El
Peñarol de Bengoechea tenía la última oportunidad de ganar el apertura luego de
tres sendos empates que impidieron que lo ganara antes y con holgura. Para ello
el técnico decidió que el capitán (titular en los anteriores 14 encuentros y
con un solo gol en su haber) se quedara en el banco, signo evidente del que el
técnico sintió finalmente la presión que desde distintos sectores se había
manifestado desde hace varias fechas. A un Palacios que casi no tuvo oportunidades,
se le dio hoy la más fea, la de tener que reemplazar al capitán y ser el
salvador del equipo. Ni tanto ni tan poco dice el dicho y entendemos (aun en el
acierto del cambio) que fue demasiada responsabilidad tardía para Palacios.
Nandez
suspendido por la imprevisión del técnico de quitarlo en el partido anterior antes
de que lo expulsaran, fue reemplazado por el muy discutido Piriz dejando sin
chances, de nuevo a Marcel Novick. Salió también Diogo en el lateral para dar
entrada a Gianni Rodríguez (otro que no ha colmado las expectativas) y quedó
otra vez en el banco Luque reemplazado por Ifrán.
Enfrente
un Juventud que no se jugaba nada y era involuntario árbitro de la definición
del campeonato. Pero Peñarol volvió a jugar un primer tiempo apático, aunque
tuvo la primera chance a los 2´ con un centro al área desde la derecha que
despeja la defensa de Juventud y que recoge Forlán para sacar el remate cruzado
que se pierde apenas ancho contra la base del palo izquierdo del ex aurinegro
Carini.
Juventud
respondió a los 9´ con una jugada doble. Primero un remate de Puerari desde la
derecha y a Guruceaga se le escapa entre las manos una pelota que era fácil y
que consigue contener en dos tiempos. Pero el arquero se redime en seguida
porque un minuto después es el mismo Puerari que recibe por izquierda, engancha
hacia adentro para sacarse la marca de Guillermo y remata al palo más alejando
contiendo el arquero en buena atajada abajo.
A los
18´ un tiro libre desde la izquierda y Pérez cabecea en el primer palo y la
pelota se pierde afuera contra el vertical derecho de Guruceaga.
La
apertura llega a los 24´ con una pelota que Peñarol recupera en defensa y Aguiar
mete el pase profundo para Palacios que entra por el medio le gana en velocidad
al marcador que falla el cálculo y toca suave ante la salida de Carini para que
la pelota se meta mansa contra la base del palo izquierdo. Un gol que empezaba
a abrir el camino.
Pero
igual que ante Plaza, Peñarol no apuró después del gol para liquidar el
partido. Apenas si a los 29´ tuvo otro enorme paso de profundidad para la
entrada de Forlán por izquierda que saca otra vez el remate cruzado que se
vuelve a perder ancho contra el palo izquierdo.
La última
del primer tiempo fue para Juventud a los 35´ con un remate de Romero desde
afuera de área que provoca una gran atajada de Guruceaga a contra pie y yendo
abajo sobre la derecha.
Peñarol
terminó ganando 1 a 0 el primer tiempo pero quedó un retrogusto demasiado
similar al de hace una semana contra Plaza. Peñarol no lo liquidó y dejaba al
rival vivo para el segundo tiempo.
El
segundo tiempo fue realmente malo, con un Juventud que no inquietaba pero
Peñarol no lo liquidaba. Fue un suplicio ver ese segundo tiempo con un equipo
mirasol que no generaba ninguna confianza.
Hubo muy
pocas chances de gol en ese segundo tiempo. Para Peñarol a los 20´ con un
tanteo desde afuera de Aguiar que provoca una gran atajada de Carini volando
para sacarla contra el palo derecho.
Hay que
esperar hasta el cierre mismo del encuentro para tener otras donde chances de
convertir. Una muy clara para Juventud, que de haberla concretado le hubiera
dado el campeonato a Nacional (que ya había robado el partido en Belvedere con
dos penales a favor, uno claramente no fue). Fue un centro desde la derecha que
cabecea solo Alonso en el área chica y la pelota se va por encima de
horizontal.
Peñarol
lo pudo cerrar en la última jugada del partido, cuando Zalayeta fue el
distinto, el único que no pensó en hacer tiempo contra el banderín y salió
desde el córner, se metió en el área y tocó atrás para el remate de Marcel
Novick por encima de horizontal.
Peñarol terminó el partido de la forma que no nos gusta, haciendo tiempo,
colocando hombres de marca en lugar de delanteros y rezando que el rival no se
inspirara y embocara una (estuvo muy cerca Alonso sobre el cierre del partido).
A Palacios no le pesó la responsabilidad y terminó siendo el salvador que el técnico necesitaba.
Peñarol
ganó el apertura no por ser el mejor sino por menos malo. La cosecha de puntos
demuestra esto muy claramente. Ganó el torneo con 31 puntos (un porcentaje que
generalmente alcanza para ser cuarto o quinto) y dejó 14 por el camino.
Con un
equipo de jugadores capacitados para hacer un futbol interesante este equipo no
juega a nada. Ganó un torneo que tuvo todo para ganar por varios puntos de
ventaja y dejar encaminada la tabla anual y apenas lo gana por la mínima
diferencia y dejando el panorama abierto para que pase cualquier cosa en el
cierre del torneo.
Hoy la
hinchada dejó una impresionante imagen de unidad. Apoyó masivamente dejando de
lado todas las críticas que este equipo ha merecido. Ahora será momento en que
los dirigentes dejen una señal clara de carácter para tomar las decisiones que
todos sabemos que deben tomarse de cara a el clausura y la Libertadores.