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viernes, 31 de mayo de 2013

Historica justicia.


Cuando las cosas se hacen bien, se hacen bien. No importa si es a destiempo, si se demoró demasiado o si debió hacerse mucho antes, el asunto es que se hizo.¡
En la tarde de hoy Peñarol homenajeó y oficializó la designación de socios honorarios a 13 personalidades que hicieron a la historia grande de la institución.
Conformaron ese ilustre grupo los ex jugadores: Julio César Abbadie, Pablo Bengoechea, Darío Cottiga (además funcionario del club desde hace 54 años), Alcides Ghiggia, Néstor Gonçalves, Luis Maidana, Fernando Morena, Walter Olivera, Antonio Pacheco,  Pedro Virgilio Rocha y Ladislao Mazurkiewicz (póstumo), el kinesiólogo Dante Cocito y el director técnico Gregorio Pérez.
Más que merecido homenaje a quienes hicieron parte de la historia del campeón sudamericano del siglo XX. Seguramente muchos más, merecían y merecen esa distinción. En 121 años de historia si habrá personas que desde su rol han hecho por la historia enorme de nuestro club.
Desde su posición de jugadores, dirigentes, empleados, técnicos y además hinchas, forjaron la historia del cuadro del pueblo, del Club Atlético Peñarol.
Vaya nuestro reconocimiento para todos y cada uno, para los distinguidos y aquellos que no lo fueron y lo merecían y para la institución que hoy encara un acto de estricta justicia.
La ocasión fue propicia también para la presentación del libro “1891 La fundación” del escribano Daniel Quintana que expone desde el punto de vista jurídico, la verdad incuestionable de la continuidad histórica, institucional y social del CURCC en el Club Atlético Peñarol y que desde ahora, pasara a formar parte de la extensa biblioteca que desmiente la mentira nacional.
Ahora sería bueno poner fecha definitiva e inamovible para el proyectado partido de homenaje a Rocha, que además de ser otro acto de justicia, sería una buena forma de ayudarlo en un momento de necesidad.
Desde estas páginas, desde el propio nombre de este espacio, bregamos por el conocimiento y respeto de la historia de la institución deportiva más grande de este país y por eso, nos congratulamos de un acto que se corresponde con esa, nuestra historia.
Es buena cosa que seamos nosotros mismos antes que ningún otro quienes hagamos conocida la gloriosa historia del Club Atlético Peñarol. Porque para recordar la historia, hay que tenerla y nadie tiene tanta como nosotros.

