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sábado, 31 de agosto de 2013

Se acabó el crédito.



Peñarol volvía al Centenario buscando la primera victoria en el campeonato. Con la sorpresa de que el japo Rodríguez no estaba ni en el banco y la incertidumbre de cuál fue la razón para esta decisión, pero en principio parece por motivos extra futbolísticos.

El resto del equipo era el que se presumía manteniendo la base del equipo que enfrentó a Defensor. Con Amado en el medio campo y Albín por el lateral izquierdo y el ingreso de Santiago Silva después de muchísimo tiempo de ausencia en el equipo titular.

Enfrente un Rentistas que venía de la segunda división pero al que el tradicional adversario apenas le pudo ganar 1 a 0 con un tanto convertido 4 minutos después de pasada la hora, después de que el árbitro decidiera jugar hasta que Nacional hiciera un gol.

Pero Peñarol volvió a jugar un pésimo primer tiempo, impreciso, lento, anunciado, con unos problemas enormes a la hora de generar juego. Nuevamente fue frágil en defensa a lo que se sumó un error imperdonable del arquero. Peñarol era un equipo partido, que carecía de un generador de futbol y que dejaba enormes huecos en el medio campo.

Sin embargo Rentistas no generaba nada, pero Peñarol, al que parece que le encanta complicarse hasta los partidos más sencillos, se hace un gol en contra. Porque el gol que recibe debe catalogarse como un gol en contra.

Fue a los 14´ cuando Macaluso tenía la pelota controlada y hace un pase defectuoso atrás dejando la pelota muy corta, sin embargo llega antes Castillo, pero en lugar de reventarla quiere eludir al delantero que le saca la pelota y marca contra el arco vacío.

Un golpe durísimo para un Peñarol que en los últimos tiempos ha acusado grandemente las adversidades y le ha costado mucho levantarlas.

Durante varios minutos siguió sin generar nada el carbonero hasta que logró convertir prácticamente en la primera oportunidad de que dispuso.

Fue a los 26´ a través de un córner de Estoyanoff desde la esquina de Colombes y Olímpica que cabecea fuerte Viera, ganándole limpiamente a su marcador para meter la pelota contra el palo derecho del arquero Reyes.

Pero luego del empate, Peñarol no se llevó por delante a su rival, como cabía esperar. Incluso Rentistas dispuso de alguna jugada como un remate de Fernández desde afuera a los 33´ que pasó cerca contra la base del palo izquierdo de Castillo.

A los 36´ un pase profundo de Aguiar para la entrada de Santiago Silva por izquierda y el arquero Reyes sale a ahogar el remate del delantero mirasol que se va afuera contra el segundo palo.

A los 38´ un centro desde la izquierda de Albín es cabeceado por Pacheco que estaba solo en el medio del área y la pelota rebota en el cuerpo del arquero que había salido a ahogar y la pelota se va al córner.

A los 41´ otro remate de Fernández desde afuera que Castillo saca abajo contra el palo izquierdo.

A los 43´ debió ser el segundo aurinegro. Una pelota que se lleva Aguiar, favorecido por el rebote, queda cara a cara con el arquero que rechaza, la pelota es jugada al medio para Zalayeta que la para y remata y Reyes vuela para sacar en extraordinaria atajada.

Se fue el primer tiempo 1 a 1 con la lesión de Baltazar Silva que fue sustituido por Sandoval, de tenebrosa actuación contra River.

Pero si el primer tiempo de Peñarol fue un desastre, el segundo fue espantoso.

Empezó temprano, a los 3´ cuando un desborde por la derecha permite la entrada de un delantero solo que hace el pase al medio y Maidana anticipa en el primer palo para tocar la pelota que supera a Castillo para marcar el 2 a 1.

Pero aún faltaba lo peor, a los 8´ un saque de arco de Reyes va a caer manso en el área de Peñarol. Macaluso y Viera lo ven y se abren para dejarla pasar y que contenga el arquero, pero Castillo hace un cálculo pésimo, la pelota le pica delante y se le va por encima del cuerpo. Maidana entrando por atrás y toca la pelota de nuevo contra un arco vacío. Ni falta que hacía porque de no haberla tocado, la pelota entraba igual y era un gol de arco a arco.

