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sábado, 30 de noviembre de 2013

Otro resultado mediocre.

Peñarol volvía al Centenario después de su notable victoria clásica, con el mismo equipo a excepción de Novick por quinta amarilla, suplantado por Augusto Medina. Pero enfrentando a un rival muy diferente como Juventud de las Piedras, que no iba a permitirle el mismo tipo de juego que permitió Nacional una semana atrás y que tan bien le sentó al equipo aurinegro.

Por su parte Peñarol debía conseguir la victoria para afirmar su recuperación y terminar lo mejor posible este penoso apertura, logrando la mayor cantidad de puntos que se puedan cosechar para la tabla anual que, de todos modos, está más que comprometida.
Y Peñarol volvió a jugar con la misma mediocridad que nos ha metido en esta situación tan poco envidiable. Volvió a jugar un desastroso primer tiempo, donde generó una sola chance de gol. En cambio Juventud generó unas cuantas y mereció irse ganancioso.
La primera fue a los 2´ con un córner tirado desde el ángulo de Colombres y América donde sale muy mal Castillo y se queda sin nada y el despeje de Macaluso hacia atrás por poco no se mete en el arco.
La segunda a los 11´ con una pelota cruzada a la espalda de Raguso, la recibe Baez con el pecho y remata sin ángulo, afuera.
La tercera a los 25´ con un remate del ex aurinegro Franco que se va por encima del horizontal.
A los 30´ otra vez estuvo cerca el conjunto pedrense con un remate desde afuera del argentino Otreras que se perdió cerca contra el palo izquierdo.
Peñarol no aportaba nada de juego colectivo, sin elaboración, sin sorpresa y abusando de los pelotazos al área para un equipo que juega sin centrodelantero.
Tuvo su única opción a los 36´ con una gran apilada en velocidad de Jonathan Rodríguez que deja dos jugadores por el camino y centra al medio y Pacheco no llega por centímetros para empujarla al arco vacío.
La última del primer tiempo fue de Juventud sobre los 44´. Tiro libre desde la derecha, salta solo Reyes sin marca en el corazón del área y su cabezazo lo saca Castillo abajo en medio del arco.
Otro primer tiempo desastroso de Peñarol, que generó una única chance de gol y no vino por juego colectivo sino por inspiración individual de Jonathan Rodríguez.
El segundo tiempo fue apenas menos espantoso, pero apenas.
Tuvo alguna más Peñarol. Ya a los 2´ un remate de Pacheco que se va arriba contra el ángulo superior izquierdo.
A los 6´ un centro de Baltazar desde la derecha, pasado al segundo palo lo recibe Aguiar y remata fuerte forzando una gran atajada del arquero Góngora.
A los 14´ una para Juventud con un remate fuerte desde afuera de Blanes que paso cerca del palo izquierdo.
Sobre los 24´ Zalayeta se iba solo contra el arco de Juventud y lo bajan. El moreno se levanta rápidamente y vuelve a enfilar hacia el arco, pero el árbitro Cabrera no otorga la ley de ventaja y hacer tirar el tiro libre, pero además no saca tarjeta para el infractor, favoreciendo así DOBLEMENTE al equipo que comete la falta.
A los 39´ debió ser gol de Peñarol. Un contragolpe que trajo Zalayeta desde nuestra área, tocó para Aguiar, que se fue por izquierda y metió el centro al medio que superó por poco el salto de Jonathan Rodríguez cuando era tocarla para meterla en el arco vacío.
A los 42´ hubo una para cada uno. Primero para Peñarol con una pelota que le queda a Estoyanoff y lo traban justo cuando iba a rematar. En el contragolpe se va solo el brasileño Marco Antonio y cuando quiere eludir a Castillo, gana el arquero con el pie.
Peñarol se fue 0 a 0 con Juventud de las Piedras. Volvió a mostrar un nivel de juego paupérrimo, absolutamente intolerable de ver. Peñarol no juega a nada y en consonancia con eso, no consigue nada dentro de la cancha. Este es un equipo mediocre y consigue resultados mediocres.
El propio técnico Gonçalves en sus declaraciones decía que lo que más desea es que termine este campeonato. Que podemos esperar si nuestro conductor está convencido (igual que lo estamos nosotros) que lo mejor que nos puede pasar es que se termine este maldito campeonato de una buena vez?.
En un día tan significativo para la historia aurinegra por ser aniversario de la conquista de la libertadores de 1982 (http://manyahistoriasdenuestrahistoria.blogspot.com/2012/02/mi-primera-libertadores-1982.html) , el equipo aurinegro volvió a defeccionar.
Viendo lo que vimos hoy, queda más que claro que ganamos el clásico porque somos Peñarol. Lo ganamos con el nombre, lo ganamos con la mística, lo ganamos con los colores.  A esta altura lo único que nos queda es la mística de la camiseta.