domingo, 26 de mayo de 2013

Goleamos y esperamos. Peñarol 5 Juventud 1


Peñarol llegaba a enfrentar a Juventud (el rival ante el cual se coronó campeón del Apertura) con la necesidad de ganar y trasladarle la presión a Defensor. Para ello Da Silva volvió a cambiar la formación en una clara intención de no desperdiciar medio tiempo como había hecho en los últimos partidos. Pasando a Aguirregaray al lateral derecho dando salida a Alejandro González (algo que pedimos muchas veces desde estas páginas), con la vuelta a la titularidad de Darío Rodríguez por la lesión de Macaluso (otro desgarro y van…) haciendo pareja con Valdez (justo ahora Tabárez se da cuenta que es el mejor zaguero del campeonato, antes no lo vio). Manteniendo a Baltazar Silva por izquierda con perfil cambiado,  un medio campo de contención con Novick y Cristóforo, con Pacheco, Estoyanoff, Nuñez y Zalayeta para intentar hacer daño al rival.
Juventud venía mostrando un nivel mucho más alto en este clausura, ganándole (y bien) a Nacional, ya salvado del descenso y buscando un lugar en la Sudamericana. Con la dirección técnica de Saraleguy, que nos conoce muy bien, campeón de América y del Mundo como jugador con nuestra institución y que, curiosamente nos dirigió en aquella final del 2008 ante el Defensor que dirigía Da Silva. Un técnico que venía invicto desde que tomó el equipo (4 partidos), que mantiene un esquema de tres en punta apostando a la velocidad, justo el juego que más complica a la siempre lenta defensa de Peñarol.
Pero Peñarol pareció resolverlo rápidamente, porque a los 3 minutos ya estaba en ventaja, producto de una jugada que inicia el lolo por derecha metiendo un cambio de frente de 40 metros a la izquierda para Zalayeta. El moreno recibe, engancha y la toca al medio para el mismo Estoyanoff que se entrevera en primera instancia y la pelota le queda para la pierna izquierda, pero igual saca el remate potente y bien colocado sobre el ángulo derecho del ex arquero aurinegro Berbia, para marcar la ventaja mirasol.
Se sintió cómodo Peñarol con esa ventaja y manejó bien la pelota, con toques precisos y cambios posicionales permanentes de Nuñez y Estoyanoff, con un Pacheco que hacía la pausa justa y un Zalayeta impresionante a la hora de leer e interpretar el juego.
No obstante pasó alguna zozobra atrás como una jugada donde quedó muy mal parado y entró solo el delantero pedrense por derecha y Novick lo bajó fuera del área. El árbitro no cobró la falta que era evidente y además amarilla para el calvo volante carbonero.
A los 15 duplicó la ventaja el campeón de siglo. Pase profundo por izquierda para Nuñez que aguanta la pelota y la mete al área para la entrada de Estoyanoff. El lolo que va hasta el fondo y hace el pase atrás (el famoso pase de la muerte) para Zalayeta que entraba solo y toca al arco desguarnecido para marcar el 2 a 0.
Parecía tarde tranquila para el aurinegro, pero a Peñarol le encanta complicarse los partidos fáciles y así, a los 23 toma un gol que perfectamente pudo evitarse. Una pelota metida desde la derecha al área, a la espalda de Novick, Aguirregaray se entrevera y Cavallini liga con el rebote y consigue llegar antes que Bologna para meterla mansa por el medio del arco y marcar el descuento.
Ahí pudieron aparecer todos los fantasmas que suelen aquejar a este equipo carbonero, pero Peñarol siguió jugando mejor y llegando sobre el arco de Berbia madurando el tercero.
Llegó sobre los 42, ese famoso gol psicológico para irse en ventaja por dos. Un contragolpe rápido donde  Estoyanoff trae la pelota por el centro y que toma mal parada a la defensa de Juventud. El lolo la lleva y mete el pase en el momento justo para dejar solo a Zalayeta dentro del área y el toque preciso, certero, justo del 17 para meterla abajo, ajustada al palo derecho de Berbia que salió a cerrar.
3 a 1 Peñarol y final del primer tiempo, esperando que el carbonero pudiera administrar la ventaja en el segundo.
Y el segundo tiempo tuvo la misma tónica, con el agregado de que Peñarol lo liquidó rápido y pudo administrar el resto de juego.
Concretamente lo liquidó a los 9 cuando Baltazar Silva desbordó por izquierda, la metió al medio para Pacheco quien a su vez tocó para Nuñez. El ex Liverpool giró, se la devolvió al Tony a quien lo trabaron al momento de rematar y el rebote le quedó al medio para Zalayeta quien disparó fuerte y la pelota, después de rozar en un zaguero, se metió en el arco de la Colombes. Cuarto de Peñarol y hattrick para el moreno.
De ahí en más no hubo partido. Peñarol controló sin exigirse y Juventud no tuvo fuerza para llevar peligro al arco de Bologna.
La lotería llegó a los 22 con un contraataque que inicia el propio Bologna después de cortar notablemente un pase. La pelota le cayó a Estoyanoff que se fue por derecha, la metió de nuevo atrás y Zalayeta paró y fusiló al arquero Berbia marcando su cuarto tanto de la tarde y la lotería aurinegra.
Antes de mover de medio Da Silva los sacó a los dos, sustituídos por Olivera y Zambrana.
El partido se terminó ahí y casi no hay nuevas jugadas dignas de mención a no ser un par de corridas de Nuñez y algún muy buen despeje de Bologna.
Fue el mejor partido de Peñarol en el clausura, empleando una formación que se pareció mucho más a la utilizada en el apertura. Fue el mejor partido no solo por los 5 tantos, sino por el juego desplegado, con movilidad, rapidez, desborde y contundencia en el área rival. Justo es mencionar también que el rival nos permitió jugar y no se metió atrás como suelen hacer los equipos que nos enfrentan.
Mencionar quienes jugaron bien después de un 5 a 1 es complicado, no obstante hubo algún rendimiento que se destacó sobre los demás. Muy bien otra vez Bologna, con alguna atajada importante, cortando un pase atrás en la jugada previa al gol e iniciando una jugada de ataque que termina en la red adversaria. Segurísimo Valdez, justificando la convocatoria a la selección. Buen partido de Baltazar Silva, en marca y en subida y todo con la pierna cambiada. Gran partido de Estoyanoff, abriendo la cuenta con un gol y abriendo la cancha permanentemente, esta vez sin egoísmos,  asistiendo al medio en dos goles y poniendo el pase de un tercero.
Inconmensurable Zalayeta y lo menciono aparte porque su tarea merece un destaque absoluto. El mejor jugador aurinegro considerando apertura, clausura y actividad internacional. Inteligente, rápido a la hora de pensar, habilidoso y mortal cuando le interpretan el juego. Hoy hizo 4 goles porque lo sacaron faltando 25 minutos.
Ganó Peñarol, goleó Peñarol y esta vez, gustó Peñarol. Lo que no hicimos ante Wanderers la semana pasada si lo hicimos hoy. Le pasamos la responsabilidad de ganar a los rivales y nos quedamos esperando el resultado. Mientras escribo estas líneas, Defensor está jugando en Cerro Largo. No sé cómo van ni quiero saber, como Peñarol, esperaré al final del encuentro.
Queda un partido para que se resuelva todo y saber qué deberemos jugar de aquí en más, contra quién y cuándo.

domingo, 19 de mayo de 2013

La dejamos pasar. Peñarol 0 Wanderers 0





Una vez más, Peñarol no podía repetir la oncena de una semana atrás por no poder contar con Píriz (suspendido) ni Nuñez (lesionado), suplantados por Cristóforo y el argentino Mauro Fernández (de muy buena actuación ante Progreso) respectivamente. Manteniendo a Baltazar Silva con perfil cambiado por izquierda (por el capricho del técnico de mantener en el equipo a Alejando González) y a Aguirregaray como volante por izquierda. En el banco Olivera, goleador en el año y el retorno del lolo Estoyanoff.