Analizar lo que fue el partido después de eso, no tiene sentido. Peñarol golpeado por los dos goles que se comió, enloquecido por los nervios, sin ideas futbolísticas, sin sorpresa, repitiendo pelotazos sin ningún criterio.

Rentistas no generó nada más, tan pobre fue lo del equipo del Cerrito. Peñarol apenas logró descontar a los 32´ con un desborde de Jonathan Rodríguez por derecha, el centro atrás que toma Zalyeta y de media vuelta la mete en el arco de la Ámsterdam.

Hoy perdió Peñarol, no ganó Rentistas, perdió Peñarol, que se hizo dos goles en contra en una tarde espeluznante de Castillo. Después de aquella actuación de Bologna contra Fénix, no pensé que iba a ver algo peor en el arco de Peñarol. Me equivoqué, lo de hoy de Castillo es lo peor que he visto en nuestro arco desde hace 36 años que voy a ver a Peñarol. Lo cual mucho me mortifica porque fui uno de los que pedí a Castillo para el arco de Peñarol, recordando todo lo bueno que nos había dado en su pasaje anterior y todo lo que había atajando ante nosotros en Defensor, Liverpool y Danubio.

Hoy no se salva nadie, fue impresentable lo de Castillo, muy malo lo de Pacheco, flojísimo lo de Zalayeta a pesar del gol, es increíble lo duro que está. Muy impreciso lo de Aguiar, malo Albín, pésimo Macaluso, pobre lo de Amado y Estoyanoff. Quizás Viera es el único rescatable y parece que jugó su último partido porque se va a Italia.

Y debemos decirlo ahora y contundentemente: SE LE ACABÓ EL CRÉDITO A ALONSO QUE NO DEBE CONTINUAR SIENDO EL TÉCNICO DE PEÑAROL. El equipo ha jugado 5 partidos oficiales y NO HA GANADO NINGUNO y ha jugado rematadamente mal. Ha sido superado siempre por todos los rivales que enfrentó y no ha mostrado el temple que le reclamamos siempre al equipo aurinegro. Alonso ha mostrado que no está apto para ser el técnico aurinegro y debe salir ahora. Hay 15 días de receso, se deben aprovechar para trabajar con quien sea el nuevo técnico.

Esto no se aguanta más y se acabó el crédito.

domingo, 25 de agosto de 2013

Entre la falta de acierto y los horrores arbitrales.



Cuando a un equipo le anulan un gol lícitamente convertido y no le cobran un enorme penal a favor, tiene todo el derecho a sentirse perjudicado. Pero cuando un día antes el mismo cuerpo arbitral (obviamente no el mismo juez pero es el mismo cuerpo) extiende un partido hasta que el archi-enemigo de ese equipo convierta un gol que le dé la victoria, da para sentirse sencillamente robado. Eso fue justamente lo que le pasó a Peñarol este fin de semana.

Peñarol volvía a presentarse en el Franzini, donde cayó por última vez en el campeonato pasado que terminó consagrándolo como campeón. Por el despropósito que es este futbol uruguayo, con el demagógico argumento de “la fiesta del barrio”, se estableció que Peñarol jugara en una cancha donde queda mucha de su gente afuera, en un horario absolutamente inapropiado para la época del año y en una zona donde aún se hacía sentir más el frio por la proximidad de la costa.

El aurinegro salió a la cancha con un montón de cambios. En 4 partidos nunca fue la misma formación y se han operado cambios radicales de un partido a otro, lo cual no contribuye a despejar las dudas y dar tranquilidad al equipo.

Con Baltazar por el lateral derecho, Albín en el izquierdo, Ragusso apareciendo como volante por izquierda, la pareja de medios con Aguiar y Amado y con Nuñez en ofensiva. Salieron con respecto a la formación del otro día contra River: Sandoval, Novick, Píriz, el japo Rodríguez y el lolo Estoyanoff.

Enfrente un Defensor con la sangre en el ojo por la derrota, con baile incluido, de la final pasada y la derrota de la primera fecha con Liverpool. Fue más Defensor en el primer tiempo, impresionó siempre mejor, teniendo más la pelota y manejándola mejor. 