domingo, 24 de noviembre de 2013

SOMOS PEÑAROL, CARAJO!. Peñarol 3 Nacional 2

Hoy debemos empezar por el final, porque hoy Peñarol ganó uno de esos partidos que quedan por mucho tiempo grabados en el recuerdo del hincha y que cimentan la paternidad de un equipo sobre otro. Porque Peñarol no podía llegar peor (y lo dijimos en nuestro último comentario) mientras el rival llegaba confiado en sus fuerzas.
Peñarol jugó el partido que tenía que jugar. Llevó al rival al juego que más le convenía, un juego de respuesta, de contragolpe, apostando a la velocidad de sus delanteros y pasando rápidamente la pelota hacia las zonas de definición. Así ganó Peñarol, de la única forma que podía ganar. Acierto de Gonçalves desde el banco.
Desde ya nos apresuramos a dejar claro que esto no borra la pésima campaña del equipo en este apertura. Estos jugadores, que hoy nos dieron una alegría enorme, aún están en el debe y siguen siendo los principales responsables de la situación desastrosa en que se encuentra la institución: fuera de la lucha por el apertura, lejos en la tabla anual, con la clasificación a la Libertadores  2015 casi perdida y jugado solamente a ganar el clausura y las finales.
En cuanto al encuentro en sí, empezó mejor Nacional, teniendo más la pelota, distribuyéndola mejor, buscando el control del  nacho Gonzalez y la potencia de Iván Alonso, pensando en convertir rápido. Por su parte Peñarol no encontraba la pelota y abusaba mucho del pelotazo buscando la velocidad de Mauro Fernández y Jonathan rodríguez.
A los pocos minutos Bizera le entró duro al nacho González y pocos minutos después, Macaluso hizo lo mismo sobre Alonso. Como son diferentes en carácter, González se borró y no jugó más, mientras que Alonso fue el delantero más peligroso del rival.
Sin embargo Nacional, que en esos primeros minutos generaba sensación de peligro, no creó situaciones claras de gol y Peñarol lentamente, comenzó a disputar más la mitad de la cancha y fue acertando en los pases.
Fue así que a los 13´ tuvo la primera Peñarol con un saque largo de Castillo muy bien puesto a los pies de Jonathan Rodríguez por izquierda, combinación con Pacheco, devolución y el centro al medio que se pierde al córner cuando llegaba Pacheco para definir.
A los 14´ córner de Pacheco, gana Píriz en el primer palo y su cabezazo lo toca Bava, para que la pelota pegue en el palo y se vaya otra vez al córner.
A los 15´ llegó el gol aurinegro por la vía que había previsto Gonçalves desde el vestuario. Pase largo de Píriz para la entrada de Jonathan Rodríguez que le gana en velocidad a la defensa tricolor y cuando salía el arquero, remata cruzado, abajo, contra el palo izquierdo de Bava para marcar la apertura.
Respondió Nacional un minuto después cuando luego de un centro desde la derecha, gana por arriba Porta y su cabezazo se pierde cerca del palo derecho de Castillo.
Peñarol ganaba uno a cero, pero Nacional creaba peligro, sobre todo por la vía aérea donde Arismendi, Porta y Alonso ganaban continuamente en los cabezazos. Y fue por esa vía que llegó el empate a los 26 ´. Tiro libre desde la izquierda que levanta González y gana Alonso en el área y mete el cabezazo que vence a Castillo para marcar el empate.
Pero Peñarol volvió a pegar en seguida. A los 28´ jugada que inicia desde el medio Aguiar, toca a la izquierda para Jonathan Rodríguez quien se la devuelve perfecta de primera para dejar solo al volante aurinegro, quien remata cruzado, otra vez contra el palo izquierdo para marcar el 2 a 1.
A los 30´ otra vez vuelve a ganar Piriz en un córner y su cabezazo se pierde contra el palo derecho.
A los 37´ Fedorczuck inventa una falta contra Porta que se cayó solo. Viene el tiro libre rematado por Scotti y Castillo realiza una muy buena contención volando contra el palo derecho para atrapar sin dar rebote.
A los 41´ un mal despeje de Macaluso permite que Alonso se lleve la pelota y Castillo se juega la ropa tirándose a los pies cuando el delantero albo remataba a quemarropa.
Se fue el primer tiempo con un 2 a 1 a favor de equipo aurinegro que pegó en el momento justo.
Si habrá pegado en el momento justo que apenas al minuto de reiniciado el juego, el aurinegro marca el tercero. Sale de contra golpe desde su área, la pelota es jugada por izquierda para Pacheco que mete un pase de primera otra vez para dejar solo en carrera a Jonathan Rodríguez quien define de la misma manera que en el primer gol, cruzado, abajo, ante la salida de Bava para marcar el 3 a 1 contra el palo izquierdo.
Peñarol 3 a 1 con un Nacional que se encontraba perdido en la cancha y marcaba muy mal. Pero ahí empezaron los problemas.
A los 7´ se lesiona Bizera, que había sido importante desde lo futbolístico pero también desde lo anímico. Entra Viera en su lugar.
A los 12´ se lesiona el mejor de la cancha, el autor de 2 de los goles de Peñarol, Jonathan Rodríguez, es sustituido por el lolo Estoyanoff.
A los 14´ los enfermos de siempre, que no son hinchas de nadie, hicieron de las suyas en la tribuna y el partido estuvo suspendido durante 10 minutos. Flaco favor le hicieron a Peñarol esos supuestos “hinchas”. Peñarol estaba jugando mejor ante un Nacional que acusaba el golpe de los tantos carboneros, que estaba perdido en la cancha y que marcaba en forma desastrosa, haciendo agua por todos lados. Pero estos estúpidos hicieron que el partido se parara en el mejor momento carbonero y el peor momento tricolor.
Nada fue lo mismo después del reinicio y se notó dentro de la cancha.
Nacional se fue acercando y Peñarol ya no contó con la velocidad y precisión de Jonathan Rodríguez para aprovechar las pelotas largas a las espaldas de la línea de tres tricolor.
Así se fueron sumando posibilidades para el rival. A los 30´ (siguiendo el tiempo corrido) un buen remate de Recoba después de enganchar, es contenido por Castillo quien cae dentro del arco pero manteniendo el balón claramente afuera.
A los 37´ otro remate de Recoba desde afuera, es bien contenido por Castillo, abajo contra el palo izquierdo.
A los 39´ descuenta Nacional luego de una pelota que no alcanza a despejar la defensa carbonera, dos veces tuvieron para rechazarla sin poderlo hacer bien. La consigue Recoba y la juega bien por bajo para la entrada de Arismendi por izquierda y este cruza el remate ante la salida de Castillo y la pelota se mete después de tocar la base del palo izquierdo del arco de la Ámsterdam.
Peñarol no se desarmó, continuó manteniendo el control del juego y hasta pudo hacer un cuarto gol. Fue a los 49´ (siguiendo el tiempo corrido se jugó hasta el minuto 58) con otro pase perfecto de Aguiar para la entrada de Estoyanoff por izquierda. Pero el lolo no definió bien, remató al primer palo en lugar de cruzarla perdiéndose una chance clara de marcar.
Peñarol jugó un partido inteligente, maximizó sus virtudes, disimuló bastante bien sus defectos y aprovechó los del rival para terminar llevándose un triunfo importantísimo.
En lo individual fue un correctísimo partido de Castillo, lo que a la luz de lo que nos ha estado pasando con los arqueros en los últimos tiempos, ya es mucho decir. Bizera fue muy importante mientras estuvo en cancha, sobre todo en lo psicológico influyendo sobre propios y extraños. Gran partido de Macaluso, que se aguantó con amarilla desde los primeros minutos y las luchó todas. Aplicados Baltazar y Raguso.
En el medio la marca de Novick y Píriz (que hasta metió una muy buena habilitación en la jugada del primer gol). Gran partido de Aguiar con un gol y muy buenas asistencias. Mauro aportó muchísimo, desde su velocidad pero también desde sus ganas. Buen partido del argentino. Bien Pacheco, habilitando muy bien a Jonathan Rodríguez en el tercer gol.
Adelante la figura del partido: Jonathan Rodríguez. Dos goles con definiciones perfectas, una habilitación de primera para dejar solo a Aguiar para el segundo gol, velocidad, potencia, habilidad. Gran partido del juvenil aurinegro que, de no haber salido sentido, hubiera podido aprovechar en los últimos minutos los espacios que dejó Nacional y podía haber convertido alguno más.
En los que entraron, Viera acompañó, poco de lolo que se perdió una muy buena chance y lejos Zalayeta que va a necesitar una pretemporada en serio para ponerse en forma.
Ganó Peñarol en una de sus horas más oscuras, cuando venía muy mal y hasta nosotros mismos teníamos pocas esperanzas.
Pero como dijimos en nuestro último comentario: “una vez que la oro y carbón esté dentro de la cancha, nos olvidaremos de todo y por 90 minutos nos creeremos capaces de ganarle a cualquiera y ser campeones del mundo”.
No da ni cerca para campeones de mundo, pero si alcanzó para ganarle al rival de siempre y afirmar una vez más: SOMOS PEÑAROL, CARAJO!