En frente Wanderers, uno de los equipos que mejor futbol ha desplegado en este campeonato, bien dirigido por Arias, aunque ya no contara con Maximiliano Rodríguez. Y Wanderers fue muy superior, lo esperó con 5 en el fondo pero que se desdoblaban rápidamente en ataque lo que le permitió imponer superioridad numérica en todo el campo y hasta por momentos, hizo parecer que Peñarol jugaba con menos.

Peñarol careció de claridad en el armado y no ocupó las bandas de la forma que si lo hizo el bohemio. Para peor, no encontraba la pelota e hizo un flojo partido en marca. Novick y Cristóforo fueron superados y Pacheco estuvo siempre rodeado por jugadores albinegros.

Así se fueron acumulando las chances del equipo del Prado contra casi ninguna del aurinegro.

 A los 10 Peñarol pierde la pelota en ofensiva y el contragolpe rápido toma mal parada a la defensa, y culmina con un remate desde afuera del área que es rechazado por Bologna.

A los 23 un centro desde la izquierda, culmina con un cabezazo de Federico Rodríguez, afuera.

Un minuto después, otro centro desde la izquierda, pasado al segundo palo es bajado al medio para el remate de Gastón Rodríguez que se estrella en el ángulo superior derecho de Bologna que no hubiera podido hacer nada.

Siguió dominando Wanderers y trajo peligro con sendos remates desde afuera de Gastón Rodríguez a los 30 que bologna atrapó en el medio del arco y de Cabrera a los 34 que se fue afuera contra el palo derecho.

Peñarol tuvo su única opción recién en el minuto 44 con una pelota jugada en profundidad por Zalayeta para el desborde de Cristóforo por izquierda, quien mete el centro atrás y toma Pacheco de frente al arco y su remata lo saca el arquero (también de apellido Rodríguez) al córner por encima del travesaño.

De ese córner pudo ser cuando la pelota quedó suelta en medio del área, pero Valdez no pudo meter el remate.

La última fue para Wanderers mismo sobre el cierre, con un pase profundo por derecha que permite el ingreso al área de Gastón Rodríguez que Bologna consigue atrapar cerrándole el arco al delantero bohemio.

Otro primer tiempo pésimo de Peñarol, pero parece que el único que no se dio cuenta de eso fue Da Silva que salió a jugar el segundo tiempo sin cambios.

Sin embargo pudo ser para Peñarol en la primer jugada de ese segundo tiempo cuando desbordó Mauro Fernández por derecha, la jugó al medio y Zalayeta la recibió de espaldas al arco, giró y sacó el remate fuerte que el arquero pudo mandar al córner.

A los 7 pudo cambiar el partido cuando se lesionó Macaluso. Ahí tuvo la oportunidad Da Silva de hacer el cambio que debó haber hecho para el inicio del segundo tiempo: colocar a Estoyanoff. Dada la lesión de Macaluso era pasar a Alejandro de zaguero y al vasquito de lateral, pero Da Silva optó por colocar a Darío, lento y falto de futbol ante delanteros rápidos.

A los 11 se fue Mauro Fernández por derecha, entró en el área y cuando quedó frente al arquero, en lugar de rematar, la pasó al medio donde eran 3 de Wanderers custodiando a Pacheco.

A los 13 un tiro libre de Wandereres sobre tres cuartos de cancha lo sacan para Méndez y el ex aurinegro saca un remate fuertísimo que se metía en el arco, pero es contenido por Bologna en dos tiempos con una muy buena atajada.

A los 15 hay otro rechazo de Bologna abajo luego de un remate desde afuera y de frente al arco, de Gastón Rodríguez.

A los 32 un tiro libre de Pacheco apenas fuera del área, volcado sobre la derecha, por una falta que le hicieron a él mismo, se va por encima del travesaño.
A los 33, un córner desde América y Ámsterdam provoca un entrevero en el área y la pelota que le queda a Olivera (que había entrado por Fernández) y su cabezazo lo sacan en la línea, cuando ya estaba vencido el arquero.

La última fue a los 39 con una pelota que trajo Zalayeta por el medio y remató de afuera, muy débil y al medio y contuvo bien el arquero.

Un 0 a 0 que no aporta nada, que hace prácticamente imposible la conquista del clausura y nos condena a finales. Mantenemos la ventaja en la anual y eso es lo único positivo. Pero el equipo juga muy mal, con técnico empecinado en hacer jugar jugadores fuera de puesto y borrando a otros que nos dieron una buena mano en el apertura. Un técnico que hoy regaló más de un tiempo y que hizo los cambios mal. Un técnico que no transmite nada desde afuera y que parece apático desde las tribunas.

Otro mal partido de Peñarol donde se salvan apenas el muy buen trabajo de Bologna, otra vez muy seguro, la clase de Valdez para bancar todo atrás y lo poco que pudo aportar Pacheco siempre rodeado de jugadores contrarios . Lo del resto fue de malo para abajo.

Quedan dos fechas, el clausura es muy difícil, habrá que apuntar a la anual y ser inteligentes en la asociación para que no se cometa el absurdo de jugar la definición después de la Copa Confederaciones.

Tuvimos una chance inmejorable, la dejamos pasar.

sábado, 18 de mayo de 2013

Calidad certificada.


