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jueves, 31 de marzo de 2016

La fiesta inolvidable




El Campeón del Siglo tuvo hoy su fiesta que fuera postergada el domingo pasado por el mal tiempo. Una fiesta que fue toda emoción, pasión, delirio, alegría, esperanza. Una fiesta impresionante. Al nivel de las ceremonias de campeonatos del mundo o juegos olímpicos. Como aquella famosa película de Peter Sellers, fue la fiesta inolvidable.

Una fiesta que nos llenó de placer desde el primer minuto. El placer de volver a ver a tantas figuras, a tantos ídolos, a tantos campeones que por suerte podemos disfrutar los manyas. A todos y cada uno de los que nos hicieron el Campeón del Siglo que el mundo nos reconoce. El nivel de los artistas, los músicos, la banda, de primer nivel para un estadio de primer nivel.

Antes de empezar la fiesta, los primeros aplausos de la tribuna fueron para Pablo Bengoechea cuando apareció una nota en el tablero electrónico. La segunda ovación vino con la aparición del Tony Pacheco. El tercer aplauso llego con la aparición de la figura del Nando Morena. Fue después para un técnico como el SEÑOR Gregorio Pérez y en su figura la de tantos técnicos que nos dieron glorias como Hugo Bagnulo o el gran Roque Gastón Máspoli que ya nos dejaron.

Todo esto mientras en el tablero aparecían las imágenes de goles memorables, goles de copas, goles de jugadores que ya no están y relatos emocionantes de época.  Goles y relatos que uno vuelve a ver y oír y no puede evitar emocionarse. Porque muchos momentos los pudo vivir y porque otros nos los contaron nuestros padres que ya no están pero ni un día nos dejan solos y nos han legado esta herencia bendita.

También los actores. Artistas reconocidos y de diversos géneros como Hugo Fattoruso, Jorge Drexler o Fito Páez. Rada que iba a estar el domingo pero no pudo hacerlo hoy pero estuvieron sus hijos. Representantes del carnaval nucleados en la murga “Los mirasoles”, surgida para la ocasión y liderada por Julio Pérez, voz famosa por el himno “Campeón del siglo”. La que en su momento fuera considerada la mejor guitarra del país y que tocaba con Zitarrosa, la de maestro Covelli. Representantes del candombe, del rock, de la música tropical y de diversas manifestaciones culturales jerarquizaron el evento.

Pero lo hicieron de una forma distinta a la que habitualmente se presentan. Porque esto no fue una inauguración donde se hicieran varios recitales, sino que cada uno de estos artistas estuvo inserto en un hilo conductor que era la representación del origen y la historia de Peñarol. Un “enredo” como dirían los brasileños (por cierto quizás lo que falto fue un grupo representativo de la Unidos do São Clemente, que lleva nuestros colores en el carnaval de Rio), un relato teatralizado con el eje de la historia aurinegra.

Justamente como si se tratara de un enredo de escola de samba, la historia se dividió en sectores, valiéndose de la tecnología del mapping para contar el tema sobre el mismo campo de juego como una enorme pantalla de cine.

1ª PARTE – LOS ORÍGENES: Comenzó con el viaje de Giovanni Battista Crosa, que se trajo de su Pinerolo natal en el Piamonte italiano, la nostalgia que lo llevó a agregar este nombre a su apellido. Llegó al Uruguay en el siglo XVIII, se afincó y abrió una pulpería en la zona y sin quererlo, dio origen a la palabra sagrada PEÑAROL. En este caso fue interpretado por el consagrado actor Jorge Bolani mientras sonaba la música de Drexler sobre un escenario que simulaba la estación Peñarol.

Sobre la pantalla del campo de juego pareció que la tierra se abría para dar paso al tren del tiempo. Desde el suelo surgieron los diseños de las camisetas aurinegras a lo largo de la historia. La mención al origen de nuestros colores provenientes de la Rocket de Stephenson.  Como sobre una mesa, se extendieron las fotos del recuerdo, con imágenes del acta fundacional de 1891, nuestro primer presidente Frank Henderson, los viejos campos de Casavalle y Pocitos, de la Villa Peñarol, de la estación del ferrocarril y de “los ingleses locos” pateando una pelota.