viernes, 22 de noviembre de 2013

Con las peores expectativas.

Cada vez que nos encontramos en la víspera de un clásico, en este espacio no resistimos la necesidad – tentación de analizar cuáles son las posibilidades del equipo aurinegro.

Sin embargo esta vez, nos resulta muy difícil analizar este momento de Peñarol. No solamente por lo frustrante del desempeño en lo que va de la temporada, sino por tratarse de una situación completamente atípica, anormal y extraña para lo que es la historia de nuestra institución.

Que el equipo juega muy mal no es ninguna novedad y lo reflejan los resultados obtenidos que, más allá de algún error arbitral de los que estamos acostumbrados, reflejan el poco nivel de juego mostrado por el equipo.
Es imposible pretender un mejor desempeño jugando tan poco, recibiendo tantos goles (alguno de ellos “de biógrafo” diría mi viejo) y anotando tan escasamente en la red adversaria.
Este equipo aurinegro ha demostrado una falta alarmante de categoría, pero lo que es peor, falta de personalidad. Los hinchas carboneros podemos admitir que las cosas no salgan futbolísticamente, pero no toleramos la falta de actitud. Que se entienda bien, personalidad no es “meter”, no es morder al rival, no es pegar, es tener la actitud de superar las propias limitaciones y dar todo para lograr el objetivo. El principal problema de este equipo es futbolístico (lo mal que juega, lo poco que genera) pero también anímico. Un equipo que no logra la calma ni aun cuando va ganando y ante cualquier adversidad se cae, se pone nervioso y se nubla. Desde la tribuna se siente la sensación que ante cualquier contratiempo, el equipo es incapaz de sobreponerse.
Desde lo futbolístico, este conjunto aurinegro ha tenido problemas en todas sus líneas. Repasemos separadamente.
Los arqueros han tenido un desempeño tenebroso. No se trata de la típica sensación de inseguridad que puede mostrar por momentos un arquero, como pasó en pasajes con Bologna en la temporada pasada, sencillamente nuestros arqueros han mostrado errores gruesos (en el caso de Castillo) y deficiencias técnicas importantes (en el caso de Lerda).
La defensa no se ha mostrado firme nunca con sus diferentes integraciones, extrañando mucho las ausencias de Darío Rodríguez y Valdez. Bizera “que se ponía la camiseta y jugaba”, llegó falto de fútbol, propenso a lesiones y hasta más preocupado por problemas personales que lo sacaron de algún partido, que de ponerse rápidamente en forma para ayudar en un momento crítico del equipo. Viera no terminó de contemplar las expectativas, hasta el punto que terminó perdiendo la titularidad. Los laterales tampoco se han afirmado, Sandoval ha sido un desastre, muy malo lo de Albín, poco lo de Raguso y apenas aceptable lo de Baltasar Silva (de todos modos el más firme) y Maximiliano Gómez.
En el medio es donde ha estado lo más complicado de equipo. Píriz y Novick se desgastan en recuperar la pelota pero por lo general, la pasan muy mal y pierden infinidad de balones. El japo Rodríguez, a priori la gran contratación de la temporada, ha sido noticia por su indisciplina fuera del campo y poco rigor profesional, más que por su juego dentro de la cancha. Aguiar ha mostrado cosas interesantes pero no puede ser él sobre quien recaiga todo el armado del equipo. Mauro Fernández, es voluntarioso y rápido, pero a nuestro entender ha jugado en una posición que no es la suya.
Adelante el panorama no ha sido mejor. Pacheco no ha jugado bien y ni por asomo en el nivel que mostró en el remate de la temporada pasada. De todos modos ha sido el delantero más efectivo y que ha mostrado alguna cosa diferente, lo que sucede es que eso es muy poco para un jugador de su calidad y para el momento que vive Peñarol. Zalayeta nunca estuvo en forma, entre inactividad y lesiones ha sentido el impacto de la edad y nunca ha podido presentarse en una forma física adecuada. Estoyanoff, que a nuestro entender es la única carta de velocidad y sorpresa en ataque, también ha estado más tiempo lesionado del que ha podido jugar. Más preocupante es la situación de Carlos Nuñez, el jugador más caro de la historia en relación al costo-beneficio. Es inadmisible que un jugador profesional apenas esté apto para jugar 40 minutos por mes. Leyes tampoco mostró un nivel aceptable cuando le toco jugar. Finalmente Jonathan Rodríguez es un jugador promisorio y que ha aportado en la medida de sus posibilidades. Puede acompañar, pero está aún muy verde para ser quien tome la responsabilidad de ser el conductor del avance aurinegro.
Goncalves tampoco nos ha convencido en la conducción técnica. Pensamos que tenía personalidad para encauzar este barco, pero ha estado más preocupado por las declaraciones ante los medios que por el planteamiento táctico de los encuentros. Pero lo que es peor, es la falta de autocrítica evidenciada en sus declaraciones públicas (peligrosamente parecida a la exhibida por su predecesor) que lo ha llevado a manifestar en alguna ocasión que jugamos un partido “perfecto” cuando todos vimos que Peñarol había sido un desastre, superado por un equipo de barrio como Sudamérica.
En cuanto al equipo que se presume será el titular, regresa Castillo, luego de su paseo de dos semanas con la selección. Parecía que jugaría Albín, aunque ahora parece que corre con más chances Raguso. Ya en ataque, parece que va a ir Pacheco debido a que el frágil Nuñez una vez más no está apto para jugar. El resto del equipo parece ser el mismo que le ganó a Fénix. Panorama muy complicado para el aurinegro.
Queda claro que son los jugadores los principales responsables de este tétrico momento deportivo, pero no son los únicos responsables. En vísperas del clásico nos interesa analizar únicamente la faz deportiva por lo que la consideración de los demás responsables de este momento quedará para ser analizada una vez finalizado el Apertura.
El domingo Peñarol sale a la cancha a jugar un clásico en las peores condiciones que yo recuerde en más de 35 años que sigo al equipo. De todos modos una vez que la oro y carbón esté dentro de la cancha, nos olvidaremos de todo y por 90 minutos nos creeremos capaces de ganarle a cualquiera y ser campeones del mundo.
FUERZA PEÑAROL!, esta vez más que nunca.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Otro pésimo desempeño. Peñarol 2 Fénix 1

