Buscar este blog

domingo, 6 de diciembre de 2015

Campeón apenas. Peñarol 1 Juventud 0



El Peñarol de Bengoechea tenía la última oportunidad de ganar el apertura luego de tres sendos empates que impidieron que lo ganara antes y con holgura. Para ello el técnico decidió que el capitán (titular en los anteriores 14 encuentros y con un solo gol en su haber) se quedara en el banco, signo evidente del que el técnico sintió finalmente la presión que desde distintos sectores se había manifestado desde hace varias fechas. A un Palacios que casi no tuvo oportunidades, se le dio hoy la más fea, la de tener que reemplazar al capitán y ser el salvador del equipo. Ni tanto ni tan poco dice el dicho y entendemos (aun en el acierto del cambio) que fue demasiada responsabilidad tardía para Palacios.

Nandez suspendido por la imprevisión del técnico de quitarlo en el partido anterior antes de que lo expulsaran, fue reemplazado por el muy discutido Piriz dejando sin chances, de nuevo a Marcel Novick. Salió también Diogo en el lateral para dar entrada a Gianni Rodríguez (otro que no ha colmado las expectativas) y quedó otra vez en el banco Luque reemplazado por Ifrán.

Enfrente un Juventud que no se jugaba nada y era involuntario árbitro de la definición del campeonato. Pero Peñarol volvió a jugar un primer tiempo apático, aunque tuvo la primera chance a los 2´ con un centro al área desde la derecha que despeja la defensa de Juventud y que recoge Forlán para sacar el remate cruzado que se pierde apenas ancho contra la base del palo izquierdo del ex aurinegro Carini.

Juventud respondió a los 9´ con una jugada doble. Primero un remate de Puerari desde la derecha y a Guruceaga se le escapa entre las manos una pelota que era fácil y que consigue contener en dos tiempos. Pero el arquero se redime en seguida porque un minuto después es el mismo Puerari que recibe por izquierda, engancha hacia adentro para sacarse la marca de Guillermo y remata al palo más alejando contiendo el arquero en buena atajada abajo.

A los 18´ un tiro libre desde la izquierda y Pérez cabecea en el primer palo y la pelota se pierde afuera contra el vertical derecho de Guruceaga.

La apertura llega a los 24´ con una pelota que Peñarol recupera en defensa y Aguiar mete el pase profundo para Palacios que entra por el medio le gana en velocidad al marcador que falla el cálculo y toca suave ante la salida de Carini para que la pelota se meta mansa contra la base del palo izquierdo. Un gol que empezaba a abrir el camino.

Pero igual que ante Plaza, Peñarol no apuró después del gol para liquidar el partido. Apenas si a los 29´ tuvo otro enorme paso de profundidad para la entrada de Forlán por izquierda que saca otra vez el remate cruzado que se vuelve a perder ancho contra el palo izquierdo.

La última del primer tiempo fue para Juventud a los 35´ con un remate de Romero desde afuera de área que provoca una gran atajada de Guruceaga a contra pie y yendo abajo sobre la derecha.

Peñarol terminó ganando 1 a 0 el primer tiempo pero quedó un retrogusto demasiado similar al de hace una semana contra Plaza. Peñarol no lo liquidó y dejaba al rival vivo para el segundo tiempo.

El segundo tiempo fue realmente malo, con un Juventud que no inquietaba pero Peñarol no lo liquidaba. Fue un suplicio ver ese segundo tiempo con un equipo mirasol que no generaba ninguna confianza.

Hubo muy pocas chances de gol en ese segundo tiempo. Para Peñarol a los 20´ con un tanteo desde afuera de Aguiar que provoca una gran atajada de Carini volando para sacarla contra el palo derecho.

Hay que esperar hasta el cierre mismo del encuentro para tener otras donde chances de convertir. Una muy clara para Juventud, que de haberla concretado le hubiera dado el campeonato a Nacional (que ya había robado el partido en Belvedere con dos penales a favor, uno claramente no fue). Fue un centro desde la derecha que cabecea solo Alonso en el área chica y la pelota se va por encima de horizontal.

Peñarol lo pudo cerrar en la última jugada del partido, cuando Zalayeta fue el distinto, el único que no pensó en hacer tiempo contra el banderín y salió desde el córner, se metió en el área y tocó atrás para el remate de Marcel Novick por encima de horizontal.

Peñarol terminó el partido de la forma que no nos gusta, haciendo tiempo, colocando hombres de marca en lugar de delanteros y rezando que el rival no se inspirara y embocara una (estuvo muy cerca Alonso sobre el cierre del partido).

A Palacios no le pesó la responsabilidad y terminó siendo el salvador que el técnico necesitaba.

Peñarol ganó el apertura no por ser el mejor sino por menos malo. La cosecha de puntos demuestra esto muy claramente. Ganó el torneo con 31 puntos (un porcentaje que generalmente alcanza para ser cuarto o quinto) y dejó 14 por el camino.

Con un equipo de jugadores capacitados para hacer un futbol interesante este equipo no juega a nada. Ganó un torneo que tuvo todo para ganar por varios puntos de ventaja y dejar encaminada la tabla anual y apenas lo gana por la mínima diferencia y dejando el panorama abierto para que pase cualquier cosa en el cierre del torneo.

Hoy la hinchada dejó una impresionante imagen de unidad. Apoyó masivamente dejando de lado todas las críticas que este equipo ha merecido. Ahora será momento en que los dirigentes dejen una señal clara de carácter para tomar las decisiones que todos sabemos que deben tomarse de cara a el clausura y la Libertadores.