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domingo, 29 de mayo de 2016

Adios al clausura


Peñarol se jugaba buena parte de su futuro inmediato en el encuentro de hoy. Volviendo a jugar en el CDS ante un rival que buscaba el campeonato. Para ello, Da Silva volvió con tres cambios: el regreso de Guillermo a la Zaga, la presencia de Aguiar en el medio y la entrada de Murillo arriba, saliendo respectivamente Rodales, Valverde y Rossi. Peñarol armaba nuevamente un equipo “experimentado” pero lento.

Enfrente un Plaza Colonia que no de casualidad terminó ganado el torneo. Es un equipo bien estructurado que parte de la base de su solidez defensiva desde su arquero Dawson pasando por la zaga liderada por Carlos Rodríguez, un medio que tiene batalla por el lado de Caseras pero también buena distribución desde Waller y Milesi y la rapidez de Dibble arriba y la capacidad goleadora del argentino Rivero.

Y otra vez el Peñarol experimentado arranca mal. Al minuto tiene un remate de Forlán desde afuera que se va alto por encima del travesaño. Pero enseguida le paga Plaza con una pelota larga por izquierda que corre Furia (un ex Peñarol) que entra solo al área,  va hasta el fondo, Guruceaga lo apreta contra la raya y toca la pelota atrás para que Milesi la toque al arco para meterla entre Guillermo y Valdés marcando la apertura a los dos minutos. Dos minutos y ya ganaba Plaza.

Y pudo ser peor porque Peñarol se desesperó como siempre y Plaza pudo haber pegado de nuevo. A los 8´ un toque de Dibble para Rivero que remata por encima de horizontal.

Peñarol recién remata a los 14´ por intermedio de Maximiliano Rodríguez y contiene Dawson.

Sobre los 17´ lucha Rivero por el medio y se lleva la pelota, saca el remate fuerte que rechaza Guruceaga.

Peñarol, empujado por su gente se iba arriba y consigue el empate a los 26´ en una jugada muy extraña que comienza con un despeje de la defensa coloniense que recoge Aguiar para sacar el remate que hace carambola pegando en dos defensores y le queda a Murillo, que estaba un paso adelantado y el remate del colombiano se clava contra el ángulo superior derecho de Dawson.

Pensamos que Peñarol podía seguir de largo al haber logrado el empate y dado el empuje de la tribuna, pero se quedó el aurinegro que no volvió a generar ninguna chance digna de mención en todo el primer tiempo.

No pasó nada en los últimos 20´y el primer tiempo se fue con el 1 a 1 que le servía a Plaza.

Pero Peñarol tuvo todo el segundo tiempo para ganarlo y una vez más no supo cómo hacerlo. Ya a los 3´ despeja Valdés y le queda a Rivero que remata y contiene Guruceaga.

Sobre los 12´ un centro largo de Maximiliano Rodríguez, entra Aguiar por el segundo palo y consigue sacar el remate que rechaza Dawson.

A los 19´ una falta de Valdez a la entrada del área sobre Dibble que no marca el árbitro y que le pudo costar algo más que la amarilla al capitán aurinegro.

Peñarol tuvo dos en dos minutos sobre los 26´ un córner de Forlán desde la izquierda (el único que tiró aceptablemente en todo el partido) que cabecea Ifrán y la pelota se pierde apenas afuera contra el palo izquierdo

Un minuto después la más clara, una salida rápida desde nuestro campo que toma mal parado a Plaza, el toque final de Hernán Novick para Forlán que entraba por izquierda y el remate lo saca Dawson al córner.

Y a los 32´ se termina cualquier ilusión cuando es Plaza el que sale rápido y toma mal parada a nuestra defensa. Tal es así que es Hernán Novick quien termina como lateral derecho y llega tarde para tapar a Redín y lo termina bajando dentro del área. Penal bien sancionado que remata Villoldo mal, al medio, pero Guruceaga no consigue sacarlo y la pelota se le va por debajo del cuerpo.

