
campo, pero exponiéndose al contragolpe negriazul. Más aún cuando Ramos hace
salir a Guzmán Pereira y Fidel Martínez (no lo entendimos) para la entrada de
Palacios y el toro Fernández.
Sin embargo,
apenas se hacen los cambios, sobre los 12´, un tiro libre desde la derecha por
falta a Estoyanoff, lo toma Lucas Hernández y salta solo el toro Fernández para
meter el cabezazo abajo y mandar la pelota contra el palo derecho para marcar
el 2 a 1.
Y casi
enseguida pudo liquidarlo porque 3´ después un córner desde la izquierda, la
pelota atrás para Lucas que manda el centro y salta solo Palacios en el segundo
palo para meter el cabezazo de pique al suelo y la pelota se eleva y se va por
encima del horizontal cuando el arquero no ensayaba defensa alguna.
La última
de Peñarol fue a los 28´ con un remate de Maxi Rodríguez que se pierde afuera
contra el palo derecho.
De ahí en más,
nobleza obliga a reconocer que fue todo de Liverpool. Peñarol terminó sitiado
en su propio campo y no solo no tuvo la pelota, sino que tampoco sacó un solo
contragolpe peligroso.
Liverpool
tuvo las suyas. La primera a los 32´ con un tiro libre desde la derecha de
Guastavino que se pierde apenas encima del horizontal de Dawson.
A los 42´ un
centro desde la derecha de Alaniz y el cabezazo de Platero que se pierde apenas
afuera contra el palo izquierdo.
La última
ya sobre los descuentos con un remate de Alaniz desde afuera que se pierde
ancho contra el palo derecho.
Ya pasada
la hora, el árbitro Leodán González expulsa a Lucas Hernández por una falta
donde, justo es decirlo, Lucas se regala tirándose hacia adelante con ambas
piernas. Pudo ser bien expulsado, pero también Liverpool golpeó más de la
cuenta y el juez lo permitió. Solo a Canobbio le hicieron no menos de 7 u 8
faltas sin que mostrara tarjetas por reiteración de infracciones.
Peñarol ganó,
pero no jugó bien. Sobre todo, desde los 30´ del segundo tiempo, sufrió el
partido y Liverpool hizo méritos para empatarlo.
Volvimos al
comentario con triunfo y eso es lo que más contento nos deja, con un Peñarol
que continua al acecho esperando algún traspié del tradicional rival y sabiendo
que ganará los próximos 3 puntos por la deserción de El Tanque.