En el avance de la historia se recordó a Peñarol como uno de los 4 equipos fundadores de la AUF. Se tocó incidentalmente el surgimiento de Nacional como respuesta de la elite universitaria al tenor popular de Peñarol. Se recordaron los primeros campeonatos. El primer campeón uruguayo en 1900, bicampeón en 1901 y campeón invicto y sin goles en contra (hito mundial) en 1905. Se recordó a los primeros maestros aurinegros Juan Pena, el escocés John Harley, el maestro José  Piendibene, Isabelino Gradín, Álvaro Gestido, el gallego Lorenzo Fernández, Pelegrín  Anselmo entre otros. 

2ª PARTE – RESUMEN DE GLORIAS: Comenzó con la formación de una inmensa locomotora, mientras la murga “Los mirasoles” entonaba canciones en homenaje en ritmo de murga. El flaco Castro recitaba en verso la historia de esas grandes glorias.
Sonó primero el “Siete letras” la que para nosotros es la mejor canción homenaje (quizás porque era la que emocionaba a mi padre):

Dulce recuerdo que jamás olvido
oh, nombre querido que a mi corazón
trae el latido con el que palpita
cuando el pueblo grita, viva Peñarol !”

Surgieron las figuras de los campeones del 30 y 40, Iriarte, el tigre Young, Severino Varela. Peñarol como primer campeón del profesionalismo en 1932. Sus aportes a las conquistas de la medalla olímpica del 28 y el mundial del 30. La máquina del 49 que provocara la fuga del tradicional rival por temor a la goleada histórica. Máspoli, el negro jefe Obdulio Varela, el cordobés Hohgberg, el pepe Schiaffino, el ñato Gigghia, el pardo Abbadie, el cotorra Míguez, el patrullero Vidal. La base del Uruguay campeón del mundo en Maracaná en 1950.

Fue el turno de “Peñarol pá todo el mundo” del “Junta gargantas" del centenario en el 91. 

Si en algún lado no conocen nuestra tierra
que aunque es pequeña tiene enorme el corazón
tan solo alcanza con decir en donde sea
QUE EL URUGUAY ES EL PAIS DE PEÑAROL “

Se recordó luego el primer quinquenio (1958-62) y las copas internacionales de los 60. Las figuras de William Martínez, el pepe Sasía, Maidana, Spencer, Joya, Mazurkiewicz, Rocha, el tito Gonçalves, el cacho Caetano, el boniato Forlán, el paraguayo Lezcano, Roberto Matosas. Sonó un nuevo tema aurinegro en ritmo de murga “Entre tu sombra y tu sol”, estreno para esta fiesta.

Vinieron las copas de 1982 y 87: Morena, Jair, Venancio, pinocho Vargas, Saraleguy, Bossio, el indio Olivera, el tano Gutiérrez, Gustavo Fernández, Trasante, Perdomo, Gustavo Matosas, el tito chico, el chueco Perdomo, Vidal, Cabrera, Aguirre, Pereyra.  Las figuras del segundo quinquenio (1993-97). Gregorio, el profe Bengoechea, el tony Pacheco, el pato Aguilera, el Gaby Cedrés, el lucho Romero, el gaucho De los santos, el caballo De los Santos, el bola Lima, Darío Silva, el marujo Otero y tantos otros más. Se recordó el  8 contra 11, caso único del mundo de un equipo derrotando al clásico rival con 3 jugadores menos y conquistando el gol de la victoria ya con 8 en el campo. Finalmente la referencia al último 5 a 0.

Sonó entonces otra de las canciones más lindas que recuerda a nuestros jugadores del primer centenario (es del “Junta Gargantas” de 1991), “Sale Peñarol”:

A todos los héroes que hicieron posible tu gloriosa historia,
a los que sudaron esta camiseta de oro y carbón,
a los más famosos, a los más humildes y a los olvidados
LA HINCHADA LES BRINDA EL CÁLIDO ALIENTO DE SU CORAZÓN”

Se cerró esta parte con el famosísimo “Y dale dale”.