Y ahí lo que vimos tantas veces en el campeonato. Un equipo desesperado, sin ideas, sin criterio, sin claridad. Apenas si logro generar un tiro libre frontal sobre los 42´ que remato Forlán arriba de horizontal.

Peñarol perdió un campeonato que tuvo todo para ganar y ahora deberá cosechar un punto para asegurar la anual y jugar finales ante este equipo de Plaza. Un Peñarol que ha perdido 8 de los últimos 9 puntos y estuvo a segundos de perder los 9. Que es verdad fue robado descaradamente ante Wanderers pero que en los 3 encuentros fue superado por sus rivales.

Hoy volvió a ser una batalla entre un equipo rápido y uno lento. Un equipo que tiene su integración definida y otro que lleva un año buscándola. Un equipo que sabe a lo que juega y otro que no tiene la menor identidad futbolística. Y por supuesto, ganó el que tiene las cosas claras.

Es irritante ver jugar a este Peñarol irresoluto, entreverado, emocionalmente frágil y nada nos asegura que se impondrá ante Plaza ni aun en tres partidos. Un equipo que vuelve a quedar en deuda y deja a todos sus hinchas calientes una semana más.

domingo, 22 de mayo de 2016

Hasta cuando?



Catilina fue un político de la antigua Roma que conspiró contra la República con intenciones de tornarse en dictador. Sus planes fueron detenidos por el no menos célebre senador Marco Tulio Cicerón quien denuncio sus planes ante el senado a través de una serie de discursos que han pasado a la historia con el nombre de “las Catilinarias” y que comenzaban por esta pregunta: “Hasta cuando abusarás de nuestra paciencia, Catilina?”.

Más de 2.000 años después, los hinchas de Peñarol nos hacemos la misma pregunta. Hasta cuando se abusará de nuestra paciencia?. Lo acontecido ayer en el Parque Viera fue un despojo intolerable. Pero se hace aún más difícil de digerir porque no se trata de un hecho aislado sino que es parte de lo que ya ha resultado costumbre tras cada fin de semana: que el arbitraje sea perjudicial para Peñarol (o que favorezca a nuestros adversarios en otros encuentros, lo que viene a ser lo mismo).

Rompe los ojos como han sido favorecidos otros equipos con fallos que le han permitido acumular no menos de 8 puntos más de los que hubieran merecido en la cancha. Por su parte el aurinegro ha sido privado de algún punto más que hubiera podido acumular y que evidentemente hubieran ampliado la ventaja en ambas tablas y nos hubiera puesto a cubierto de cualquier mala actuación.

Es cierto que Peñarol juega muy mal. Que sus diferentes técnicos no han sido capaces de encontrar un equipo y un patrón de juego. Que gran parte de sus jugadores han mostrado rendimientos francamente decepcionantes. Nadie pretende negar esto y ha sido motivo de cuestionamiento reiterado desde estas páginas. Pero justamente como el equipo ha mostrado tantas carencias y limitaciones, los “errores” arbitrales se vuelven aún más determinantes.

Ya desde los últimos años del quinquenio se pretendió cortar campeonatos aurinegros, pero justamente el equipo tenía otra personalidad y otra convicción y era capaz de alzarse con el triunfo aun a pesar de los arbitrajes en contra. Este equipo no es capaz de hacerlo.

Este panorama se agrava cuando vemos que se trata de Andrés Cunha. Un nefasto personaje que ya ha dado pruebas de su mala voluntad para con nuestros colores. Este “juez” merece su título entre comillas. Porque un juez en cualquier ámbito, debe ser alguien que tiende a alcanzar el ideal de justicia, nada más lejano a la capacidad (o voluntad?) de este personaje. En esta misma página, hace tiempo que nos tomamos el trabajo de enumerar los errores cometidos por este árbitro que han perjudicado a Peñarol y lo han privado de victorias legítimas. Y lo hicimos sin apelar a otra cosa que no fuera nuestra falible memoria, recurso tan frágil que deja a las claras que son tantos y tan gruesos los errores, que pueden recordarse con un simple ejercicio de memoria. Para quien tenga interés dejamos el link ( http://manyahistoriasdenuestrahistoria.blogspot.com.uy/2015/04/la-maldicion-de-cunha.html ). Optamos por considerar que se trata de ineptitud y no de deshonestidad porque asumir lo contrario sería aún mucho más grave.