Al día siguiente de las contradicciones acerca de la noticia del fallecimiento de Pedro Rocha (lo cual no hace que cambiemos ni una coma de lo expresado en el día de ayer), Peñarol salía a la cancha en el encuentro previo al clásico, con la verdadera revolución que generó el técnico Gonçalves en la formación inicial.
El regreso de Baltazar Silva por el lateral derecho en sustitución de Albín, en la zaga Bizera por Viera (quien, de haber jugado todos los minutos en este campeonato, pasó a no estar ni el banco de suplentes), el ingreso de Novick por el japo Rodríguez y el más significativo: la salida de Pacheco para dejar lugar a Carlos Nuñez.
Enfrente, un equipo al que nos ha costado ganarle en los últimos tiempos y nos ha amargado más de una tarde. Y empezó mejor Fénix, tuvo mayor control de la pelota ante un Peñarol que estaba perdido en la cancha, entreverado, sin generación de futbol y lo más preocupante, mal parado en defensa.
Peñarol se paró con 4 en el fondo pero puestos en línea por lo que le resultó muy fácil a los jugadores rivales superar la última línea aurinegra, simplemente colocando pases profundos.
Fue así que Fénix dispuso de dos canches claras de gol, quedando los delanteros del equipo de Capurro, mano a mano con Lerda. La primera fue a los 5´ con un pase profundo de Novick (el hermano del jugador aurinegro) para la entrada del panameño Waterman, que queda frente a frente a Lerda quien cierra el arco con el cuerpo y la pelota le rebota en el pecho, salvando la incidencia.
La segunda fue a los 13´ con otro pase profundo que vuelve a dejar a Waterman frente a Lerda y nuevamente gana el mano a mano el arquero aurinegro, esta vez con el pie.
A los 14´ llega la apertura. Un gran pase profundo de Aguiar para la entrada de Mauro Fernández por derecha, el centro al medio y la llegada de Nuñez definiendo de primera y venciendo la resistencia del arquero panameño Mejía. 1 a 0 Peñarol.
Pero ese gol no hizo que aurinegro se asentara ni jugara mejor. Apenas si tuvo otra chance a los 22´ cuando Jonathan Rodríguez  luchó, ganó y se llevó una pelota por izquierda, fue hasta la raya y con poco ángulo, sacó el remate que despejó al córner el arquero Mejía.
De ahí hasta el final del primer tiempo, Peñarol no volvió  a generar ninguna chance de convertir. Otro mal partido del aurinegro que encontró ese gol y nada más y cerró el primer tiempo con más dudas que certezas.
Para el segundo tiempo, Gonçalves buscó darle minutos a Zalayeta antes de clásico (por la misma razón entró luego Estoyanoff), pero Peñarol siguió haciendo un muy mal encuentro. No generó fútbol y dejo crecer a Fénix que se fue animando cada vez más.
A los 16´ pudo ser para el albivioleta cuando un centro de la derecha es cabeceado por Hernán Novick y la pelota se pierde cerca del palo derecho.
A los 19´ llega el segundo de Peñarol. Una doble pared perfecta entre Aguiar y Jonathan Rodríguez por izquierda, permite el desborde del primero hasta el fondo y el pase al medio para que el mismo Jonathan Rodríguez remate para mandar la pelota al fondo del arco de la Ámsterdam. 2 a 0 pero no tranquilidad.
Porque este Peñarol no ofrece tranquilidad debido a su flaqueza de espíritu y rápidamente tomó un gol en contra. Fue  a los 25´ cuando un centro frontal supera a un Maximiliano Gómez que no salta y a un Lerda que se queda parado en el arco y es cabeceada por el ex aurinegro Maximiliano Pérez para meterla abajo contra el palo derecho.
De ahí en adelante, nuevamente la sensación en la tribuna era que este equipo débil de carácter podía terminar complicando en encuentro.
No obstante eso tuvo un par de chances de conquistar el tercer tanto. La primera fue sobre los 27´ cuando un tiro libre magistralmente ejecutado por Aguiar reventó el ángulo superior derecho de Mejía que estaba vencido.
La otra fue mismo sobre el final, cuando un centro preciso de Estoyanoff desde la izquierda, puesto en la cabeza de Zalayeta, es mal definido por el moreno que la manda afuera cuando estaba solo en el área.
Sobre el final Peñarol terminó arrinconado en su arco, sufriendo los embates de un equipo mediocre como Fénix que estuvo a punto de empatar.
Fue pasada la hora con córner ejecutado por Novick desde el ángulo de Colombes y América que superó el deficiente esfuerzo defensivo de Lerda y se estrelló contra el segundo palo a milímetros de convertirse en el empate.
Peñarol volvió a jugar un pésimo partido, contra un equipo mediocre, la diferencia es que hoy ganó.
Apenas si Aguiar, Mauro Fernández y Jonathan Rodríguez, mostraron un nivel medianamente rescatable. Lerda no dio ninguna seguridad (como siempre), la defensa estuvo muy mal parada y fue superada permanentemente, Píriz y Novick se la dieron con más frecuencia a los rivales que a los compañeros. Bajísimo nivel de Zalayeta, falto de estado físico, de futbol y de distancia. Apenitas algo de Estoyanoff cuando entró.
Como apronte para el clásico, este partido deja más dudas que certezas. Peñarol debe solucionar un cúmulo de problemas si pretende disputar con éxito el encuentro más importante que le queda hasta el año venidero.
Gonçalves tiene muchísimo que trabajar, esperemos que por lo menos hoy no haya visto que Peñarol “jugó un partido perfecto”.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Nace una nueva leyenda aurinegra; Pedro Rocha.