Y dale dale, los peñaroles,
Y dale dale, de corazón.
Porque esta barra tan bullanguera
Con toda el alma, te viene hoy a alentar

3ª PARTE – LOS GRANDES CAPITANES. Salieron al campo cuatro gigantescas esculturas articuladas de 12 mts de altura, vistiendo camisas de la época del CURCC y Peñarol, representando a los 4 capitanes de las grandes conquistas internacionales (por eso una de las camisetas era de arquero). Capitanes que salieron desafiando a los imposibles, rodeados de guerreros africanos con nuestros colores, representados por una cuerda de 200 tambores que fue recibida por la tribuna al grito de “Peñarol, Peñarool!”. 

Los capitanes representados, William Martínez (Libertadores 1960 y 1961, intercontinental 1961). El tito Néstor Gonçalves (Libertadores e Intercontinental 1966, Supercopa 1969). El indio Olivera (Libertadores e Intercontinental 1982). Finalmente Eduardo Pereyra (Libertadores 1987).

Sonó el electro candombe de Hugo Fattoruso que enmarcó la entrada a la cancha de todos los campeones de América y el mundo con las copas obtenidas en manos de Gonçalves, Olivera y Pereyra. El grupo recorrió el campo, reverenciado por los guerreros y ovacionados por la tribuna. A su salida, se soltó el candombe tradicional con la cuerda más grande que se haya reunido alguna vez en el país cerrado con un grito de 200 gargantas “PEÑAROL!”

Se dio entonces un intervalo con música tropical incluyendo al lolo Estoyanoff en su nueva faceta como cantante junto a la intérprete Majo. Sonó la plena “Somos tu y yo”. El ex jugador aurinegro apenas si pudo cantar, visiblemente emocionado como gran hincha que es.

4ª PARTE – LOS QUINQUENIOS DE ORO: Se dio ingreso a una enorme locomotora tirando de varios vagones confeccionados con materiales reales para formar un tren de artistas. Todo esto enmarcado por el fondo del mapping con referencia a los dos quinquenios de oro (1958-62 y 1993-97).

La banda de Francisco Fattoruso con una integración especial que contaba con miembros de bandas de rock como “NTVG” y “El cuarteto de nos”, fue la encargada de ser base para la actuación de los artistas principales. Arranco la versión de “Break it All” de “Los Shakers” banda original de Hugo Fattoruso de éxito en los 60. Entre la presentación de cada músico, la banda amenizaba tocando canciones de éxitos que se han transformado en canciones de tribuna para que cantara la gente, integrándola como parte del espectáculo. Era el caso de "Solo le pido a dios" de León Gieco, cantada con letra tribunera. Iban cambiando los artistas mientras el tren daba la vuelta olímpica. Vino el turno para Lucila, Matías y Julieta Rada, los hijos del gran Ruben que iba a estar el domingo pero no pudo hacerse presente hoy por sus compromisos en Buenos Aires. Luego de otro éxito tribunero, subió al tren “mandrake” Wolf con “Amor profundo”, mientras en la cancha desfilaban los campeones de los dos quinquenios. 60 jugadores en total con los capitanes de ambas gestas al frente, el  tito Gonçalves y el profesor Bengoechea.

Cuando subieron a la tarima para su saludo, la tribuna cantaba “acá esta la famosa barra de Peñarol, la que va a todas partes, la que llora por vos”, mientras el campo de juego se había transformado en una gigantesca bandera aurinegra gracias al mapping. Fue tiempo del pelado Cordera de la Bersuit cantando “Murguita del sur”. Entonces llegó uno de los momentos medulares de la noche. La aparición de Fito Páez, un fanático de Rosario Central que tiene el mismo origen ferroviario que nuestro Peñarol y que se unió a la fiesta para cantar “Y dale alegría a mi corazón”, “A rodar la vida”,  “Mariposa tecknicolor” porque la hinchada la que empezó a cantar y tuvo que hacerla y finalmente ”El amor después del amor”. Copado Fito con la interacción con la Cataldi ante su generoso gesto de prestarse a la fiesta aurinegra y vestido con nuestros colores (que son similares a los de Central).