Sin embargo parece tratarse de una ineptitud selectiva. Porque este es el mismo árbitro que concediera tres penales a nuestro tradicional adversario en el Franzini por jugadas menos claras que las de ayer en el Viera. Pensamos que los tres penales en ese encuentro estuvieron bien cobrados y Cunha acertó, pero los penales de ayer también deberían haberse sancionado como tales. Es imposible que no los haya visto, debió verlos, era su obligación verlos y no puede excusarse. Es injustificable que vea algunos y otros no y es imposible que no se preste a suspicacias.

No es Cunha el único por supuesto y eso hace que todo esto sea más preocupante. Porque podemos recordar fácilmente errores de otros jueces. Un Fedorczuck que permite que nos peguen a mansalva cada vez que nos arbitra, que dejo que Fénix pegara a más no poder terminando con la fractura de Pacheco y no cobro un penal claro en ese partido. Un Ferreyra que nos dio vuelta un clásico validando un gol con la mano y otro de un tiro libre por una falta inexistente. Pero podemos seguir hacia atrás a un Vázquez concediendo un gol ilícito al rival y anulando uno licito a Peñarol y así a un Bello, Larrionda, Olivier Viera y el tristemente célebre Gustavo Méndez, de quien no necesitamos hablar porque está más que presente en el “cariño” de todos los hinchas carboneros. Cambian los apellidos pero no las políticas.

Hoy quien reparte las cartas en materia de arbitrajes en este país es Jorge Larrionda. Ese mismo Larrionda, quien desde que en los 90 no marcó un penal claro para el tradicional adversario en un clásico y Nacional movió sus influencias políticas para sacarlo de un sudamericano para el que estaba designado, nos mató siempre. Desde aquel momento sistemática y reiteradamente siempre falló en nuestra contra. Es ese ex árbitro quien maneja el colegio hoy y quien avala a los Cunha, los Fedorczuck, los Rojas y un largo etcétera.

Hasta cuándo vamos a tolerar pasivamente esta situación? No se soporta más este despojo continuo. Esta necesidad de luchar contra nuestros propios errores y también contra los de los demás. Es hora de que nuestros dirigentes demuestren de una vez por todas que tienen la capacidad y el carácter para defender los intereses del club y pongan fin a este hurto en reiteración real del que somos objeto desde hace casi 20 años.

Si hay que tomar las medidas más drásticas, que se tomen sin demora. Nada será peor que esta sensación de que no importa que jugadores vengan, que técnico se contrate, que nivel de juego se logre, si al final serán extraños quienes decidan nuestra suerte y nos priven de ilusiones legítimas con acciones espurias.

sábado, 21 de mayo de 2016

Un despojo



Hoy asistimos a un despojo en el Parque Viera, porque ya no se puede hablar de errores arbitrales, son horrores que se reiteran desde hace mucho tiempo desde este mismo árbitro (http://manyahistoriasdenuestrahistoria.blogspot.com.uy/2015/04/la-maldicion-de-cunha.html ) que se “equivoca” siempre en contra de Peñarol. Este nefasto personaje fue el designado para impartir justicia en el día de hoy. Justicia, un ideal que le queda enorme a este árbitro, debemos creer que por inepto, porque la alternativa seria peor.

Peñarol iba al Viera con la necesidad de ganar para no perderle pisada a Plaza y mantener la distancia en la anual. Da Silva decidió colocar a Olivera como zaguero en la plaza del suspendido Guillermo Rodríguez y colocar a Rodales (un derecho que hace tiempo no jugaba) en el lateral izquierdo. Maximiliano Rodríguez por Aguiar (porque es “jugador de clásicos”) y el último cambio, la salida de Murillo subrogado por el juvenil Rossi.