En los primeros minutos, Peñarol muy metido en su propio campo, curiosamente sufriendo más por el sector derecho de la defensa que por el izquierdo, quizás porque por ahí caían Gedoz y De Arrascaeta. El aurinegro carecía de elaboración de futbol, no aparecieron esos pases de Aguiar y a Pacheco le costó generar.

A los 7´ tuvo la primera Defensor con una media vuelta de De Arrascaeta, débil que contuvo abajo Castillo.

Peñarol respondió recién a los 19´ con un toque de Pacheco para Zalayeta que remata forzado afuera contra el palo izquierdo.

Sobre los 30´ se dio una jugada determinante para el trámite del encuentro. Un pase profundo de Pacheco para la entrada de Nuñez que pica solo y HABILITADO y define marcando el tanto. Pero los integrantes del mismo cuerpo arbitral que ayer hicieron jugar el partido hasta que Nacional hiciera un gol, marcaron un OFFSIDE INEXISTENTE QUE PRIVÓ A PEÑAROL DE UN TANTO LEGÍTIMAMENTE OBTENIDO. Una vez más estos sátrapas intervienen en el natural desarrollo del campeonato, perjudicando a Peñarol y favoreciendo a los rivales de siempre.

Tuvo dos más Peñarol antes del final. A los 37´ toque de Pacheco, devolución magnifica de Zalayeta y el capitán aurinegro que llega exigido, remata muy débil, fácil para Campaña.

A los 39´ un remate de Zalayeta de media vuelta dentro del área, también salió débil a las manos del arquero.

Antes del final se volvió a lesionar Nuñez. Otra vez solo, sin marca, corrió una pelota y se tironeó. Un jugador por el que se ha pagado una suma nada despreciable y que se ha mostrado muy frágil físicamente para ser jugador de Peñarol.

En el clausura pasado, en esa misma cancha, Peñarol recibió un gol psicológico en el último minuto del primer tiempo, esta vez lo sufrió en el primer minuto del segundo tiempo.

Centro de De Arrascaeta desde la derecha, pasado al segundo palo y la entrada de Gedoz, que remata de semi volea. La pelota pica y supera una deficiente salida de Castillo y se le va por encima del cuerpo para meterse justo contra el palo izquierdo. 1 a 0 y otra vez cuesta arriba.

Cuando un equipo de Peñarol está perdiendo, lo que exigimos los hinchas carboneros es que se meta al rival contra su arco. Poco nos importa si es con futbol, con ganas o con temple, pero queremos ver a nuestro representativo llevándose por delante al rival y este equipo de Peñarol lo hizo.

Así se fueron acumulando situaciones de gol a favor de un aurinegro que no quería perder.

A los 8´ un remate del japo Rodríguez, que había ingresado por Ragusso, lo contiene Campaña.

A los 10´ la deja pasar el japo por el medio y entra solo Estoyanoff por derecha y queda de frente con el arquero y su remate lo saca Campaña con el cuerpo.

A los 12´ un centro del japo desde la izquierda es despejado por la defensa violeta y la toma Estoyanoff fuera del área, engancha y saca el remate que se estrella en la base del palo derecho, cuando estaba vencido el arquero.

A los 16´un córner desde la derecha es cabeceado por Aguiar, fuerte, abajo y la pelota es contenida por Campaña.

En esos pocos minutos Peñarol metía a su rival en su propia área y merecía largamente el empate.

A los 22´ un centro al área es recibido por Zalayeta y cuando se aprontaba a rematar, es derribado claramente por Fleurquin. Un penal enorme como la Facultad de Ingeniería que no cobra el árbitro Vázquez.

Alonso se juga el todo por el todo. Hace ingresar a Leyes por Macaluso y queda con línea de tres en el fondo, exponiéndose al contragolpe violeta.

A los 32´ una corrida de Estoyanoff por derecha, va hasta el fondo y mete el centro al área que rebota y lo toma Zalayeta por el segundo palo. Su remate obliga a una enorme atajada de Campaña que evita el tanto mirasol.

Responde Defensor un minuto después con un centro de Gedoz que toma De Arrascaeta dentro del área y se quiere afirmar tanto que su remate sale fuerte y lejos por encima del travesaño.