PARTE – EL FUTURO: Se inició con las estrofas del himno de Peñarol:

Peñarol, Peñarol, Peñarol,
Tu nombre brilla igual que el sol

Con esas estrofas ingresaron las divisiones formativas del club, incluyendo las femeninas Y luego Drexler  estrenó “La vida entera” compuesta para esta inauguración, mientras los chicos formaban con sus cuerpos el número 125 de nuestros años de vida.

Cantaba Jorge:

Y a ver, ahora, quién se anima a parar a esta locomotora?
Carbonero soy de tu caldera...
y seré, la vida entera

Finalmente quedó solo Bolani y sobre el suelo, las imágenes de la construcción del estadio desde la piedra fundacional asentada en un baldío, hasta la erección de esta mole imponente que es hoy el estadio, con música épica de fondo. Desde las profundidades se volvió a alzar el campo de juego y se formó el logo del estadio y la leyenda “Estadio Campeón del siglo, Club Atlético Peñarol “. El grito ancestral de Bolani-Crosa surgido de lo más profundo de nuestra esencia, retumbó por los cuatro rincones del estadio extendiéndose en la noche: “PEÑAROL CARAJO, NOMÁ!”

Se levantó la tela de proyección para dejar al descubierto el campo real y Julio Pérez  con “Los mirasoles” entonó el himno “campeón del siglo”.

Cuanto te quiero Peñarol, cuanto te quiero,
Campeón del siglo, te lo dice el mundo entero.
Cuanto te quiero Peñarol, cuanto te quiero,
adentro de mi corazón sos el primero”

La noche se cerró con el mayor despliegue de fuegos que haya visto y que trocaron la noche en día mientras la gente cantaba “es el glorioso Peñarol”

El último mensaje que se formó sobre el campo es el que queremos tomar y que quede claro para todos aquellos que no son hinchas de Peñarol (sobre todo para aquellos que se ponen nuestra camiseta). El mensaje decía en letras claras: VIOLENCIA NUNCA MÁS. HOY EMPIEZA OTRA HISTORIA.

Que TODOS lo entiendan. Que respeten nuestra casa porque la vamos a cuidar entre todos los peñarolenses y el que no lo entienda, no tiene cabida entre nosotros.

Hoy fue la fiesta inolvidable. Impresionante, espectacular, emocionante. Hoy estuvo presente la familia carbonera. Los niños, las mujeres, los abuelos. Con alegría, con amor, con esperanza. Hoy estuvo el recuerdo para quienes ya no nos pueden acompañar y merecían estar ahí esta noche. ESTO ES PEÑAROL y esto es lo que tenemos que cuidar entre todos.

Todos los países tienen sus equipos grandes. Los más populares, los más antiguos, los más victoriosos, los más queridos. Todos los países tienen sus equipos grandes hemos dicho. PEÑAROL, VOS SOS GIGANTE!



martes, 29 de marzo de 2016

El primero en casa. Peñarol 4 River Plate (Arg) 1



Y finalmente llegó el día. Con 24 horas de retraso se inauguró finalmente la nueva catedral aurinegra. Impresionante desde la lejanía donde ya su imponente mole destaca en el paisaje. Emotiva desde el encuentro con la locomotora, símbolo de nuestro origen ferroviario (aunque algunos se hayan quejado por su cesión) y el paseo entre las glorias del club que parecen escoltarnos hacia el interior del coloso. Imponente su fachada espejada con el inmenso escudo de club. El nombre del estadio “campeón del siglo” y el logo, por todas partes, testimonian este viejo sueño de muchos carboneros.

Una obra que debió sortear mil oposiciones, desde los cuestionamientos económicos hasta la envidia y mezquindad de diversos actores públicos y privados que trancaron su construcción por todos los medios posibles.