Enfrente un equipo de Wanderers que no ha hecho una temporada regular pero siempre ha sido un rival complicado y más en su campo y que salió a jugar con tres delanteros netos.

Arrancó mejor el bohemio que tuvo temprano las primeras opciones. La primera a los 4´ con una pelota para Gastón Rodríguez que entra por izquierda y saca el remate que Guruceaga consigue mandar al córner.

Desde ese mismo córner cabecea Díaz y Valdez consigue despejar parado contra el parante derecho, la vuelven a jugar adentro para Blanco que saca el remate que otra vez Guruceaga consigue despejar con el pecho.

Respondió el aurinegro (hoy vestido de amarillo) a los 9´ con un centro de Maximiliano Rodríguez desde la izquierda, domina Rossi dentro del área y saca el remate elevado por encima del horizontal.

Sobre los 15´ un toque largo para Rossi que entra en velocidad por izquierda, supera la salida del arquero Burian y la mete al medio pero despeja la defensa bohemia.

A los 23´ un toque atrás de Forlán para el remate desde afuera de Valverde que Burián consigue despejar por encima del horizontal con una mano.

Entonces, a los 27´ llega una jugada capital donde una vez más es perjudicado Peñarol. Una entrada de Nandez por derecha y cuando lleva la pelota mete la mano el zaguero bueno pero Cunha (otra vez Cunha, siempre Cunha) no marca como penal. Esto para quienes se niegan a reconocer el tendencioso arbitraje que ha perseguido a Peñarol durante todo este campeonato, favoreciendo a los rivales y perjudicando al mirasol.

Tuvo una Wanderers a los 29´ cuando Cabrera se va por derecha y mete la pelota al medio que consigue tocar Gastón Rodríguez más rápido que nuestros defensas y Guruceaga consigue hacerse de un balón muy peligroso.

Y cuando se cerraba el primer tiempo, una falla de la defensa aurinegra que no acierta a cortar nunca un ingreso de Colombino y la pelota le queda a Gastón Rodríguez que saca el remate cruzado que se mete contra la base del palo izquierdo de  Guruceaga marcando la apertura.

Peñarol se fue derrotado en una primera parte donde una vez más fue notoriamente perjudicado por el arbitraje de Cunha que se equivoca siempre contra Peñarol. Pero lo peor aún estaba por venir.

A pesar de que al minuto del segundo tiempo Maxi Rodríguez se mete al área por izquierda y Silva se barre para derribarlo y Cunha no tiene más remedio que cobrarlo. Lo remata el propio Maxi y la clava arriba contra el ángulo izquierdo del arco de Burian.

Pero poco le duró a Peñarol la alegría porque a los 5´se va Gastón Rodríguez por izquierda superando a Aguirregaray y lo traba Valdez al córner. De ese córner peina la pelota Riolfo en el primer palo, esta supera a Guruceaga que apenas si ensaya una defensa defectuosa y se mete en el segundo palo.

Peñarol no supo mantener esa ventaja y es culpa de Peñarol pero 5 minutos después Maxi Rodríguez mete un centro desde la derecha, cabecea Rossi y Bueno salta con la mano arriba, completamente despegada del cuerpo y saca la pelota afuera. Cunha no cobra nada y es difícil de verdad pensar que es tan malo como juez. La vio, la tuvo que ver, es imposible que no la haya visto.

Para peor en el contragolpe de esa jugada, con un Peñarol desestabilizado por ese fallo escandaloso, llega el tercer gol de Wanderers. Se va solo Cabrera por izquierda, enfrenta a Guruceaga y el arquero consigue despejar con el cuerpo. El rebote le queda a Gastón Rodríguez que con el arco libre remata marcando el 3 a 1.

Y de ahí en más, solo se podían esperar más goles de Wanderers, porque Peñarol jugaba mal, estaba desesperado dentro del campo y quebrado por los errores de Cunha.

