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sábado, 19 de enero de 2013

Incompetencia, demagogia y conspiraciones. Perdimos todos

Hoy debería estarme preparando para ir al estadio a ver a Peñarol por la final de la Copa Bimbo y volver a escribir el comentario como lo hago después de cada partido del carbonero, pero no puedo. 

No puedo porque me dejaron sin partido, una vez más. Que hice? Porque se me priva de disfrutar de ir a ver a mi equipo?. No es la primera vez y se que lamentablemente no será la última.

Sin embargo no puedo ser tan necio de no entender que esto es culpa de todos, de absolutamente todos a excepción de los verdaderos hinchas de todos los equipos que somos normales, racionales y que podemos morfarnos una derrota fea, humillante o la pérdida de las ilusiones de ganar un campeonato y volvernos a casa masticando bronca pero sin meternos con nadie.

Menos se nos ocurriría andar por ahí con un arma de fuego y dispararle antes del partido y lejos del estadio a alguien por el simple hecho de llevar una camiseta de otro equipo.

Esta vez la violencia vino desde los hinchas, técnicos y jugadores del Club Nacional de Football, pero creer que por eso nosotros estamos fuera del asunto, es una idiotez. Nadie está vacunado contra la violencia y nosotros vaya que si sabemos de eso.

Soy el primero en condenar a la banda de 300 idiotas que van a una cancha enfundados en nuestros colores y que nos han hecho perder más puntos que todos los rivales juntos, que a la postre nos han hecho perder campeonatos. Yo soy hincha de Peñarol, la mayoría de los que vamos a la cancha somos hinchas de Peñarol, estos tipos no.

Se perdió el humor en el fútbol, la cargada ingeniosa que bien hecha, hace sonreir hasta al que la recibe. Ahora toda broma es un ataque, una ofensa al honor y menoscabo de lo que amamos. Ahora vivimos entre teorias conspirativas. Todos conspiran para privarnos de nuestro legítimo derecho de ser campeones y casi siempre, cuando no conseguimos ese objetivo es porque no nos dejaron y nunca por errores nuestros.

En el fondo todos los hinchas somos propensos a generalizar y simplificar creyendo que todos los buenos están de nuestro lado y todos los de la vereda de enfrente son malos, cuando en realidad la gran mayoría de los hinchas de los dos clubes somos gente normal y tenemos muchos más parecidos que diferencias. Nos cegamos en que todos los jueces son corruptos, todos los jugadores rivales son tramposos, todos los dirigentes contrarios son ventajeros, todos los periodistas son tendenciosos, todos los milicos son asesinos y una enorme lista de etcéteras.

Los dirigentes del tradicional adversario se han equivocado al querer colocarse en una posición de superioridad, hablando de cultura como si fueran mejores que los demas, detentores de la verdad revelada e incuestionable e inmaculados defensores del honor y la honestidad. Eso no existe y ninguna institución puede arrogarse el patrimonio de ser intachable, nosotros tampoco.

Se equivocó el arquero de Nacional al golpear un policia, se equivoco el técnico de Nacional al no querer salir de la cancha, se equivoco el presidente de Nacional al salir a "defender" lo indefendible y quitarse responsabilidad, dejando de lado que un joven de 20 años se debate entre la vida y la muerte en un hospital de nuestra ciudad por el único pecado de llevar puesta una camiseta de fútbol.

Pero también se equivocan los dirigentes de Peñarol al salir con un comunicado demagógico que no aporta nada y que pretende colocarse en una posición de altura moral que no nos corresponde.
  
Pero además la Auf y el Ministerio del Interior deciden que lo mejor que pueden hacer es suspender el fútbol, otra vez por su propia incapacidad de detener y condenar a 500 delincuentes de cada lado. Por eso nos quedamos sin fútbol todo el resto de las personas normales.

Hace ya bastante tiempo escribí una nota en el blog que titulé “incapaces” (http://manyahistoriasdenuestrahistoria.blogspot.com/2012/05/incapaces.html) porque si los profesionales de la seguridad, cuya función es garantizar el orden e impedir los desbordes no son capaces de garantizar nuestra seguridad, no están cumpliendo la función para la cual les pagamos todos con fondos públicos. Por la incompetencia de estos Señores, yo no pude asistir ni ver por tv los dos últimos partidos de mi equipo en la temporada pasada y ahora me privan de una copa para la cual conseguimos el derecho a disputar la final justamente venciendo a nuestro tradicional adversario. Que es una copa de morondanga? Es verdad, absolutamente, pero eso no importa, teníamos derecho a ganarla igual. 

Yo no sigo el básquet, pero la señal que se quiso dar fue la misma. De qué sirve suspender una actividad por unos días y después seguir jugando como si nada?. Qué van a arreglar en 10 días?. Cuánto va a cambiar la situación social y de violencia en ese lapso?. Se dan 10 días para reflexionar cuando se sabe perfectamente que las personas capaces de ese tipo de actos no son de las que se sientan a reflexionar. La gran mayoría de seres humanos normales que nos gusta el deporte, no necesitamos “10 días de reflexión” porque no cometemos ese tipo de actos.

Pero ahora se intenta reflotar la copa Antel (por supuesto, ya se ha perdido mucho económicamente por no jugar la Bimbo) entonces de que sirvió todo esto?. Para que me quedé sin fútbol? Lo mismo pasó en el básquet, ya se esta jugando de nuevo y alguien se acuerda de la chica que murió sin tener nada que ver, por el solo hecho de tener la mala idea de salir a ver porqué alguien le estaba apedreando el auto?.

Con esta medida una vez mas demuestran su incompetencia y su incapacidad para cumplir la función para la cuál les pagamos, pero además pagamos dos veces, les pagamos el sueldo y pagamos con no poder ir al fútbol por su incompetencia.

Sinceramente, me tienen podrido, todos. Soy fanático de Peñarol y en toda mi vida nunca me agarré a trompadas con nadie por eso. Porqué me siguen privando de mi derecho de ver a mi equipo?. Quien dá cuentas de eso?. A quien le importa?.

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