Parecía que Peñarol se iba a ir del Franzini derrotado sin merecerlo, cuando dos minutos pasada la hora, Estoyanoff desborda por derecha, frena para sacarse de encima a su marcador y éste sigue de largo y se barre derribando al delantero mirasol. Vázquez no podía no cobrar un segundo penal y no tuvo más remedio que sancionarlo.

Lo remató Pacheco. Muy mal tirado, débil, anunciado, al medio del arco, fácil para Campaña que contenía sin problemas pero inexplicablemente la deja pasar y se le mete mansa por el medio del arco.

Fue 1 a 1, para nosotros, injusto, porque Peñarol fue más, tuvo media docena de chances de gol, convirtió al arquero rival en la mejor figura del encuentro, le anularon un gol lícito y no le cobraron un penal a favor.

Entre sus propios errores, falta de definición y la desastrosa actuación de los árbitros (cobrando en contra nuestra y favor de los rivales), Peñarol ha quedado 5 puntos debajo de su adversario de siempre en apenas dos fechas.

Alonso agota rápidamente el poco crédito que le queda y está a una derrota más de agotarlo por completo. Es imperioso que Peñarol empiece a sumar de a tres.

sábado, 17 de agosto de 2013

Pésimo comienzo.


Peñarol salió a la cancha con la obligación de borrar rápidamente la pésima imagen dejada en la Copa Sudamericana. Para eso el técnico Alonso dejó de lado el lirismo del planteamiento ante los chilenos y colocó una formación mucho más equilibrada para enfrentar a River.

Con el ingreso de Novick para acompañar a Píriz en el medio campo, después de la salida definitiva de Cistóforo al Sevilla y colocando a Pacheco en una función más adecuada a sus condiciones que la de jugar como doble cinco como contra Cobreloa.

Pero Peñarol jugó un pésimo partido, increíblemente nervioso, acusando demasiado la eliminación prematura de la copa, olvidándose de que es el último campeón Uruguayo.

Por delante el River de Almada, un técnico muy inteligente, que siempre plantea bien los partidos y hace jugar bien a sus equipos. El único equipo uruguayo sobreviviente en la Copa Sudamericana ganando con luz su llave.

Peñarol fue parejo, un desastre en todas las líneas. Muy mal en defensa. Defendiendo pésimamente las pelotas quietas, lento, impreciso y perdiendo permanentemente por arriba. Mal en el medio, donde no se paró a nadie y se corrió siempre atrás de la pelota. Nulo en la generación de futbol, donde ni Pacheco ni el japo generaron nada. Mal arriba donde Estoyanoff entró con el balde en la cabeza y Zalayeta se debatió solo entre los rivales.

Fue así que River tuvo en control y fue generando las chances. La apertura vino a los 16 cuando Techera (hizo las inferiores en Peñarol, curioso no?) se fue por el medio ganándole  a Sandoval y Macaluso y definió con remate contra el palo derecho que venció a Castillo.

Desde los 16 perdía Peñarol y no fue capaz de generar una sola opción clara de gol. Apenas si un tiro libre débil de Pacheco a los 35 que contuvo Frascarelli (otro ex carbonero) y un cabezazo del mismo Pacheco un minuto después, también débil y fácil para el arquero.

A los 37 llego el segundo de River. Techera le hizo un nudo a Sandoval por izquierda, lo dejó mareado y metió el centro que cabeceó Leandro Rodríguez al gol, ganándole el salto a Macaluso.

A los 43 se fue solo Pacheco hacia el arco de la Colombres luego de un pase largo que lo puso cara a cara con el arquero, pero definió mal, al bulto y Frascarelli rechazó.

Un minuto después llegó el descuento aurinegro. Un lateral ofensivo por derecha, Pacheco se esfuerza sobre la raya para levantar el centro, toca Estoyanoff, la pelota se eleva y Zalayeta la baja atrás de cabeza para el remate del japo Rodríguez que la clava contra el palo derecho.

Pero sobre el cierre mismo del partido una falta de Piriz sobre Techera al borde mismo del área, lo remata Hamilton Pereira (otro ex Peñarol) y la cuelga en el ángulo superior derecho de Castillo.