En el día de hoy dejó de existir a los 70 años, el gran Pedro Virgilio Rocha, jugador multicampeón con Peñarol, el Sao Paulo y la selección uruguaya.
Sabido es que Pedro estaba pasando desde hace tiempo por importantes problemas de salud que lo aquejaban. Tanto es así que se había planificado un encuentro a beneficio entre Peñarol y Sao Paulo para ayudarlo con los gastos médicos. Desgraciadamente este partido nunca llegó a verificarse por problemas de “agenda” de las instituciones. Flaco gesto por parte de las autoridades aurinegras para quien tanto nos dio.
Pedro Virgilio Rocha, el “verdugo” como lo bautizó la hinchada aurinegra, había nacido en Salto el 3 de diciembre de 1942. Jugó en Peñarol entre 1959 y 1970 y repasar su historia con la aurinegra implica transitar un camino de campeonatos continuos.
Fue figura clave en el primer quinquenio de la institución, donde solo falto al primer año, fue tri campeón de la Libertadores y bi intercontinental y campeón de América y 4 veces mundialista con Uruguay. Después siguió en Brasil su costumbre de ser campeón en todos lados.
Era un jugador completísimo, dueño de un remate formidable, calidad para el amague y una técnica depurada, poseía también una gran agilidad y buen cabezazo, como lo demuestra su gol ante River argentino en la final de la Libertadores de 1966 (que el mismo elegía como el gol preferido de su carrera).
El ingenio popular lo bautizó como el verdugo, un mote que en realidad heredó de otro grande que vistió nuestros colores: Eduardo Hohberg que pasó a ser más conocido por el mote de “el cordobés”.
Yo no alcancé a verlo jugar, pero mi padre (que vió todo en Peñarol desde la década de los 30) le tenía una profunda admiración y decía que técnicamente era de lo mejor que había visto. No era poco para alguien que había visto jugar a gente de la talla de Schiaffino, Hohberg,  Míguez y Sasía.
Pero aún si no supiéramos nada de él, bastaría repasar su rosario de consagraciones para darnos cuenta que estamos ante un grande:
Campeón Uruguayo con Peñarol en 1959, 1960, 1961, 1962, 1964, 1965, 1967 y 1968.
Campeón de la copa Libertadores con Peñarol en 1960, 1961 y 1966.
Campeón Intercontinental 1961 y 1966 (anotando contra Real Madrid en la victoria 2 a 0 en Chamartín).
Campeón de la supercopa de Campeones Intercontinentales de 1969 con la aurinegra.
Pero además: campeón paulista con el Sao Paulo en 1971 y 1975 y brasilero en 1977 y campeón paranaense con el Coritiba en 1978.
Con Uruguay fue campeón de la Copa América de 1967, anotando el gol de la victoria ante Argentina que nos dio la copa. Pero además es el jugador uruguayo con más participaciones consecutivas en mundiales, siendo seleccionado en 1962, 1966, 1970 y 1974.
Desde estas páginas, nuestro sentido homenaje para un enorme jugador que vistió nuestra camiseta. Uno de los que más derecho tiene a ostentar el título de campeón sudamericano del siglo XX con el que ha sido galardonada nuestra institución.
Es una pena que el club, en la persona de sus dirigentes, no hayan estado a la altura de semejante gloria. Ahora es tarde para homenajes.
Se fue el hombre de carne y hueso. Acaba de nacer una nueva leyenda eterna para nuestros colores.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Cada vez más oscuro.