Que Peñarol es la institución deportiva líder en este país es cosa sabida por todos los Peñarolenses. Es la institución con más simpatizantes en el país (ratificado por sucesivas encuestas de distintas consultoras), la que tiene más lauros (48 campeonatos nacionales, 5 libertadores, 3 intercontinentales), la institución futbolística de mayor antigüedad en actividad, fundada del 28 de setiembre de 1891.
Que nuestros equipos han paseado su calidad por el Uruguay, América y el mundo y que sería imposible mencionar a tantas figuras y talentos que vistieron nuestros colores, es cosa más que sabida.
Pero conocido es también que desde hace un tiempo el club viene realizando diversas reformas en sus estructuras que le permitan situarse a la vanguardia y mantener ese sitial de privilegio.
Así se han reformado y profesionalizado áreas fundamentales de la institución como ser la administrativa, marketing, finanzas y el futbol de divisiones formativas, a través de la contratación de profesionales idóneos para cada una de las áreas. Esto ha sido acompañado por una campaña de socios que hace que hoy seamos la institución deportiva con más afiliados en este país, próximos a superar los 65.000.
Esta reforma ahora ha sido certificada y reconocida a través del otorgamiento de la certificación de gestión de calidad ISO 9001-2008. Este certificado es emitido por la LSQA (una asociación del laboratorio tecnológico del Uruguay (LATU) y Quality Austria). Toma en cuenta las áreas de socios, administración (cobranzas, contabilidad, finanzas y operaciones), marketing, página web oficial, facebook y twitter.
De esta manera se recibe reconocimiento oficial por las mejoras realizadas en áreas medulares del club que lo sitúan de lleno en este siglo XXI del que debemos ser campeones como lo fuimos del anterior.
Desde estas páginas hemos criticado muchas veces a la dirigencia de Peñarol (y vayan si han merecido críticas en la última década), bueno es también reconocer los momentos de acierto y que esperamos se reflejen en los éxitos deportivos que, en definitiva, son los que hacen grande a nuestra institución.
FELICITACIONES PEÑAROL, TU CALIDAD ESTÁ CERTIFICADA.

 