3 a 1 abajo en un primer tiempo y una sensación de descontrol absoluto, de mala actuación en todas las líneas y falta de recursos para intentar, ya no llevarse el partido sino por lo menos, equilibrarlo.

Para el segundo tiempo los cambios de Aguiar y Nuñez por Novick y el japo Rodríguez. Hasta cambió de lado los laterales, trayendo a Baltazar a la derecha y mandando a Sandoval a la izquierda a ver si lograba olvidarse un poco de un Techera que lo pasó como un poste toda la tarde y conseguía parar a alguien.

Con esas modificaciones, Peñarol mostró por lo menos algo más de rebeldía que, en los primeros minutos, hizo creer en la posible reacción.

Ya a los 4 le quedo una pelota a Nuñez dentro del área chica y su remate fue ahogado por el arquero Frascarelli y la pelota se fue al córner.

Pero si se insinuaba algo de reacción, los ladrones de siempre, esta vez representados en la persona de Cunha, se encargaron de cortarla. 

Una pelota que corren Píriz y un jugador de River en la mitad de la cancha y terminan los dos en el suelo, en algo que si era falta (es por lo menos dudoso) no ameritaba nada más que la sanción de la misma. Pero Cunha le saca segunda amarilla a Píriz y deja con 10 a Peñarol. Como si no bastara el desastroso partido que hicimos, todavía hay que luchar contra la mala voluntad de siempre de los árbitros.

Así fueron pasando los minutos y Peñarol cortado en su reacción por el hombre de menos, tuvo algunas chances claras.

La primera fue a los 12 con un pase largo impresionante de Aguiar para la entrada de Estoyanoff por derecha y el remate a la carrera del lolo lo contiene el arquero.

A los 34 otro gran pase de Aguiar para Jonathan Rodríguez (que había sustituido a Estoyanoff) le permite entrar solo al juvenil contra el arquero y su remate se va apenas ancho contra el palo derecho.

A los 36 córner desde la derecha de Pacheco que cabecea solo Macaluso y el Frascarelli vuela para sacarlo al córner en impresionante atajada.

De ese córner, otra vez tirado por Pacheco, cabecea Viera y la mete contra el palo derecho venciendo finalmente a Frascarelli.

Pero Peñarol, que jugó un pésimo partido, tuvo además la suerte en contra. Porque cada vez que consiguió descontar, recibió enseguida un nuevo gol en contra.

Un minuto después del descuento, se fue un jugador de River por la banda izquierda, metió  el centro que recibió Casas, paró de pecho y de media vuelta la clavó contra el palo izquierdo de Castillo. Un verdadero golazo y cierre del partido.

Apenas si hubo una más para River sobre el final mismo del encuentro en un remate de Techera que pasó cerca de palo derecho.

Peñarol jugó un partido espantoso. Un equipo carcomido por los nervios de su eliminación en la Copa, que no tuvo balance, no generó juego y dio enormes ventajas en defensa. Hoy Peñarol tuvo jugadores malos y peores. Lo malos: todos, peores: Estoyanoff, Sandoval, el japo Rodríguez, Macaluso, Pacheco y hasta Zalayeta (aunque los dos primeros despegados por lejos).

De los 14 jugadores que entraron hoy a la cancha se salva apenas uno: Luis Aguiar, que no siendo un jugador de marca neto, bancó solo la mitad de la cancha cuando Cunha se mandó la gracia de expulsar a Píriz, pero además se bastó para meter 3 o 4 pases impresionantes de gol que no culminaron bien sus compañeros.

Ahora Peñarol deberá enfrentar a Defensor en el Franzini y si no gana, habrá hipotecado gran parte de su chance en este campeonato y por ende la chance del semestre, ya que no queda otra cosa.

En apenas 3 partidos, Alonso se ha colocado en la cuerda floja, porque si pierde contra Defensor seguramente estará a una sola derrota más de dejar de ser el técnico aurinegro

viernes, 16 de agosto de 2013

Rumbo a la 50



Mañana comienza para Peñarol el camino de un nuevo campeonato Uruguayo que puede reportarle su estrella número 50.