Simplemente diremos que el cuarto llega a los 30´ con una pelota que toma Riolfo desde afuera del área y saca el remate que se clava contra el palo izquierdo.

Antes había tenido una muy clara el mirasol a los 21´ con un desborde de Maxi Rodríguez por derecha y buen cabezazo de Palacios en el área chica que vuela Burian para contener.

Cayó Peñarol, primero porque volvió a jugar muy mal. Porque no superó nunca a su rival y no impuso su juego. Porque luego de empatar se come un gol imposible por distracciones intolerables de sus jugadores (arquero incluido). Nadie discute ni niega eso. Peñarol jugó mal y Wanderers jugó mejor. Pero es imposible soslayar la influencia del mal arbitraje de Cunha que se come dos penales clarísimos. Pero además, esto se acumula y partido tras partido se hace más voluminoso el expediente de este árbitro con fallos que perjudican a Peñarol.

Es imposible de soportar un minuto más esta situación y es hora de actuar con todo el peso institucional para que este árbitro no vuelva a dirigir porque no tiene las condiciones para eso. Es un MAL árbitro y lejos de ser un demérito, es un atenuante porque si no es mal árbitro entonces es tendencioso y eso sería mucho peor.

Peñarol perdió el clausura en la jornada de hoy con la “ayuda” de Cunha que como premio se va a arbitrar la Copa América. Evidentemente algo no está bien.

domingo, 15 de mayo de 2016

Empate agónico. Peñarol 2 Nacional 2



Finalmente Da Silva confirmó el equipo que adelantaba la prensa con Forlán, Aguiar y Murillo de titulares y dejo afuera, no solo del banco sino del plantel a dos jugadores rápidos como Albarracín y Palacios. En lo personal, pensábamos que esta tarde era importante tener velocidad en el equipo ante un rival que venía cansado. Hasta nos preguntábamos si Luque no hubiera tenido un lugar al menos entre los reservas.

En el rival, descartados López y Ramírez, sus lugares fueron ocupados por Tabó y Gamalho, pero mantuvo su esquema de siempre. Y en los primeros minutos arrancó mejor Nacional. Ya al minuto dispuso de un tiro libre desde la derecha por falta de Aguiar. Mandaron el centro y ganó el brasileño Gamalho para meter el cabezazo que contuvo bien Guruceaga.

Sobre los 9´ un centro de Tabó que se cerró peligrosamente sobre el arco y Guruceaga tuvo que mandar al córner con una mano por sobre el horizontal.

Responde Peñarol a los 16´ con Forlán entrando por izquierda y metiendo un centro pasado que supera a Murillo y llega muy exigido Nandez por el segundo palo metiendo un remate defectuoso que se pierde afuera contra el palo izquierdo.

Después de los 30´ mejoró algo el aurinegro (seguramente porque también empezó a sentir el cansancio el equipo tricolor) y tuvo más al pelota y jugó en campo rival.

Pero tuvo una sola chance clara de gol. Fue a los 31´ con un pase largo de Valverde para la entrada de Forlán por izquierda, engancha hacia adentro y luego hacia afuera, hamacando a su marcador y saca el remate que pasa lamiendo la base del palo izquierdo cuando se tiraba Murillo para empujarla, no logrando tocar la pelota por pocos centímetros.

En ese primer tiempo quedó en evidencia la falta de velocidad del equipo que armó Da Silva que podría haberle hecho un daño mucho mayor al rival, pero eligió jugadores más lentos, más posicionales, facilitándole las cosas al conjunto tricolor.

El segundo tiempo reservaba todo lo que de emoción tuvo el encuentro. Ya al minuto puedo ser para el aurinegro con un remate desde afuera de Valverde, que se va por encima del horizontal.

Pero a los 3´ falla la defensa de Peñarol cuando un centro frontal, sin ninguna pretensión y que iba a las manos de Guruceaga, lo rechaza al medio Valdez y Aguirregaray levanta excesivamente la pierna a la altura de la cara de Tabó y Fedorczuck no duda en marcar penal. Lo remata Polenta fuerte contra el palo derecho para marcar el 1 a 0 tricolor.