sábado, 11 de mayo de 2013

Con actitud aurinegra. Peñarol 1 Progreso 0


Por primera vez en todo el clausura Peñarol repetía el equipo del encuentro anterior. Es que estaba difícil sacar a alguien del equipo que ganó en clásico en forma tan contundente si no mediaba alguna lesión.
Pero Peñarol no repitió el funcionamiento de hace 6 días atrás contra Nacional. Jugó un pésimo primer tiempo, sin ideas, entreverado, impreciso a la hora de pasar la pelota. Hasta Pacheco, generalmente tan certero en ese rubro, se mostró impreciso a la hora de pasar la pelota. Tan grave fue esta falta de acierto táctico que no solo no se generaron grandes oportunidades de gol sino que además Progreso por momentos tuvo más la pelota que el aurinegro aunque tampoco generó nada importante.
Tan malo fue el funcionamiento del equipo que Da Silva no esperó al clásico entretiempo para hacer la primera modificación. Sobre los 38 minutos dio ingreso al argentino Mauro Fernández por Alejandro González, bajando a Aguirregaray al lateral derecho.
En jugadas de gol, muy pocas en ese primer tiempo. A los 18 un centro desde la izquierda de Pacheco que cabecea Macaluso, solo y habilitado, mandándola afuera.
A los 24 un pase profundo de Pacheco para la entrada de Nuñez por izquierda y éste remata atorado por el arquero que manda la pelota al córner.
A los 27 la más clara del gaucho. Una salida rápida por el medio y la pelota es jugada profunda a la izquierda para le entrada de Guarteche, que le gana la espalda en velocidad a Baltazar Silva y remata fuerte, a media altura obligando a Bologna a la mejor atajada del primer tiempo para mandarla al córner.
Finalmente a los 39 una pelota que baja Zalayeta de cabeza para la entrada de Baltazar Silva por izquierda y el remate de sobrepique lo rechaza el arquero Odriozola.
Muy mal primer tiempo del aurinegro, completamente impreciso, lento, sin sorpresa y sin generar peligro.
Párrafo aparte para un mal arbitraje de Falce, que no cobró faltas claras a favor de Peñarol, las cobro todas a favor de Progreso (hasta aquellas que no fueron) y aun peor cobró alguna al revés (como una plancha que le meten a Alejandro González sobre la América que Falce cobra como falta del lateral aurinegro).
El segundo tiempo empezó bajo los peores auspicios para el carbonero, porque a los 3 minutos Falce expulsa a Píriz por segunda amarilla y todo se hacía cuesta arriba. Da Silva hace entrar a Cristóforo para recomponer el medio campo quitando a Nuñez (de flojo partido).
Sin embargo esa expulsión vigorizó a Peñarol que comenzó a acumular situaciones de gol aunque sin poder convertirlas.
A los 5 tuvo dos clarísimas Pacheco en la misma jugada. El ataque viene por derecha, la pelota es jugada para Zalayeta que toca para Pacheco que mete el remate de izquierda cruzado al palo izquierdo y la saca un zaguero de la línea cuando ya estaba vencido Odriozola. El rebote le vuelve a quedar a Pacheco de sobrepique, esta vez con derecha y vuela Odriozola para mandarla al córner en una atajada impresionante del arquero gaucho.
A los 14 Fernández hace una apilada impresionante por el medio y toca para Zalayeta que quedaba enfrentado al arquero y el línea marca un offside que no fue.
Sobre los 21 un desborde de Progreso por la punta derecha, el pase al medio, Macaluso que corta y Bologna se arroja para atrapar y evitar el córner. Allí terminaba la jugada pero Falce en una demostración de ineptitud descomunal, marca tiro libre indirecto por pase atrás de Macaluso. Se hizo el tiro libre dentro del área con la barrera parada en la línea del arco y fue despejada, pero si era gol era absoluta responsabilidad de Falce que demostró su deficiente interpretación de la regla.
Pero no acabó ahí la desastrosa actuación del árbitro, porque a los 25 le ANULA UN GON COMPLETAMENTE LÍCITO A PEÑAROL. Zalayeta recibe una pelota desde un lateral por derecha, gira dentro del área y bate a Odriozola, pero Falce cobra una falta que inventó para que el tanto no subiera al marcador.
Ya en ese momento se la juega toda Da Silva y hace entrar a Olivera por Novick jugado a la victoria o nada.
A los 31 un remate de Mauro Fernández desde afuera del área pasa muy cerca del palo derecho del arco de la Colombes.
A los 35 llega el ansiado gol aurinegro. Un centro de Pacheco desde la derecha al segundo palo y Olivera se arroja en palomita para meter el frentazo abajo, contra el palo derecho que vence al arquero de los de La Teja marcando el 1 a 0 que sería el de la victoria.
De ahí en adelante, Peñarol controló el juego, no recibió jugadas de peligro y por el contrario tuvo 3 chances clarísimas para aumentar.
A los 38, centro de Mauro Fernández desde la derecha y el remate de Zalayeta se va apenas afuera contra el palo derecho.
A los 43, Zalayeta se le va a su marcador pero llega muy exigido a enfrentar al aquero, casi sin fuerzas y cuando intenta eludirlo, el arquero consigue quedarse con la pelota.
Mismo sobre los 45 otra vez Zalayeta pudo aumentar. Otro desborde de Mauro Fernández con centro atrás para Zalayeta y el remate de éste, es trabado por un zaguero y la pelota se va al córner.
Ganó Peñarol un partido sumamente complicado, donde jugó muy mal el primer tiempo, pero el segundo lo jugó desde el inicio con 10 hombres y a pesar del pésimo arbitraje de Falce, lo sacó adelante con garra, con fuerza y con cambios desde el banco.
Gran partido de Mauro Fernández, desbordó siempre, la pasó bien, fue rápido y las luchó todas. Olivera salió del banco para mandar a guardar la única que tuvo y Cristóforo jugó en un nivel bastante superior al mostrado por Novick y Píriz.
De los que entraron como titulares, buen partido de Bologna con alguna atajada importante y mostrando seguridad cuando le tocó actuar, incluso cuando tuvo que salir a descolgar centros. Atrás lo mejor estuvo en Valdez, de enorme partido otra vez, bien secundado por Macaluso que además tuvo el mérito de llevar una amarilla desde el primer tiempo. Bien Baltazar Silva aunque lo veo más jugador por derecha. Aguirregaray fue muy táctico, empezó jugando de volante por izquierda, jugó de volante por derecha y terminó de lateral derecho. Mal Novick y Píriz, desordenados, errando muchos pases, el segundo se fue expulsado y el pelado, sustituído. Pacheco no comenzó bien, pero las jugadas más claras nacieron de sus pies y metió el centro para el gol de Olivera. Muy buen partido de Zalayeta, que tuvo mala suerte a la hora de convertir, o se le fue por poco afuera, o rebotó en un defensa o se lo anularon mal. Flojo partido de Nuñez que no aportó, otra vez se le vió caerse muy fácilmente y fue el sacrificado por Da Silva cuando la expulsión.
Hoy bien Da Silva, los cambios le trajeron la victoria.
Es necesario hacer referencia a la desastrosa actuación de Falce. Tarjeteó a todo Peñarol, hasta a Bologna por reclamar que Progreso hacía tiempo. No cobró faltas en contra del aurinegro y cobro algunas que no fueron en favor de los gauchos. Marcó tiro libre indirecto en un rechace de Macaluso que Bologna sale a buscar para evitar el córner. Le anuló un gol a Zalayeta por una falta que inventó. Un desastre lo del árbitro y es bueno decirlo hoy que ganamos.
Se ganó, jugando mal, entreverado, sufriendo más de la cuenta, pero mostrando el temple que DEBEN tener los equipos aurinegros. Se le mete presión a Defensor que mañana tiene un partido accesible pero que deberá ganar.
Hicimos nuestra parte, estamos ahí y seguimos prendidos.