Como es habitual en este espacio, esperamos hasta la víspera del inicio del campeonato para hacer el análisis de altas y bajas del plantel. Del plantel que fuera campeón Uruguayo 2013 se registran 11 bajas. Ellas son: Enrique Bologna, Alejandro González, Walter López, Aureliano Torres, Mathías Aguirregaray, Carlos Grossmüller, Rodrigo Vázquez, Sebastián Vázquez, Sebastián Cistóforo, Jorge Zambrana, Rodrigo Pastorini y Juan Manuel Olivera.

La actuación de estos futbolistas ya fue analizada en oportunidad del cierre del campeonato, por lo que no nos detendremos en esa tarea. Simplemente diremos que hay bajas con las que estamos de acuerdo (Lòpez, Torres, Vázquez y Grossmüller), otros jugadores que nos hubiera gustado retener pero no nos afecta su partida (Bologna, González, Zambrana y Pastorini) y otras bajas que vamos a sentir enormemente (Aguirregaray, Cristóforo y Olivera).

Para estos tres últimos casos, entendemos que no hay en el plantel (ni se han traído) jugadores que nos ofrezcan la misma calidad. Ya en la rápida eliminación de la Copa Sudamericana, se notó cuánto vamos a extrañar a jugadores como Olivera y Aguirregaray.

Por otro lado se han registrado 9 altas, a saber:

JUAN CASTILLO: Alguien que ya sabe lo que es vestir los colores de Peñarol y que en momentos verdaderamente complicados de la institución, cuando no se salvaba nadie, dio muestras de su valía. Se merecía una vuelta al club en condiciones más favorables. Creemos que va a ser un aporte muy importante y ya lo demostró en estos dos primeros partidos, donde al equipo no le fue bien pero él tuvo buenas actuaciones.

GONZALO VIERA: Por lo visto en los primeros partidos es un zaguero fuerte, con personalidad y del estilo Peñarol. Tiene en el déficit que parece ser bastante rústico y con tendencia a bartolear mucho la pelota.

JOE BIZERA: Dejando de lado las consideraciones sobre su pasado, que ya fueron objeto de un comentario particular, es un hombre que ya conoce lo que es ser campeón con Peñarol (con gol clásico en la final incluído). No le vamos a negar su personalidad y sus condiciones, esperamos que las pueda aportar y redimirse en algo de la forma equivocada en que se fue del club.

EMILIANO ALBÍN: No es una incorporación sino un regreso, pero hay que tomarla como tal. Ha sido utilizado como lateral derecho o izquierdo, aunque es volante pocas veces fue empleado en esa posición. Como aporte su polifuncionalidad, como contra sus dificultades para jugar en una posición que no siente pero de la que parece que los distintos técnicos que pasan por el club no desean apartarlo.

JONATHAN SANDOVAL: No debutó bien el otro día ante Cobreloa, pero fue una noche pésima de todo el equipo. Amigos simpatizantes de Wanderers me dicen que es un buen jugador, con subida y buen remate. Espero que el criterio de este amigo sea el acertado y no la impresión que nos quedó a todos la otra noche.

LUIS AGUIAR: Otro que está viviendo su segundo regreso al club. Su primera etapa fue muy buena, la segunda, no tanto. Todos sabemos las condiciones de Aguiar, su visión de juego, su buen pase, su remate con ambas piernas, el problema está en su actitud. Si viene dispuesto a jugar y aportar al equipo, será muy buena incorporación. Si viene enojado consigo mismo, discutidor con los jueces, compañeros y rivales, perderá mucho de sus posibilidades.

JORGE "JAPO" RODRÍGUEZ: Es la gran apuesta económica y deportiva del club en este período de pases. Puede aportar la pierna zurda que nos faltó durante toda la temporada pasada. Es un jugador de grandes condiciones, ya demostradas en equipos locales y del exterior y en su momento, en la misma selección. El tema es su condición anímica y ese plus que debe aportar todo jugador que viste nuestra gloriosa camiseta. Esperemos sea un aporte fundamental para un nuevo campeonato y que no se transforme en otra decepción del estilo de Grossmüller.