Desde estas páginas hemos reconocido muchas veces que no era nuestro principal desvelo, pero a medida que se fue desarrollando la obra, resultó imposible no sentirse orgulloso de tamaño emprendimiento que únicamente una institución como Peñarol podía hacer posible en este país. Fueron más de dos años de denodado trabajo que fue contagiando a cada hincha aurinegro a medida que el estadio se elevaba del suelo.

Para hacer el honor, un viejo conocido: el actual Campeón de América,  River Plate de Argentina. El mismo que inauguró el viejo estadio aurinegro en 1921 y que vino para nuestros festejos del cincuentenario en 1941. El mismo que nos invitó a la inauguración de los dos estadios que tuvo en su historia. El de Alvear y Tagle en 1923 y el actual Monumental de Núñez en 1938. El mismo al que se le ganara una final épica en 1966 que significó nuestra tercera copa continental.

En los instantes que precedieron a la parte oratoria, desde las cuatro tribunas bajó el grito sagrado ya centenario “Peñarol, Peñarol!” que retumbó por primera vez en el que desde hoy, será nuestro recinto sagrado.

Un Damiani visiblemente emocionado hizo uso de la palabra y se refirió a lo que yo creo que todo hincha de Peñarol estuvo pensando durante todo el día: en aquellos que ya no están. Yo también hubiera querido tener hoy a mi lado a mis viejos (a los dos) viviendo esta jornada histórica como los tuve festejando cosas tan importantes como las Libertadores de 1982 y 87.

Fue el turno de Morena, el jugador más grande que por mi edad tuve la suerte de ver dentro de un campo de fútbol con la camiseta de Peñarol. La atronadora ovación volvió a hacerse sentir en el Campeón del Siglo para recibir al goleador más grande de todos los tiempos. Encargado de hacer simbólicamente el primer gol en el nuevo estadio, gritado como un gol oficial en el arco de la tribuna Washington Cataldi.

El Himno del Campeón del Siglo nos emocionó hasta las lágrimas. “VOS SOS MI VIDA Y RELIGIÓN. YO TE VENERO”.  Sonaron también el “Y dale dale” y el “Siete letras” (en lo personal, la mejor canción que se haya escrito nunca para Peñarol).

La presencia del capitán de capitanes. El gran “tito” Gonçalves, que solo jugó en Peñarol aunque lo vinieron a buscar hasta del Real Madrid, pero jamás se quiso ir y se retiró el día que así lo sintió sin hacer alharaca. Fue campeón de 9 uruguayos (incluido el primer quinquenio) 3 Libertadores y 2 intercontinentales, casi nada. Fue el encargado del puntapié inicial en el nuevo campo, ovacionado con el “tito, tito” de las tribunas.

Fue entonces el momento del ingreso de los equipos. Salieron todos los jugadores, lo que serían titulares y aquellos que no.

Para el inicio, Da Silva mandó a la cancha al equipo que considera el titular. Guruceaga en el arco. Línea de cuatro con Aguirregray, Valdez, Guillermo Rodríguez y Olivera. Mediocampo de Nández, Costa, Aguiar y Maximiliano Rodríguez  y arriba Forlán y Murillo.

Hoy no habrá comentario de partido ni descripción de las jugadas porque el partido era lo de menos y la emoción vivida haría imposible un relato coherente.

Peñarol tuvo las primeras muy claras. Dos de Murillo y una de Forlán. Pero fue a los 19´que Forlán convierte el primer gol en nuestro estadio después de un remate de Murillo, en el mismo arco del simbólico gol de Morena. A los 39´fue Murillo a pase de Forlán el que puso el 2 a 0. A los 43´descuenta Fernández de cabeza a centro de D´Alessandro.

El primer tiempo se fue con Peñarol arriba 2 a 1 y ganó bien, antes de la catarata de cambios que es regla general en este tipo de partidos y que desvirtúan completamente el juego.