Peñarol presentaba el mismo equipo que hace una semana ante Miramar con la excepción del cambio de arquero obligado por la citación de Castillo a la selección. Gonçalves, como todo hacía prever, se inclinó por el argentino Lerda (nosotros considerábamos que era una buena oportunidad para probar a Aguerre). Un equipo que le ganó a un modestísimo Miramar, pero que desde estas mismas páginas advertimos que había estado lejos de jugar bien.
Enfrente un Sudamérica que volvía al Centenario después de 17 años de permanencia en la segunda división, necesitado de puntos para escapar del descenso.
Los primeros minutos fueron aburridos y entreverados, hasta que sobre los 10, comenzó a tomar la manija Peñarol.
La primera opción la creó a los 9´ por intermedio de un desborde de Aguiar por derecha quien llega hasta la línea de fondo y hace el pase atrás para la entrada de Jonathan Rodríguez. El juvenil aurinegro queda frente al arquero Irazún, pero define mal, al bulto y la pelota pega en el cuerpo del arquero y sale despejada.
Sobre los 15´ el toque de Pacheco para el desborde del japo Rodríguez por izquierda y el centro elevado de este al corazón del área atora a Jonathan Rodríguez que entraba solo por el medio y su cabezazo se eleva por encima del travesaño.
A los 20´ otra jugada capital donde una vez más los impresentables de siempre perjudicaron a Peñarol con sus decisiones. Pelota enviada por Pacheco desde nuestra área, profunda por derecha para la invasión de Jonathan Rodríguez que toma a contrapié a todo el equipo buzón, enfrenta al arquero y lo elude con enganche largo. Irazún lo derriba fuera de área en clara jugada de infracción y tarjeta roja. Sin embargo, el mamarracho del Alvarez le saca amarilla al arquero buzón y después a Pacheco por reclamar lo que era una roja más que evidente. Ese es el sentido de “justicia” que viene mostrando este paupérrimo plantel de jueces que arbitran en el futbol Uruguayo.
Sobre los 24´ la tercera opción clara de gol del aurinegro, una vez más en los pies de Jonathan Rodríguez, que recibe un pase largo dentro del área, engancha para un lado, luego para el otro y su remate se va desviado, ancho contra el palo derecho del arco de la Colombes.
A partir de los 25´ Peñarol perdió el dominio del medio campo y Sudamérica pasó a tener más la pelota generando un par de chances. La más clara sobre el mismo minuto 25 cuando falla la defensa aurinegra y la pelota le queda a González que remata ante el achique de Lerda y la pelota da en el cuerpo del arquero, después en el palo y se pierde afuera.
Sobre los 27´ un tanteo de Gallego se va por encima del arco de Lerda.
De ahí hasta el final del primer tiempo, prevaleció el toque del equipo naranja ante un Peñarol que se quedó notoriamente y perdió el medio campo. Peñarol volvió a mostrar enormes carencias en la elaboración de juego no obstante lo cual, debió irse ganancioso para lo cual hubiera bastado que  Jonathan Rodríguez enderezara la puntería a la hora de definir.
Sudamérica debió quedarse con 10 hombres desde los 20 minutos, pero otra actuación desastrosa de un juez, perjudicó notoriamente al carbonero. Para peor, Irazún sería a la postre, fundamental para el resultado de encuentro. Como dijimos en el comentario de partido pasado, hay que avisarle a los funestos que no necesitan robar a Peñarol en esta temporada porque no peleamos nada, nos encargamos solos de quedar fuera de todo.
El segundo tiempo empezó con un atisbo de lo que nos esperaba, cuando a los 3´ quedaron tres jugadores naranjas solos ante el arquero. Uno desbordo por derecha, la metió al segundo palo y Macaluso sacó el remate sobre la línea cuando ya estaba vencido Lerda.
A los 14´ tuvo una clara Peñarol, pase filtrado del japo Rodríguez por el medio para la entrada de Pacheco que remata y obliga a una impresionante atajada de Irazún con una mano para sacar la pelota.
Gonçalves hace dos cambios, manda a Zalayeta por el japo y a Nuñez por Jonathan, pero a la larga no darían resultado (al punto que el moreno, que no estaba para jugar, ni siquiera toco la pelota en el rato que estuvo).
A los 30´ pareció que se resolvía a favor cuando una pelota recuperada es metida al área para Nuñez, que de espaldas al arco, domina, gira y la mete al segundo palo donde entraba solo Macaluso que remata cruzado marcando el 1 a 0.
Pero este Peñarol no puede siquiera disfrutar de un momento de tranquilidad porque un minuto después, un pase de emboquillada de Gallego por encima de nuestra zaga deja solo a Luna que define ante la salida de Lerda para empatar el partido.
De ahí en más, lo que ya conocemos de memoria. Un equipo que recibe un gol y se muere anímicamente, aflojando ante la presión que baja de la tribuna de una forma que es indigna para un representativo mirasol.
Peñarol no generó una sola chance más de gol, se reiteró en el pelotazo sin dirección y se veía venir que lo terminaba perdiendo.
Y sucedió. A los 41´ un centro al segundo palo, un toque al medio de cabeza y queda solo Mieres para definir contra el palo 2 a 1 y Sudamérica nos termina ganando. Perdimos contra un cuadro de la B que hizo un planteamiento propio como para volverse rápido a esa divisional. El mejor jugador de Peñarol fue Macaluso, signo de los tiempos que vivimos.
A esta altura, es exasperante ver los partidos de Peñarol. Un equipo sin jerarquía, sin clase, sin sangre. Un equipo que futbolísticamente no genera nada, lento, anunciado aburrido. Que psicológicamente es débil, que permite que le den vuelta los encuentros y que alcanza con que le conviertan un gol para que se amilane.
En 36 años que voy a las canchas a ver a Peñarol NUNCA HE VISTO UN GRUPO DE JUGADORES MÁS INDIGNOS QUE ESTOS DE PONERSE LA CAMISETA DE PEÑAROL.
Ni aún en los peores momentos de crisis, cuando no teníamos un mango, cuando no ganábamos nada año tras año, cuando Casal nos robó 4 jugadores, en ninguno de esos momentos sentí la ira y la indignación que me genera este equipo de mediocres.
La cosa está cada vez más oscura, es hora de que los responsables, TODOS LOS RESPONSABLES, comiencen a asumir y por el bien de Peñarol, den un paso al costado.

martes, 5 de noviembre de 2013

La cuestión del arco.