GABRIEL LEYES: Es un delantero que hizo muchos goles en el Clausura para River. Es una apuesta a futuro y una opción a Zalayeta como centro delantero. No tiene las condiciones de Olivera y eso se va a extrañar, pero esperamos pueda aportar lo suyo.

En resumen, pensamos que a este Peñarol le faltan aún un par de jugadores más para ser claro candidato. Fundamentalmente un lateral izquierdo, posición en la que venimos improvisando jugadores desde que Darío Rodríguez dejó de tener condiciones físicas para jugar ahí. Nos falta un jugador que haga en enorme trabajo sucio que hacía Juan Manuel Olivera y que además la mande a guardar como hacía el goleador del último campeonato Uruguayo. Zalayeta no tiene esas características y ya se notó la falta que hace ese tipo de jugadores.

La rápida eliminación de la Copa Sudamericana mostró que aún se necesitaba algún jugador más. Es una pena que ni el cuerpo técnico ni la directiva hayan aprovechado este tiempito para eso.

Como siempre, una vez que empieza a rodar la pelota, nos gana el fanatismo. Quedan de lado todas las consideraciones y empezamos a sentir que Peñarol esté en condiciones de ser campeón del mundo y que somos poco menos que invencibles.

Esperamos que mañana sea el inicio del camino rumbo a la estrella 50 de nuestros 121 años de vida.

VAMOS PEÑAROL, CARAJO!

jueves, 8 de agosto de 2013

Abrupto final.


Peñarol salió a la cancha del Centenario con la obligación de siempre: ganar. Mucho se habló de la peligrosidad de este partido, de los goles de visitante, de lo “peligroso” del empate fuera de casa, pero en definitiva todo se resumía a la obligación histórica que tiene Peñarol cada vez que juega en el Centenario: ganar. Sin importar el saldo de goles, los goles convertidos o recibidos, ganando Peñarol pasaba de fase y punto.

Enfrente un equipo que podía complicar, claro que sí, porque sabe tocar la pelota, tiene jugadores rápidos y Peñarol no se mostró del todo firme en Antofagasta, pero un equipo que no es más que un Defensor o un Danubio, por decir algo, a nivel local. Si Peñarol pretende hacer historia en un certamen continental, debía ser perfectamente capaz de ganarle a un equipo como Cobreloa en el estadio.

Para eso, Alonso apostó por modificaciones que hicieran más ofensivo al equipo. Considerada la baja obligada de Cistóforo por su pase al Sevilla, armó la mitad del campo con un doble 5 formado por un solo volante de contención. Tal tarea recayó en Píriz, jugador mucho más táctico que Novick, acompañado por Pacheco, más retrasado en el campo, con función de dotar de más futbol al equipo.

A esto se sumó el ingreso de Nuñez como un puntero más, manteniendo al japo Rodríguez. Pero también Alonso tomó sus precauciones haciendo debutar al ex lateral bohemio Jonathan Sandoval en lugar de un Albín que dio muchas ventajas en el partido de ida.

Pero Peñarol no hizo nunca lo que su técnico pretendía con esta alineación. Porque Cobreloa sorprendió saliendo a presionar en toda la cancha y la pelota la tuvo el equipo naranja que dominó el encuentro y manejó el ritmo. Se notó muchísimo la diferencia entre un equipo que viene en rodaje jugando copa y liga en su país, frente a un Peñarol que está saliendo de una pretemporada con un par de amistosos y viajes de por medio.

Así se fueron sumando las chances para el equipo naranja. La primera fue a los 3´ cuando a la salida de un córner le devuelven la pelota a Chávez que entra solo por izquierda y remata cruzado y fuerte y Castillo consigue sacar abajo contra el palo derecho.

A los 9´ un córner desde la derecha, anticipa un chileno y su cabezazo se va apenas afuera contra el palo izquierdo.

A los 11 llega el primero del Cobreloa. Saque de banda por derecha, recibe un jugador en el área y descarga atrás para el remate de Droguett, a media altura, contra el palo derecho, dejando parado a Castillo.

A los 12´ responde Peñarol con un remate de volea de Zalayeta desde afuera, contra el palo derecho.