A los 2´ Aguiar la clava contra el palo derecho desde afuera del área luego de un despeje de la defensa ante un córner. Hernán se perdió el cuarto unos minutos después ante gran pase de Aguiar. Olivera salva un gol sobre la línea ante Iván Alonso. El  cuarto llega a los 27´por parte de Palacios eludiendo al arquero y mandándola al fondo del arco de la tribuna Güelfi a pase de Hernán. El mismo Palacios pudo convertir el quinto unos minutos después.

Terminó siendo goleada aurinegra en un partido donde fue superior a su rival que vino con lo mejor que tenía dejando en Buenos Aires solo un par de jugadores lesionados.

Este 28 de marzo (a exactos 6 meses de festejar los 125 años de existencia) será una nueva fecha histórica de nuestro club y podremos decir que estuvimos presentes. En la historia quedará también Forlán como el autor del primer gol en nuestra nueva casa. Así como Davenport convirtió el primer gol en Casavalle en 1892, Antonio Bartolazzo el primero de un clásico ganado 3 a 1 que inauguró Las Acacias en 1916 y Antonio Artigas el primero en Pocitos ante este mismo River Plate en un 1 a 1 en 1921.

Nos vamos a dormir en un día muy especial. Donde fuimos conscientes de la fecha histórica que estábamos viviendo y con el recuerdo permanente de nuestros padres que fueron aquellos con los que primero nos abrazamos gritando un gol carbonero o festejando un campeonato obtenido. Ellos ya no están, pero estuvieron presentes durante todo el día y lo estarán cada vez que juguemos en nuestra casa.

A ellos el agradecimiento eterno, el amor inmortal y el grito sagrado que tanta veces le vi dar a mi papá: PEÑAROL NOMÁ!!!


Forlán festeja su gol histórico en el Campeón de Siglo


sábado, 19 de marzo de 2016

Un enorme suspiro de alivio. Peñarol 1 Racing 0


Peñarol volvía al campeonato local después de la decepcionante presentación ante el Atlético Nacional de Medellín y Da Silva salió con 5 cambios. Mac Eachen en la zaga pasando Olivera al lateral y saliendo Gianni. En el medio salieron Costa y Aguiar para dar entrada a Freitas y  Maxi Rodríguez. La vuelta de Forlán y la primera titularidad de Affonso, saliendo Palacios y el lesionado Murillo.

Con la necesidad imperiosa de ganar luego de 5 encuentros y casi un mes sin conocer la victoria. Enfrente, un Racing que venía acostumbrado a amargarnos varias tardes en los últimos tiempos.

La primera fue para Racing a los 10´ cuando Buschiazzo se complica en la salida de una pelota que tenía controlada y comete una falta en la media luna que le ganó la amarilla. Lo remató Ezquerra y la pelota pasó muy cerca del palo izquierdo de Guruceaga que se quedaba parado.

Respondió de inmediato Peñarol en la misma jugada cuando Forlán remata desde 40 metros y el pique sorprende a Contreras que despeja con esfuerzo al córner.

Cinco minutos después otra vez es Forlán quien prueba desde afuera, esta vez desde la derecha y rechaza Contreras.

Sobre los 22´ una pifia de Mac Eachen le permite a Fernández llevarse la pelota y sacar el zapatazo que rechaza Guruceaga. El rebote le queda a Estol en el área chica y fusila al arquero y otra vez Guruceaga se juega la ropa para rechazar en impresionante atajada.

A los 29´ una pelota que Ezquerra juega a la izquierda para Juan Pablo Rodríguez que saca el remate cruzado que pasa delante del arco y se pierde apenas afuera contra la base del palo izquierdo.

Sobre los 42´se va Maxi rodríguez por izquierda, toca al medio, Contreras no consigue hacerse con la pelota y un zaguero consigue despejar justo al córner cuando Viega entraba por el segundo palo y solo tenía que tocar sobre el arco vacío.