domingo, 5 de mayo de 2013

Gran triunfo clasico.Peñarol 3 Nacional 0



Una vez más Da Silva salió al campo con un equipo con infinidad de cambios, tónica permanente a lo largo de todo el Clausura. Pero esta vez además desarmando el equipo y colocando jugadores con perfil cambiado y otros que no estaban en los planes de nadie.
Pasando a Baltazar Silva a la izquierda justo cuando se estaba afirmando por derecha, para no sacar del equipo a Alejandro González, que pasó al lateral derecho. Los regresos de Valdez y Novick, suspendidos ante Defensor. Otra vez con Aguirregaray de volante por izquierda. Con Píriz por Cistóforo y Pacheco por Olivera. Raguso y Zambrana, otra vez ni en el banco de suplentes.
Honestamente desde la misma formación se transmitía el desorden y la falta de confianza en sus jugadores por parte del técnico. Pero como los resultados son lo único absoluto, el técnico terminó teniendo razón. Y sin jugar bien Peñarol sacó ventajas rápido en el primer tiempo.
Pero lo primero a lo que hay que hacer referencia antes del gol de Pacheco es la patada asesina que le mete Díaz a Alejandro González apenas con un minuto de juego. Parece que ahora los jugadores de Nacional pretenden sacar patente de guapos pegando a mansalva en cada clásico con la anuencia de los árbitros, en este caso de Ubríaco que no cobró ni falta en esta incidencia y luego no echó a Medina por una patada sobre Novick, cuando ya tenía amarilla.
Pero a los 4 se puso en ventaja Peñarol en su primer ataque. Corrida de Nuñez por derecha, se la lleva con un sombrero ante su marcador y mete el centro bajo atrás, que encuentra la entrada de Pacheco que la toca sutilmente entre las piernas de Bava que achicaba. Golazo de Peñarol, golazo del gran capitán y el mayor goleador histórico de clásicos que hoy tiene nuestro plantel.
Casi enseguida pudo empatar Nacional con una pelota que gana Medina y le queda para Alonso que la pelea y el rebote le queda a Sánchez que, solo y sin arquero, cabecea afuera.
Entre el primer y el segundo gol aurinegros, manejó más la pelota Nacional, con el adelantamiento de sus volantes que ganaban el medio campo y se iban arriba, pero dejando enormes espacios atrás, espacios que aprovechó Peñarol.
A los 12 sale sentido Alonso, que no estaba para jugar y se produce el ingreso de Abreu.
A los 14 hay un remate de Prieto desde afuera del área que pasa cerca del palo izquierdo de Bologna.
A los 17 llega el segundo. Saque desde el arco mal efectuado por Bava, la pelota la recoge Pacheco, toca para Zalayeta que domina, avanza y saca el remate desde afuera del área, suave pero perfectamente colocado contra el palo derecho para vencer a Bava y marcar el 2 a 0.
De ahí en más, Peñarol le entregó el campo a su rival y apostó a salir de contragolpe tomando mal parada a la defensa tricolor. Por su parte Nacional intentó pero sin llevar peligro real y acabó rematando desde lejos sin demasiado peligro, en su mayor parte a través de Romero.
Por su parte Peñarol dispuso de un par de ocasiones más de aumentar la ventaja. La primera fue a los 22 con un toque profundo de Zalayeta para la entrada desde la izquierda de Nuñez que remata sobre el cuerpo del arquero y la pelota le rebota en las piernas.
La otra fue a los 30 y tuvo los mismos protagonistas. Un rechace de la defensa aurinegra encuentra mal parada a la zaga tricolor que no atina a cerrar, Zalayeta toca la pelota y entra solo Nuñez por el centro del área y su remate es nuevamente contenido por Bava.
De ahí al final del primer tiempo administró el juego Peñarol, cerrando los caminos al arco de Bologna y buscando el contragolpe. Nacional tuvo terreno y pelota pero no generó chances.
Sobre el final del primer tiempo debió irse expulsado Medina (como siempre sacado en los clásicos igual que Damonte). Le dejó la pierna a Novick en una patada que era roja directa y no fue ni siquiera segunda amarilla para el criterio de Ubríaco. Una vez más y van…… los jueces permiten los golpes alevosos de los jugadores tricolores en los clásicos. Pero en el segundo tiempo ya no pudo mantener esa tesitura.
El segundo tiempo arrancó con la misma tónica. Peñarol intentando administrar el resultado y la pelota y Nacional con más terreno y posesión pero sin generar chances claras.
Al minuto pudo ser el tercero para el aurinegro. Un toque de Pacheco para la entrada de Zalayeta por izquierda. El moreno la baja de pecho y saca el remate fuerte que Bava, en gran atajada, manda al córner.
A los 7 un cabezazo de Abreu después de un centro desde la izquierda de Sánchez, toma a contrapié a Bologna y se pierde apenas afuera contra el palo derecho del arco de la Ámsterdam.

Sobre los 15 tuvo la más clara el tricolor, cuando luego de un córner aurinegro salen rápido en contragolpe y la jugada termina con un remate por elevación de Bueno (que había ingresado para abrir la cancha) que se estrella en el travesaño de un Bologna que no llegaba.
Cuando iban17 hay una falta aterradora de Díaz sobre Pacheco cuando salía en velocidad que era roja directa y que el juez arregló con una amarilla. Este jugador que debió ser expulsado al minuto de juego, recibía apenas amarilla en esta jugada que era roja.

Sin embargo 5 minutos después (a los 22) otra vez Díaz comete una dura falta sobre Aguirregaray y esta vez Ubríaco no tuvo más remedio que expulsarlo por segunda amarilla. Esto terminó de sacar de quicio a los jugadores tricolores que en los últimos tiempos se han acostumbrado a tener patente de matones para pegar sin consecuencias. Y esto iba a tener más derivaciones posteriores.
A los 25 un tiro libre desde la derecha mandando en forma de centro al área aurinegra provoca la arremetida de Abreu que empuja a su marcador sin que se marque la falta correspondiente y la pelota deriva para Medina que cabecea a bocajarro y provoca la atajada de Bologna sobre la línea, en una jugada que no debió ser puesto que Abreu cometió una clara falta.