Peñarol siente el golpe y el rival se lo lleva por delante durante varios minutos. Sobre los 8´ otro centro al área y Guillermo le pone el brazo encima a Gamalho en lo que era un segundo penal que Fedorczuck no marca.

Peñarol empata a los 17´. Un córner desde la derecha que tira Hernán Novick. La pelota hace una comba impresionante, primero alejándose del arco para después cerrarse sobre el área y salta Aguirregaray que mete el cabezazo que se clava arriba contra el ángulo derecho.

Pensamos que el envión anímico iba a favorecer al aurinegro, pero duró muy poco porque dos minutos después, un córner desde la izquierda, despeja Guruceaga y Valverde intenta llevarse la pelota y llega a tocar a Barcia. Fedorczuk cobra un segundo penal, para nosotros correctamente. Lo vuelve a rematar Polenta, esta vez más fuerte contra el palo derecho y marca el segundo para Nacional.

Y siendo sinceros, desde ahí hasta el final fue todo del tricolor que tuvo varias chances de liquidarlo y no lo supo hacer. Porque Peñarol se enloqueció y teniendo delanteros bajos, solo atino a mandar pelotas al área que propiciaron despejes de la defensa tricolor que fueron inicio de contra ataques rápidos que pudieron liquidarnos.

A los 23´ un tiro libre de Sebastián Fernández desde la izquierda que despeja Guruceaga, sobre la línea cuando entraba Romero para meterla.

Sobre los 27´ un toque de Carballo para Fernández que saca el remate de media vuelta apenas afuera contra el palo derecho.

Otra más a los 31´ cuando salen rápido desde su campo y terminan la jugada con un toque para Fernández que entra por izquierda y remata ante la salida de Guruceaga y la pelota se va afuera contra el palo derecho.

Sobre los 42´ otra salida rápida y el toque para Fernández que se va solo en velocidad y Guillermo utiliza el último recurso de bajarlo antes de que entre al área. Expulsión directa bien decretada para Guillermo a quien no le quedó otra que bajarlo y terminó salvando el encuentro a la luz de lo que pasó después.

Sobre los 44´ un toque para Barcia dentro del área y su remate se va por encima del horizontal.

Y ya pasada la hora, con un Peñarol desesperado, sin orden táctico alguno, sin generación de ideas, una pelota que Aguiar desde la derecha manda al área y Marcel Novick salta entre Victorino y Fucile y llega a cabecear con la nunca, la pelota pega en el palo derecho y se mete en el arco de la Colombes marcando un empate que Peñarol no merecía. Primer gol de Novick con la camiseta aurinegra y justo ante el tradicional rival para un jugador que es un símbolo de lo que debe ser Peñarol y que tanto echamos en falta en los últimos tiempos.

Peñarol volvió a demostrar que es su peor enemigo. Desde el técnico que armó el equipo que más le servía a rival, dejando de lado a jugadores veloces que nos dieran más posibilidades de explotar el cansancio del rival. Desde la defensa, que transformó una pelota que era fácil para el arquero en un penal para Nacional. Desde un equipo que se enloqueció después del segundo tanto y faltando 25´empezó a tirar centros frontales que propiciaron contra ataques rivales.

Peñarol perdió la oportunidad de ganarle de una vez a Nacional. De dejarlo fuera de conversación en todo y sacar una ventaja que lo dejara a cubierto. Dejó la punta al alcance de Plaza que si gana en un rato será el nuevo líder. Es verdad que aún nos queda jugar contra los colonienses pero con el nivel que está mostrando el conjunto aurinegro nadie puede asegurar que le ganemos a Wanderers primero y Plaza después.

Peñarol consiguió un empate agónico que se festejó como un triunfo, señal de los tiempos de este Peñarol que nos tiene acostumbrados a tan poco.