Otra vez Peñarol jugó un pésimo primer tiempo. Con una defensa que estuvo al borde del blooper, un medio que no generó nada y una delantera que no tuvo una sola jugada de peligro dentro del área. Peñarol apenas si llegó con remates desde afuera de Forlán (igual que ante Fénix y Sudamérica).

Para el inicio del segundo tiempo Da Silva hace dos cambios, Saca a Buschiazzo que estaba nervioso y amonestado y coloca a Rodales (que ni siquiera estaba en la convocatoria y se lo llamo de apuro por lesiones de Gianni y Luque) y hace regresar a Ifrán quitando a Viega.

Y todo pareció resolverse en el primer minuto, cuando Guruceaga hace un saque largo, peina Ifrán y domina Maxi Rodríguez que avanza y saca el sablazo que supera a Contreras y se clava arriba contra el palo derecho.

Pero ese gol no tranquilizó al aurinegro y por el contrario pareció aguijonear a Racing que se fue con todo arriba buscando el empate y por momentos arrolló a Peñarol.

Fue así que se fueron acumulando chances para el cervecero. La primera a los 4´ con un centro de Romero desde la derecha y salta solo Fernández en el área y saca el cabezazo limpio que consigue rechazar Guruceaga yendo abajo y Aguirregaray despeja al córner.

La segunda a los 6´ con otra jugada por derecha y el toque de Estol para Ezquerra que dentro del área saca el remate que otra vez rechaza Guruceaga abajo. Sigue la jugada y la pelota viene para Juan Pablo Rodríguez que saca otro fuerte remate cruzado que Guruceaga consigue despejar con una mano volando contra el palo izquierdo.

A los 15´ otro centro de Rodríguez desde la izquierda y Ezquerra domina con el pecho dentro del área y saca el remate que una vez más rechaza el juvenil arquero mirasol que era figura.

Recién a los 29´ responde Peñarol con una pelota que toma Affonso por izquierda y toca atrás para Maxi Rodríguez que le mete la pelota justa para Affonso en carrera quien entra al área y saca el remate cruzado y fuerte que consigue rechazar Contreras. La jugada sigue y Forlán la toma por izquierda y la mete al medio del área donde entraba Maxi Rodríguez que la toma muy de abajo y la manda por encima del travesaño.

A los 33´ Affonso se va por izquierda, hace el centro, remata Forlán y la pelota da en Ifrán y se pierde afuera contra el palo derecho.

Sobre los 45´ un córner desde la izquierda, despeja la defensa aurinegra y le queda a Ezquerra que saca el remate que se va afuera contra la base del palo derecho.

Ya pasada la hora se va Nández por izquierda, entra el área y toca atrás para Ifrán que engancha para sacarse al arquero y saca el remate que pega en un zaguero y le queda a Forlán en el segundo palo que con el arco libre define por arriba de su marcador y la pelota pega en el travesaño.

Sufriendo ganó Peñarol. Jugando un mal partido, sin recuperar su fútbol, teniendo en su arquero la gran figura de la noche y dejando una imagen preocupante, pero se llevó los tres puntos que eran impostergable retener para quedar primeros en la tabla anual y al acecho de lo que pase con Plaza mañana en la tabla del clausura.

Ahora vendrá el tiempo de la inauguración del estadio y 15 días antes del próximo partido oficial que vendrán bien para recuperar lesiones y trabajar para mejorar el juego.

miércoles, 16 de marzo de 2016

La peor despedida del Centenario



Peñarol jugaba la revancha ante el Nacional de Medellín con la necesidad de sacar puntos. Quizás no tanto para clasificar, porque dependiendo de otros resultados, hasta podía hacerlo perdiendo esta noche, pero más que nada para que el Medellín no se fuera clasificado de Montevideo y pensara en seguir colocando a sus titulares en la Copa.

Da Silva tuvo que suplir varias lesiones y a priori coloco una formación que no nos convencía. Sacó a Olivera del lateral para cubrir la plaza de zaguero y colocar a Gianni. Armó un mediocampo con poca contención con Nandez, Costa, Aguiar y Viega y adelante colocando a Palacios para acompañar a Murillo.