A los 20´ llega el mazazo. Desborde por derecha de Chavez, centro al medio y anticipo de Lezcano ante la salida de Castillo. 2 a 0 y serie liquidada. Porque Peñarol era superado y la diferencia era demasiado grande.

Apenas respondió sobre los 29´ con un tiro libre de Pacheco desde el vértice derecho del área que pasó arriba del travesaño.

A los 34´ se da una jugada que emparejó un poco el partido. Pase largo de Sandoval para Nuñez que entra solo hacia el arco y cuando eludía al arquero, éste lo baja fuera del área. Expulsión bien decretada y a seguir luchando.

Pero si bien Peñarol lo fue metiendo en su arco, no generó chances claras de gol salvo una, pasada la hora que debió ser el descuento. Remate de Pacheco desde afuera que el arquero consigue despejar en enorme atajada y el rebote le queda al japo Rodríguez que cabecea y nuevamente el arquero, mostrando unos reflejos impresionantes, vuelve a rechazar. Era un momento perfecto para el descuento, psicológicamente iba a influir en propios y extraños y dar una luz de esperanza, pero no convertimos.

Para el segundo tiempo la salida del japo Rodríguez, otra vez de pésimo partido, para la entrada de Mauro Fernández buscando lo que ya era un imposible.

Y fue imposible porque Peñarol tuvo la pelota pero no supo cómo convertir, aun a pesar de tener algunas opciones muy claras. Por su parte Cobreloa la administró bien cuando la tuvo y cuando no, se defendió.

A los 7´ lo tuvo con una media vuelta dentro del área de Zalayeta que el arquero Palos contuvo abajo.

A los 10´ se da una situación extraña porque no vimos nada que ameritara atención. En un forcejeo común el árbitro expulsa a Nuñez y al chileno Silva. No podemos opinar porque la verdad no vimos nada extraño.

Enseguida de esa jugada debió ser gol aurinegro cuando una pelota quedó muerta a los pies de Viera, debajo del arco y su toque pegó en el cuerpo del arquero que estaba en el suelo y se fue apenas contra el palo derecho.

A los 20´ un remate de Jonathan Rodríguez rebota en un defensa y se va al córner contra el palo derecho.

Peñarol tuvo la pelota durante todo este tiempo, pero no la administró bien nunca. Generó chances por puro amor propio y por su enjundia de siempre pero nunca por futbol ni mejor juego que el rival.

La última importante fue a los 42´ con un tiro libre de Estoyanoff que el arquero sacó por encima del palo.

Fue un mal partido de Peñarol en general. Pésimo partido del japo Rodríguez (y ya van dos), mal partido de Nuñez, que otra vez vivió en el suelo, mal partido de Macaluso, mal debut de Sandoval, impreciso partido de Pacheco, hasta flojo partido de Zalayeta y malo de Mauro Fernández cuando entró.

Peñarol quedó eliminado por su propia incapacidad. Se notaron enormemente las diferencias de competencia gracias al despropósito que es nuestro futbol.

El año pasado la directiva esgrimió el mediocre argumento de que se debía cortar el tri de Nacional y por eso había que dejar de lado la competencia internacional, pero este año, después de ser campeón, se apostaba por hacer buen papel en esta copa.

Pero desde estas páginas dijimos que no se trajo jugadores como para pelear ninguna copa. Por el contrario se dejó ir a un jugador como Olivera, goleador de este equipo y vaya si nos hizo falta.

Se supone que lo mejor que tenemos es el ataque, pues este ataque pasó 180 minutos sin poder anotar un gol y jugando ambos partidos con superioridad numérica.

Arranca muy mal la era Alonso y estará en él revertir eso. Sería bueno que los dirigentes se den cuenta que este equipo tiene carencias y todavía estamos a tiempo. Seguramente no vendrá más nadie y qué le van a decir los dirigentes a la hinchada?. Esto era apostar por lo internacional después de dejar de lado la Libertadores del año pasado?.  No parece.

Hoy se notaron enormemente las diferencias entre un equipo en competencia y otro en salida de pretemporada. Sin embargo hoy mismo en la Auf la gran mayoría de los cuadros amateur de este país, citaron a asamblea para pedir que se postergue el inicio del campeonato porque no pueden pagar sus deudas. Así nos va con esa mentalidad.