En esa misma jugada Damonte se hace sacar la amarilla por protestar (protestar que si era falta de Abreu?, no se sabe) y no contento con esto luego del córner que atrapa Bologna toma a Aguiregaray que salía y lo derriba. Segunda amarilla y roja para el rubio platinado de Nacional.
A los 33 pudo ser para un Peñarol que con dos hombres de más y jugando al contragolpe tenía todo para aumentar. Otra vez un gran pase de Zalayeta para Nuñez que remata de sobrepique y se le va afuera contra la base del palo derecho de Bava.

A los 38 llega el tercer tanto carbonero, producto de un penal que nobleza obliga a reconocer que en el estadio no me pareció. La jugada se da por un centro desde la izquierda que mete Cristóforo. Nuñez (el de Nacional) intenta cortar y la pelota le rebota entre la cara y las manos y el árbitro marca penal.
Lo remata Aguirregaray, fuerte, arriba, contra el palo derecho, imposible para Bava. 3 a 0 y partido más que liquidado.

Para peor, dos minutos después, Nuñez, que había quedado sacado después de ese penal, le mete una plancha terrorífica a Alejandro González (cartón ligador hoy en Peñarol) y recibe la roja directa bien sacada.
La última ocasión de Peñarol se dio a los 43 minutos luego de un desborde de Aguirregaray por izquierda con pase al medio para Nuñez y el remate de este lo contiene una vez más el arquero Bava.

Ganó Peñarol, goleó Peñarol, pero, gustó Peñarol?. No se hizo un gran partido, pero se jugó como se tienen que jugar los clásicos, de dientes apretados, sin dar un metro de ventaja ni una pelota por perdida. No vamos a cambiar lo que dijimos hace 24 hs atrás. Este equipo no nos generaba confianza. No había mostrado un gran volumen de juego y hoy tampoco lo hizo. Las dudas y permanentes cambios en la alineación por parte del técnico no contribuían a generar estabilidad ni confianza.
No se jugó bien, pero se jugó con garra. Peñarol fue sólido, fue compacto pero no tuvo un nivel de juego superlativo. Minimizó el riesgo en su arco y marcó 3 tantos en el de enfrente. Por supuesto que el triunfo cambia el estado de ánimo. No pretendemos ser objetivos, no podemos serlo, hoy estamos contentos, pero no cambiamos una letra de lo que decíamos ayer.

No se entró en la provocación del rival que jugó como en los últimos clásicos, pasado de vivo y pegando sin contemplaciones y que con un arbitraje lógico hubiera terminado ya el primer tiempo con dos hombres de menos (incluso Medina, uno de los más desequilibrados junto con Damonte, Romero y Nuñez, jugó todo el partido).
En la actuación individual, Bologna no tuvo casi trabajo y el que tuvo lo resolvió correctamente. Mejor Alejandro de lo que esperábamos y gran trabajo de Baltazar Silva, obligado a jugar por el sector opuesto. Bien Valdez, sobrio, seguro, ordenado y hoy muy bien acompañado por Macaluso. Buen trabajo de Píriz en el medio en contención y ganando en juego aéreo. Novick en lo suyo. Aguirregaray con el desorden de siempre, pero aportando para el equipo. Un trabajo muy superior al que esperábamos de Pacheco, marcando un gol, poniendo la pausa, distribuyendo con criterio y asistiendo muy bien. Notable trabajo de Zalayeta, mucho más liberado al jugar más arriba y no tan pendiente de tener que ir a buscar la pelota y generar juego. Un gol y buenas asistencias. Buen partido de Nuñez, gran asistencia para el primer gol y motivo de preocupación permanente para el fondo tricolor. Le baja la calificación el haber tenido 4 chances claras para convertir y todas terminaron en el cuerpo de Bava.

Ganó Peñarol el partido más importante y el que más desea el hincha. Ganó el partido que le permite aspirar a la recuperación de cara a lo que se viene y le permite tener tranquilidad para afrontar ese remate. Lamentablemente por nuestros propios errores ya no dependemos de nosotros mismos en ninguna de las dos tablas.
Esperemos que el técnico pueda recuperar el rumbo que había perdido en los últimos tiempos, ojalá estemos a tiempo.

Hoy estamos todos contentos, felices, ocultarlo sería de una necedad rayana en la estupidez. Eso no nos hace cambiar lo que decíamos antes. El objetivo es ser campeón y de ser posible, llegar con ventaja a esa definición. Falta, todavía falta.

sábado, 4 de mayo de 2013

Más dudas que certezas.


En los últimos tiempos hay un concepto que nos hemos visto obligados a repetir permanentemente en este blog a la hora de analizar las actuaciones y perspectivas del equipo y que se resume en una frase: “El peor rival de Peñarol, es Peñarol”.

Esto no implica un desconocimiento de los méritos que puedan mostrar los rivales circunstanciales, sino un reconocimiento de nuestras propias fallas e incapacidades. En los dos últimos años (llámense “era Gregorio” y “era Da Silva”), nos ha quedado la impresión que, tanto en el ámbito local como en la participación internacional, lo que nos ha hecho perder campeonatos locales y clasificaciones en la copa, han sido más nuestras propias fallas que los méritos de los rivales.