Así armó el técnico al equipo para enfrentar un partido aún más peligroso que el de hace una semana en Medellín. Porque la velocidad de los delanteros rivales (Copete, Berrio, Ibarbo, Moreno) es especialmente propicia para jugar de visitante y con espacios. Como muestra, el baile que le pegó a Huracán en Buenos Aires.

Como era de esperarse, desde el primer momento el Medellín tuvo más posesión, ante un Peñarol que intentaba ser vertical. Pero bastó que los colombianos acertaran una. Fue a los 8´ cuando Pérez manda un pase largo filtrado entre la defensa para Copete que le gana en velocidad a Buschiazzo y define arriba ante la salida de Guruceaga para clavarla contra el ángulo superior izquierdo. Otra vez uno a cero abajo en el primer ataque recibido.

Peñarol sintió el golpe como lo siente siempre en los últimos tiempos, pero el Nacional no aprovechó el momento.

Sobre los 20´ la tribuna empezó a pedir “un poco más de huevos” ante un Peñarol que no mostraba únicamente tímidos remates desde afuera, trabados o desviados. Peñarol no necesitaba huevos, precisaba fútbol. Porque corría detrás de la pelota, empujaba, luchaba pero no generaba nada. El resultado del canto de la tribuna? A los 25´ Nandez con amarilla.

El Nacional cedió la cancha, tocó la pelota y jugó muy cómodo. Y cuando parecía que no aprovecharía la ventaja, sobre el cierre mismo del primer tiempo un tiro libre a la puerta del área. Lo remata Bocanegra y como con un guante la manda al mismo ángulo del primer tanto para superar la estirada de Guruceaga y marcar un lapidario 2 a 0.

Poco podíamos esperar para el segundo tiempo salvo más goles del equipo colombiano. Lamentablemente, no nos equivocamos. Peñarol salió a los ponchazos a meter al rival en su campo y sin orden ni criterio logró algún córner y algo parecido a una jugada de peligro.

La más clara (diríamos la única del aurinegro) fue a los 5´ luego de un centro de Aguiar desde la izquierda y el cabezazo de Viega que supera al arquero y la sacan en la línea.

Sobre los 8´ un tiro libre de Aguiar  se va por arriba del horizontal.

Pero  a Peñarol la presión le duró 10´, luego fue de nuevo el Medellín quien manejó la pelota y el juego y al final, con Peñarol cansado y ya impotente, llegaron los tantos de la goleada.

Pudo ser a los 29´ con otro tiro libre frontal de Bocanegra que se va apenas arriba del ángulo izquierdo.

El tercero llega a los 36´ con una pelota que se pierde en el medio y de nuevo entra un jugador en carrera (esta vez Berrio) que gana en velocidad y define cruzado ante la salida de Guruceaga para mater la pelota contra la base del palo derecho.

Peñarol respondió a los 38` cuando Nandez se fue por el medio, tocó a la derecha para Viega que sacó el remate cruzado que se perdió afuera contra la base del palo derecho.

El cuarto llega a los 40´ con una incursión por derecha y el toque al medio para Ruiz que define pinchándola por encima del cuerpo de Guruceaga. 4 a 0 con los dos últimos tantos convertidos por jugadores que entraron frescos y volvieron a marcar diferencias con su velocidad, además de definir con clase.

Peñarol volvió a caer 4 a 0 como la última vez que recibió a este equipo. Ha disputado 6 encuentros ante esta rival por Libertadores, perdió los 6. Apenas convirtió dos tantos y recibió 19. Una completa y absoluta vergüenza, impropia de la historia del campeón del siglo.

Increíblemente, Peñarol no está eliminado todavía. Ganando sus dos partidos y si el Medellín se toma en serio los suyos, todavía puede clasificar.

Peñarol se despidió internacionalmente del Centenario de la peor manera. Ahora volverá el campeonato local, ese por el que se desviven muchos “hinchas”. Pero para quienes vimos a Peñarol campeón de América y el Mundo, esta actuación se nos hace intolerable.