Si hay un puesto donde Peñarol ha tenido problemas en los últimos tiempos ha sido en el de arquero. Desde que se fue Sebastián Sosa, han pasado unos cuantos sin que ninguno terminara de convencer (Carini, Gelpi, Lerda, Bologna, Castillo y hasta puede que alguno más que no recordemos en este momento).
Incluso Bologna que terminó siendo campeón uruguayo, nunca llegó a convencer totalmente. De más está referir todos los problemas que hemos tenido en lo que va de esta temporada en nuestro arco. Desde los horrores de Castillo hasta las fallas técnicas de Lerda, la actuación de nuestros arqueros ha sido más que deficiente.
En el último encuentro atajó Castillo (atajó es un decir, puesto que Miramar no pateó al arco) y lo mejor que mostró fueron sus salidas, aunque nuevamente cometió algún fallo grave, como una pelota en el primer tiempo, donde calculó mal y casi se le escapa.
De todos modos, en lo que nos es personal, lo preferimos antes que a Lerda. El cordobés nunca nos ha terminado de convencer y lo más grave es que siempre nos ha dejado la sensación de que comete errores técnicos muy importantes. Goles “bobos” se comen todos los arqueros del mundo en algún momento, pero las actuaciones de Lerda siempre dejan la sensación de que carece de fundamentos técnicos básicos para el puesto.
Ahora, producto de la lesión de Muslera, Castillo vuelve a ser convocado a la selección con vistas al repechaje ante Jordania. De tal manera, se perderá los dos próximos encuentros por el campeonato y solo podría volver para el clásico, el 24 de noviembre.
Entiéndase bien, Castillo NO VA A JUGAR CON LA SELECCIÓN, apenas si va a entrenar, puesto que hoy es la tercera opción en la consideración del técnico celeste.
Entendemos que la mejor solución sería que Castillo renuncie a la selección y honestamente nos importa muy poco que esta opción pueda ser discutida, puesto que en este espacio lo ÚNICO que nos importa es Peñarol y sus intereses. De todos modos, entendemos que es difícil pedirle a un jugador que renuncie, sabiendo que de hacerlo perdería cualquier chance de ser convocado para el mundial.
Se abren entonces dos interrogantes: Quién debe ocupar el arco de Peñarol en estos dos encuentros?. Se debe arriesgar a colocar a Castillo en el clásico cuando ya se sabe que vendrá de una inactividad de 21 días?.
Intentando responder la primer interrogante, entendemos que es el momento de Aguerre. En primer lugar, este técnico empezó de cero y su primera opción fue Lerda. No le convenció y colocó a Castillo. No disponible Castillo, Aguerre es la opción lógica.
En segundo lugar, Aguerre no tiene nada que perder y sí mucho que ganar. Nadie lo puede responsabilizar de esta campaña pésima y si muestra las aptitudes que quienes lo han visto jugar dicen que tiene, seguramente se mostrará como una alternativa válida de cara al futuro.
En cuanto a la segunda cuestión, creemos que Castillo, aún sin jugar, es la mejor opción de cara a un clásico que Peñarol debe ganar. Por capacidad, por experiencia y por condiciones, seguimos pensando (aún a pesar de los errores cometidos) que es el número uno para el puesto. A nuestro entender, lo errores cometidos por Castillo no son técnicos, sino de apreciación. Por tanto, esos errores no menoscaban su capacidad como guardameta, a diferencia de los que le hemos visto cometer a Lerda.
Castillo tiene además para nosotros la ventaja de ya haber demostrado su valía con la camiseta de Peñarol en un período que fue igual de oscuro que el presente. A nosotros, Castillo no tiene nada que demostrarnos, tan solo recuperar el nivel que mostró en el pasado en Peñarol.
Se le abre a Gonçalves una decisión que puede marcar el futuro del equipo. Esperemos que tenga la sabiduría para tomar la más acertada.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Desde la noche oscura. Peñarol 5 Miramar Misiones 0