El año pasado analizábamos cómo se dejó de ganar un campeonato Uruguayo en el que se llevaba una ventaja apreciable y como no se clasificó en un grupo de libertadores, que no era sencillo, pero donde Peñarol hizo méritos para ganar algún partido más que los que ganó.

Este año, nos está quedando la misma sensación. Es verdad que se tiene asegurada la participación en la definición del campeonato, pero se ha perdido pie en la tabla anual, donde se tenía una ventaja más que interesante hasta hace apenas un par de partidos atrás.

En la Copa no se accedió a la clasificación en un grupo donde perfectamente se pudo alcanzar el objetivo, jugando ante un apenas aceptable Vélez, un mediocre Emelec y un impresentable Iquique.

Desde afuera, da la impresión de que este Peñarol está siendo superado más por sus propias dudas y debilidades que por las virtudes de los rivales de turno.

El equipo no presenta esa rebeldía y temple característico de los equipos aurinegros a lo largo de la historia. Da la impresión de que este equipo es incapaz de remontar un resultado y que una vez que le convierten, se le hace imposible recuperar esa ventaja. La única excepción fue el partido con Fénix, donde Peñarol, como manda su historia, lo metió abajo del arco, lo empató y no lo pudo ganar por una excepcional actuación del arquero Mejía. Pero ante Danubio, Racing y Defensor, la sensación desde afuera era que los nervios del equipo eran más rivales que los contrincantes y, a la postre, los que sentenciaron esas derrotas.

Por otra parte la imagen de la dirección técnica es caótica. El técnico parece haber perdido completamente la dirección y el control de la situación. A un año y medio de su asunción, no se ve un estilo definido de juego. El equipo de Da Silva carece de identidad futbolística, lo que, sumado a la falta de carácter anímico, se torna desastroso.

El técnico armó mal el plantel. No cubrió puestos esenciales como el de volante por izquierda y un punta por el mismo sector, lo que ha hecho que Peñarol sea un equipo rengo, que ataca solo por la derecha, lo que hace que sea fácilmente neutralizable por los rivales. Además trajo jugadores que han fracasado (Grossmüler, Vázquez, Torres), contrató algunos que han aportado muy poco, sea por lesiones o juego (Bologna, Amado, Nuñez, Mauro Fernández), aceptó otros que no han mostrado el nivel que se requiere (Walter López), dejó ir jugadores que hubieran sido muy importantes en este equipo (Freitas) y borró a otros que fueron grandes soluciones durante el apertura (Raguso, Zambrana).

Para peor ha insistido con colocar jugadores fuera de puesto lo que los hace perder gran parte de su efectividad, como es el claro caso de Aguirregaray. Ahora, cuando  Baltazar Silva empezaba a mostrar un nivel interesante jugando por derecha, para el clásico ha decidido colocarlo como lateral izquierdo, ignorando una  vez más a Raguso y dejando en el equipo a Alejandro González que si es malo de zaguero, de lateral es aún peor.

Ha desperdiciado la oportunidad de tener dos goleadores de raza como Zalayeta y Olivera, porque carecemos de quien les haga el juego abriendo las puntas y levantando centros. Con 4 o 5 centros más o menos aceptables por partido, estos dos monstruos se cansarían de hacer goles. A esto se debe agregar que Peñarol carece de un organizador de juego, porque Grosmüller fracasó y Pacheco no está en el nivel que supo ostentar, luego de la grave lesión que sufrió al inicio del campeonato.

A esto se suma la impresión (y en esto sí, somos subjetivos) que no es capaz de acertar casi nunca con los cambios durante un partido, que coloca los jugadores que le pide la tribuna (como Pacheco) y que no transmite nada desde afuera ni en los entretiempos.

Pero para sumar problemas en el cuerpo técnico, el trabajo de los preparadores físicos parece francamente deficitario. Es impresionante la cantidad y reiteración de lesiones que nos han afectado durante esta última parte de la temporada. Reiteradas o graves lesiones que han padecido: Darío, Nuñez, Estoyanoff, Grossmüller, Amado y Mauro Fernández.

A esto ha contribuido la orden del consejo directivo de priorizar el campeonato Uruguayo por sobre la participación en la Copa, lo que impidió que el técnico rotara el equipo cuando tenía la intención de hacerlo, decisión que aún estamos pagando (con la lesión del capitán Darío Rodríguez) y que ha sido reiteradamente criticada desde estas páginas por estar absolutamente reñida con la historia y el prestigio de nuestro club.

A poco más de 24 hs de la disputa clásica, son muchas más las dudas que las certezas. Cómo apostar por un equipo que no muestra los atributos propios de nuestros representativos?. Cómo apostar por un técnico que ha perdido decididamente el rumbo?. Cómo apostar por dirigentes que han tomado decisiones que se dan de bruces con nuestra historia?. 

En vísperas de este clásico, ni siquiera me siento nervioso y eso es lo que me resulta más preocupante. A esta altura lo único que me invita a apostar por este equipo es la pasión. Esa pasión irracional que no conoce de argumentos y que se desborda simplemente por ver en la cancha una camiseta aurinegra.

Mañana juega Peñarol. No importa lo mal que venimos, lo mal que hemos hecho las cosas, la desorientación del técnico, la falta de personalidad del equipo, la mediocridad de los dirigentes, cómo vengan los rivales, nada importa. Porque mañana, juega Peñarol.