Peñarol volviendo al campo del Centenario, donde ganar era lo único imaginable. Con un cambio por línea, Castillo por Lerda en el arco, el debut del juvenil Maximiliano Gómez en el lateral izquierdo por Raguso, Mauro Fernández por Novick y el reingreso de Jonathan Rodríguez por Leyes.
Enfrente un Miramar con casi tantos problemas como nosotros. Un equipo muy juvenil, que está peleando el descenso, que venía ultimo con apenas 4 puntos y 2 goles a favor.
Y Peñarol salió a llevárselo por delante y en los primeros minutos pareció que podría hacerlo. Ya a los 2´ tuvo la primera chance cuando un centro desde la derecha de Albín es cabeceado por Jonathan Rodríguez y la pelota se va cerca, rozando el palo derecho del ex aurinegro Berbia.
A los 10´ una jugada capital no marcada por el árbitro. Un pelotazo largo del debutante Gómez para la entrada de Jonathan Rodríguez quien le gana en velocidad a su marcador y es derribado por éste dentro del área en un penal clarísimo que no es marcado por el árbitro Fuentes.
Un vez más el arbitraje perjudicando a Peñarol y no sería lo último en el partido.
Después de esos primeros minutos, se quedó Peñarol. Justo es mencionar que el equipo sigue jugando tan mal como en los partidos anteriores y resulta preocupante la falta de capacidad para generar situaciones de gol. Diga que Miramar fue muy poquito en ese primer tiempo y no amenazó nunca el arco de Castillo.
A los 27´ un toque atrás para que Aguiar saque el remate desde afuera del área que se perdió por encima del horizontal.
Otra jugada clave a los 38´ donde una vez más somos perjudicados por la labor arbitral. Un tiro libre de Pacheco desde la derecha pasado al segundo palo, es tomado por Macaluso, que estaba perfectamente habilitado y su toque de cabeza al medio es recogido por Jonathan Rodríguez que con corto remate la mete en el arco. Pero ahora el línea Popovits marca un offside que solo existió en su cabeza y le priva a Peñarol de un tanto legítimamente conseguido.
Finalmente sobre los 45´ llega la apertura que merecía Peñarol pese a su poco juego. Una falta sobre la izquierda al japo Rodríguez provoca un tiro libre que levanta Pacheco en forma de centro que consigue peinar  Aguiar en el área y la pelota se le mete a Berbia contra el palo derecho.
Un 1 a 0 que esperábamos tranquilizase a Peñarol para el segundo tiempo.
Y si en el primer tiempo Peñarol fue una tromba, en el segundo fue un ciclón. Ya al minuto pudo marcar el segundo con un toque de Pacheco para el ingreso de Mauro Fernández por izquierda, pero cuando quedó frente al arco, le pegó muy de abajo y la mandó lejos afuera.
A los 3´ llega el segundo. Una jugada que inicia Pacheco, el toque profundo de Albín para la entrada de Jonathan Rodríguez que con control largo elude al arquero y define con arco libre sobre la base del palo derecho.
Y ese 2 a 0 liquidó el partido. Porque Miramar era muy poco y Peñarol, sin ser nada del otro mundo, empezó a acumular goles.
A los 4´ pudo ser el tercero cuando un desborde de Mauro Fernández por derecha, genera un entrevero en la defensa del equipo cebrita que termina con una tijera de Pacheco en el área chica que pasó muy cerca.
A los 8´ una salida rápida desde la defensa aurinegra, el pase largo de Pacheco para la entrada de Jonathan Rodríguez por derecha quien va hasta el fondo y cuando queda frente a frente con el arquero, en lugar de definir él, hace el toque atrás para la entrada de Pacheco que con corto remate decreta el 3 a 0. Como dato anecdótico, este fue el gol número 200 de Pacheco con la aurinegra al pecho.
A los 12´ llega el cuarto. Toque de Mauro Fernández para Pacheco en la puerta del área y el tony que define de cachetada para ponerla abajo contra el palo izquierdo de Berbia.
Finalmente a los 21´ llegó la lotería cuando Gómez desbordó por izquierda y ante la salida de Berbia, metió el toque al medio que tomó Nuñez (que había ingresado por un acalambrado Jonathan Rodríguez) de cabeza para meterla en el arco entre dos zagueros.
De ahí hasta el final, Peñarol no generó más situaciones de real peligro. Apenas si dio para la única que tuvo Miramar. Fue sobre los 31´ con un pase bombeado por encima de los zagueros que recibe Colombini, la para y saca el remate cruzado que se va apenas contra el palo derecho de Castillo.
Ganó Peñarol, goleó Peñarol y nada más. No hay que engañarse, Peñarol jugó un mediocre partido ante un equipo que apenas si le da para estar en primera división.  En el primer tiempo no generó prácticamente ninguna chance clara de convertir. Pacheco levantó algo, pero el japo Rodríguez sigue sin aparecer y hoy Miramar no exigió a la defensa como para poder evaluar cómo se encuentra ese sector que ha sido tan vulnerable en esta campaña.
Peñarol sigue en la noche oscura, muy lejos de todo y con mucho para trabajar. Pero algún día había que empezar y hoy se ganó y ese triunfo nos va a dar la primera semana tranquila de trabajo en mucho tiempo.
Un párrafo aparte para otra desastrosa actuación de la terna arbitral. Un penal no sancionado y un gol mal anulado marcan a las claras que Peñarol fue notoriamente perjudicado. Habría que avisarles a estos nefastos personajes que Peñarol está afuera de todo en este campeonato. Sería bueno que se guarden esos “errores” para cuando estemos peleando algo.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Raza de campeones


En la jornada de ayer (aniversario de la conquista de la quinta Libertadores de Peñarol) se estrenó el primero de una serie de documentales denominados "raza de campeones" que tienen por temática, algunos hechos significativos en la historia de nuestro club.

Se trata de un documental de José Pedro Vitarella, Victoria Bruzzone y Uriel Cancela (con quien tuve el gusto de cruzar algunas palabras en la época que no me consideraba censurado en el foro oficial) y que puede verse gratuitamente en la página www.razadecampeones.org

En esta ocasión se hace referencia a la conquista del campeonato sudamericano de clubes de basquetbol de 1983 que convirtió a Peñarol en el único equipo de América en coronarse campeón sudamericano en futbol y basquetbol en el mismo período.

Son partícipes del mismo, los integrantes de aquel equipo campeón federal y sudamericano: Hebert Nuñez, Daniel "Mahoma" Wenzel, Juan Andrés Blanc, Alejandro Trías, Alvaro Tito, Gustavo Tito, Pedro Malet y el técnico de aquel equipo: Víctor Hugo Berardi.

Fueron parte de aquel plantel algunos otros jugadores que no aparecen en el documental, como es el caso de los norteamericanos Hermann Bo Jackson, Joe McCall y Jimmy Wells y los orientales Roberto Bomio y Lincoln Pérez.

En lo personal, recordamos perfectamente aquellos logros. Con apenas 11 años tuvimos el privilegio de asistir desde la tribuna a esas dos finales de América, ante el Cobrelona chileno en el Centenario en futbol y ante Obras Sanitarias de Buenos Aires en el Palacio Peñarol en basquetbol.

Ese equipo aurinegro, magistralmente conducido por Berardi, venció en la finalísima del federal a un Bohemios plagado de estrellas (Pierri, Pagani, el tato López, Carlos Peinado, Julio Pereyra, el americano Lawrence, un cuadrazo) después de dos alargues y por un punto.

Después le ganó la clasificación al sudamericano a Nacional y así, Peñarol (que era campeón de América en futbol) venció a equipos de la talla de Ferrocarril Oeste, el Monte Líbano paulista y Obras Sanitarias para coronarse tambien campeón de América en basquetbol.

De yapa nos regaló luego un tercer puesto en el mundial de clubes, un logro inconmensurable para un equipo que ni siquiera cobraba los sueldos en regla.

Estos hombres también son parte de la rica historia de nuestro club y es buena cosa que las nuevas generaciones conozcan estas páginas brillantes de nuestro pasado.

Este documental contribuye a ese propósito, con la palabra invalorable de los protagonistas y un rescate de imágenes y fotografías que es de destacar.

Desde este espacio, en forma permanente apoyamos cualquier iniciativa que tenga por objeto rescatar y hacer conocer la historia del Club Atlético Peñarol. Felicitamos y agradecemos a los creadores de esta serie y no les deseamos éxito puesto que éste está descontado de antemano dada la vinculación de la temática con la institución deportiva más popular de este pais.